21/02/2017 04:25 PM
Solo para abrir un poco el tema a otros puntos de vista, un aportación más prosaica y desde una posición antropológica más que estrictamente económica.
En la literatura fantástica he leído más de una vez el mito de los dioses que languidecen porque ya nadie cree en ellos.
Una estrella de fútbol, youtuber de moda, pintor, actor o mordedor de manzanas cotizado en un futuro distópico, se merecen la millonada que les paguen exactamente de la misma manera que merecen solo un mendrugo de pan. Porque el valor de esa retribución no está intrínsecamente ligado a lo que se hace, no es una característica esencial de ello, sino que es una mera convención. En ese sentido sería como un billete. Te dicen que vale 500 euros, pero tú lo miras y es solo un papel. Si todos dejáramos de golpe de creer que realmente vale lo que nos dicen, solo sería un papel
Así que no se trata de merecer o no, sino de que es lo que vemos (o nos hacen ver) cuando miramos a esos astros mediáticos, etc. ¿Nuevos dioses? ¿Billetes de quinientos nuevecitos? XD. Perfectamente lógico desde el punto de vista económico y social que se discute aquí, pero que para mí, desde el punto de vista humano, es un absurdo que solo se sostiene sobre la maleabilidad de muchos.
En la literatura fantástica he leído más de una vez el mito de los dioses que languidecen porque ya nadie cree en ellos.
Una estrella de fútbol, youtuber de moda, pintor, actor o mordedor de manzanas cotizado en un futuro distópico, se merecen la millonada que les paguen exactamente de la misma manera que merecen solo un mendrugo de pan. Porque el valor de esa retribución no está intrínsecamente ligado a lo que se hace, no es una característica esencial de ello, sino que es una mera convención. En ese sentido sería como un billete. Te dicen que vale 500 euros, pero tú lo miras y es solo un papel. Si todos dejáramos de golpe de creer que realmente vale lo que nos dicen, solo sería un papel
Así que no se trata de merecer o no, sino de que es lo que vemos (o nos hacen ver) cuando miramos a esos astros mediáticos, etc. ¿Nuevos dioses? ¿Billetes de quinientos nuevecitos? XD. Perfectamente lógico desde el punto de vista económico y social que se discute aquí, pero que para mí, desde el punto de vista humano, es un absurdo que solo se sostiene sobre la maleabilidad de muchos.