22/02/2015 09:22 PM
Buenas compañero!
Pues nada, ya iba siendo hora de pasarme por aquí a darle una lectura a tu historia, que en foro de FE no tuve tiempo entre unas cosas y otras...
Tenemos entre manos una intriga palaciega, que por otra parte huele a traición (o al menos es mi impresión) desde lejos... veremos a ver por dónde van los tiros, pero el ansia de poder es muy mala...
Te dejo algunos comentarios que me he anotado en la lectura. Algunos son más opiniones personales que una corrección en sí, te los dejo por si te resultan útiles.
Y nada, a ver cómo sigue la historia.
Iep!!
Pues nada, ya iba siendo hora de pasarme por aquí a darle una lectura a tu historia, que en foro de FE no tuve tiempo entre unas cosas y otras...
Tenemos entre manos una intriga palaciega, que por otra parte huele a traición (o al menos es mi impresión) desde lejos... veremos a ver por dónde van los tiros, pero el ansia de poder es muy mala...
Te dejo algunos comentarios que me he anotado en la lectura. Algunos son más opiniones personales que una corrección en sí, te los dejo por si te resultan útiles.
Quote:tenía la costumbre de dormir con ella abierta durante el verano, pero ahora las noches estaban (eran?) más heladas. La estación estival daba sus últimos bríos antes de dar paso a su primo antagónico tan durable (duradero?): el invierno.
la sangre manchaba sabanas, muebles y la pared (aquí quizás sería más correcto utilizar el artículos o bien para todos los elementos de la enumeración o para ninguno)
a la otra le habían cercenado la garganta y la sangre le cubría el cuerpo de un rojo carmesí.
Mi padre era varón de honor, siempre soñó con una muerte más digna, que encontrarse yaciendo con un atajo de meretrices.
Hallar al culpable no nos arrebatará la tristeza, pero sí nos brindará paz.
No por los funerales, que duraban (durarían?) alrededor de tres semanas, sino porque Lidias no parecía muy convencida ante Roman, lo que le destrozaba el corazón.
Lidias se adentró en el salón del trono, completamente vacío en ese momento y se echó de rodillas sobre la loza reluciente y fría.
—Vaya directo al punto, ¿quiere?.— Contestó con delicada violencia, sin mirar al canciller a su espalda.
—¿Es eso todo lo que tenía que decirme? —La desgana fue evidente en su tono de voz
Pronto habría espacio para una nueva, con la estampa de su padre
—Sir Roman.—Declaró el oficial, levantando entre sus manos un pergamino que extendió frente a sus ojos
—¿Qué hacen? Suéltenme inmediatamente— intentando no levantar mucho la voz el caballero se zafó de las manos que se acercaban para cogerlo
Y nada, a ver cómo sigue la historia.
Iep!!