08/10/2015 05:28 PM
Un tema muy interesante este, pues los inicios siempre son difíciles. Me atrevería a decir que cuanto más experiencia tenemos escribiendo, más complicado nos resulta empezar, ya que nos fijamos en más detalles y nos preocupamos más por el mejor modo de captar la atención del lector.
Personalmente me gusta empezar siempre con un prólogo en el cual aparezcan de dos a tres personajes exclusivos para esa parte o secundarios en el resto de la obra. De esta manera me centro más en descubrir un poco el mundo y dar una pequeña pincelada de la trama o tramas principales sin detenerme demasiado en algún protagonista.
Prefiero el narrador equisciente y con diferentes puntos de vista a la hora de escribir. Así pues, el prólogo me gusta desde un punto de vista que aporte pocos datos de alguna o varias tramas que posteriormente se van a ir desarrollando más. Intento crear ambiente e introducir al lector en una pequeña parte de ese mundo para, poco a poco, irlo descubriendo, y ese primer paso viene de la mano de este primer POV.
Utilizar pocos personajes me ayuda a concentrarme en lo poco que quiero mostrar, sin caer en un exceso de información y nombres que puedan confundir al lector. Ya que la información será poca, es importante que resulte clara e invite al lector a querer descubrir más.
Precisamente me encuentro enfrascado en la escritura de un prólogo, y en este caso, a parte del POV, aparece un segundo personaje principal (en esa parte) y me estoy planteando una breve aparición de otro personaje que, si bien no es de los protagonistas, sí mantiene un nexo de unión entre algunos de ellos. Por lo demás, podría decir que hay ''extras''. Entre los dos personajes que protagonizan el prólogo he decantado el POV por el que menos información tiene del pasado y de lo que van a hacer; así tengo la excusa para no dar demasiada información y a la vez generar intriga.
Personalmente me gusta empezar siempre con un prólogo en el cual aparezcan de dos a tres personajes exclusivos para esa parte o secundarios en el resto de la obra. De esta manera me centro más en descubrir un poco el mundo y dar una pequeña pincelada de la trama o tramas principales sin detenerme demasiado en algún protagonista.
Prefiero el narrador equisciente y con diferentes puntos de vista a la hora de escribir. Así pues, el prólogo me gusta desde un punto de vista que aporte pocos datos de alguna o varias tramas que posteriormente se van a ir desarrollando más. Intento crear ambiente e introducir al lector en una pequeña parte de ese mundo para, poco a poco, irlo descubriendo, y ese primer paso viene de la mano de este primer POV.
Utilizar pocos personajes me ayuda a concentrarme en lo poco que quiero mostrar, sin caer en un exceso de información y nombres que puedan confundir al lector. Ya que la información será poca, es importante que resulte clara e invite al lector a querer descubrir más.
Precisamente me encuentro enfrascado en la escritura de un prólogo, y en este caso, a parte del POV, aparece un segundo personaje principal (en esa parte) y me estoy planteando una breve aparición de otro personaje que, si bien no es de los protagonistas, sí mantiene un nexo de unión entre algunos de ellos. Por lo demás, podría decir que hay ''extras''. Entre los dos personajes que protagonizan el prólogo he decantado el POV por el que menos información tiene del pasado y de lo que van a hacer; así tengo la excusa para no dar demasiada información y a la vez generar intriga.
No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.
-Oscar Wilde