10/02/2017 03:39 PM
(10/02/2017 03:32 PM)Licordemanzana Wrote: Umm, pero... ¿inspirarse para qué? Yo hubo un tiempo en el que me pasaba mucho lo del síndrome del folio en blanco... porque no tenía nada que me apeteciese contar, realmente; tenía, empero, la idea de que escribir molaba así porque sí, de modo que intentaba escribir... y acababa con el folio en blanco.
Si hay algo que de verdad quieras contar, y alguien a quien quieras contárselo, la creatividad viene y vendrá, porque no hay mayor fuente de inspiración que uno mismo y/o los demás, las personas concretas. Tú mismo podrías ser el personaje, si se tratase de algo muy personal. O la persona a la que quieres contarle aquello. Y esas cosas. Pero este es solo mi punto de vista, claro
Es cierto que si no tienes nada que contar, esto no te sirve de nada. Pero si sí tienes algo que contar, yo sí le veo utilidad.
Por ejemplo, imaginemos la escena de 300 en la que Leonidas pregunta "Ese es alfarero, ese es herrero, ese campesino... ¿Cuántos guerreros has traído tú?".
Puede que necesites algo así para tu novela, pero más extenso. Es decir, una serie de personajes que no van a tener ningún papel, pero que te conviene que suenen creíbles. Y, en ese caso, mejor que pensar de 0 a todos ellos, te puede resultar más cómodo utilizar una herramienta como esta.
De hecho, puede que si los creas de 0 a todos a la vez, se parezcan entre sí más de lo que deberían (el inconsciente juega malas pasadas).
No sé. Como todo, yo creo que las herramientas son útiles si las utilizas bien.