10/12/2017 09:27 PM
Capítulo IV
La Importancia De La Velocidad
Allí se encuentra el guardaespaldas de Lucifer, un guerrero cuya armadura le otorga gran fuerza y resistencia, pero le resta velocidad. Esta es negra, roja y dorada, conformada por diferentes capas, la cual la hace muy pesada y extremadamente resistente.
Rio libera el 100% de su poder, inmediatamente después desaparece moviéndose a la velocidad de la luz y reaparece al lado de su oponente, se multiplica y sus copias lo rodean, cada una de las copias dispara un rayo concentrado; todos y cada uno de los 16 rayos lo atraviesan por el costado, la espalda y el abdomen, salen dejando otros 16 agujeros, dejan en el centro de su interior, una bola que estalla destrozando su cuerpo y esparciendo los pedazos todas partes y por último los residuos de poder demoníaco los consumen, de manera que no queda rastro de él.
-Ah...como siempre he acabado con su guardaespaldas sin mucho esfuerzo, debido a la diferencia de velocidad, que es enorme a pesar de que entre él y yo sólo hay una diferencia de dos puntos de poder demoníaco – Rio comenta esto para sí mismo, a pesar de que no se ha olvidado de la presencia de Iris.
-Pero que increíble, aterrador y poderoso sujeto es este – piensa Iris, que se encuentra impresionada por todo el poder de Rio.
- ¿Sería mucho pedir que te dirigieras a mí por mi nombre? Si sigues así voy a tener que dártelo como una orden – Tú sí que eres difícil - La frustración se nota en su voz.
-Lo... lo siento – el miedo es algo que ella normalmente no experimenta, por lo que no sólo no puede evitar sentirlo, sino que se le nota en al hablar.
-Y sigues dirigiéndote a mí con miedo... ¡Ah! Joder – su frustración se intensifica, realmente desea que Iris confíe en él, que no le tema, todos le temen, todos son sus enemigos, pero en Iris ha hallado algo especial que ni él mismo pese su gran inteligencia, logra comprender aún y eso le hace sentirse atraído por ella, porque a él, nadie parece poder comprenderlo.
La Importancia De La Velocidad
Allí se encuentra el guardaespaldas de Lucifer, un guerrero cuya armadura le otorga gran fuerza y resistencia, pero le resta velocidad. Esta es negra, roja y dorada, conformada por diferentes capas, la cual la hace muy pesada y extremadamente resistente.
Rio libera el 100% de su poder, inmediatamente después desaparece moviéndose a la velocidad de la luz y reaparece al lado de su oponente, se multiplica y sus copias lo rodean, cada una de las copias dispara un rayo concentrado; todos y cada uno de los 16 rayos lo atraviesan por el costado, la espalda y el abdomen, salen dejando otros 16 agujeros, dejan en el centro de su interior, una bola que estalla destrozando su cuerpo y esparciendo los pedazos todas partes y por último los residuos de poder demoníaco los consumen, de manera que no queda rastro de él.
-Ah...como siempre he acabado con su guardaespaldas sin mucho esfuerzo, debido a la diferencia de velocidad, que es enorme a pesar de que entre él y yo sólo hay una diferencia de dos puntos de poder demoníaco – Rio comenta esto para sí mismo, a pesar de que no se ha olvidado de la presencia de Iris.
-Pero que increíble, aterrador y poderoso sujeto es este – piensa Iris, que se encuentra impresionada por todo el poder de Rio.
- ¿Sería mucho pedir que te dirigieras a mí por mi nombre? Si sigues así voy a tener que dártelo como una orden – Tú sí que eres difícil - La frustración se nota en su voz.
-Lo... lo siento – el miedo es algo que ella normalmente no experimenta, por lo que no sólo no puede evitar sentirlo, sino que se le nota en al hablar.
-Y sigues dirigiéndote a mí con miedo... ¡Ah! Joder – su frustración se intensifica, realmente desea que Iris confíe en él, que no le tema, todos le temen, todos son sus enemigos, pero en Iris ha hallado algo especial que ni él mismo pese su gran inteligencia, logra comprender aún y eso le hace sentirse atraído por ella, porque a él, nadie parece poder comprenderlo.