Creo que yo ya lo he mencionado en alguna ocasión: planifico solo a muy grandes rasgos. Sé que de A he de llegar a E y a J, pero de lo que van a ser B,C,D,F,G, H e I no tengo mucha idea o ninguna a veces. Eso hace que el acto de escribir sea muy lento en mi caso, pero también más gratificante, ya que debido a ese desconocimiento de los detalles soy un poco como mi propio lector al mismo tiempo que escritor y con la ventaja de que puedo cambiar la historia si no me gusta. Resumiendo es como si me sorprendiera a mi misma mientras escribo. Pero yo lo hago así solo porque escribo para goce personal más que otra cosa. Mi fin principal en este caso no es terminar el libro para publicar, sino disfrutar durante el recorrido.
A parte tengo varias fijaciones. Por ejemplo a la hora de ensamblar peleas a espada. Al principio no eran mi fuerte y me llevé más de un palo con ese tema (ahora tampoco estoy muy segura de que lo tenga dominado. Puede que abra un hilo para comparar métodos de trabajo porque me interesa ver otros puntos de vista). Para mi una pelea a espada tiene que narrar una historia en si misma (evidentemente en versión minimalista planteamiento-nudo-desenlace) y tener algún trasfondo, si es posible relacionado con los acontecimientos anteriores o que están sucediendo en ese momento. Y no estoy hablando de que durante una huida te enfrentas a un enemigo y te luces en esgrima. Para mí eso resulta un poco aburrido si se hace demasiado largo. No añade mucho a la historia. También intento enfocarlo con la complejidad de una danza, para que tenga algo de ritmo y evitar que se reduzca tan solo a una lluvia de mandobles. Y bueno, sí, como veis es un tema que me corroe
Pero una de las cosas que tengo más claras es ésta: no podemos salvar siempre a nuestros personajes de situaciones que no tienen el desenlace que todos desearíamos. El típico lo coloco al filo del abismo, pero al final no se cae, para poner en tensión al lector. Hay ocasiones en que tienen que caerse, hacer cosas irremediables y por las que dejan de ser los héroes que eran o completamente buenos. La vida nos fuerza a hacer muchas cosas que en realidad no desearíamos hacer. Es parte de su evolución y hace que el relato sea más realista.
A parte tengo varias fijaciones. Por ejemplo a la hora de ensamblar peleas a espada. Al principio no eran mi fuerte y me llevé más de un palo con ese tema (ahora tampoco estoy muy segura de que lo tenga dominado. Puede que abra un hilo para comparar métodos de trabajo porque me interesa ver otros puntos de vista). Para mi una pelea a espada tiene que narrar una historia en si misma (evidentemente en versión minimalista planteamiento-nudo-desenlace) y tener algún trasfondo, si es posible relacionado con los acontecimientos anteriores o que están sucediendo en ese momento. Y no estoy hablando de que durante una huida te enfrentas a un enemigo y te luces en esgrima. Para mí eso resulta un poco aburrido si se hace demasiado largo. No añade mucho a la historia. También intento enfocarlo con la complejidad de una danza, para que tenga algo de ritmo y evitar que se reduzca tan solo a una lluvia de mandobles. Y bueno, sí, como veis es un tema que me corroe
Pero una de las cosas que tengo más claras es ésta: no podemos salvar siempre a nuestros personajes de situaciones que no tienen el desenlace que todos desearíamos. El típico lo coloco al filo del abismo, pero al final no se cae, para poner en tensión al lector. Hay ocasiones en que tienen que caerse, hacer cosas irremediables y por las que dejan de ser los héroes que eran o completamente buenos. La vida nos fuerza a hacer muchas cosas que en realidad no desearíamos hacer. Es parte de su evolución y hace que el relato sea más realista.