24/12/2017 01:56 PM
Capítulo V
Colisión Infernal
El lugar estaba como siempre, listo y arreglado para la llegada del más grande de los combatientes, es decir, Rio.
-Ah, Lucifer, Lucifer, cuando vas a aprender que nunca debes preparar un campo para una batalla que sabes que vas a perder. - A simple vista, las palabras de Rio no son más que un gesto de arrogancia, realmente se facilita el futuro combate al hacer un ataque psicológico, de forma preventiva con sus palabras, sabe que Lucifer no es alguien que soporte se tipo de provocaciones.
- ¡Maldito bastardo, presumido, narcisista, esta vez te derrotaré y haré que te tragues tus palabras, ya lo veras! - Contesta Lucifer, que sin saberlo, ha caído en la trampa de su oponente.
-Sí, claro, dices eso todos los años. - Disfruta continuando con su juego mental.
- ¡Venga, cabrón, a ver si eres capaz de convertir tus palabras en acciones! - No es capaz de controlarse, la ira le tiene ciego.
-Lo mismo digo, sólo que tú nunca puedes y yo sí. - A pesar de escucharse muy calmado, la verdad es que está casi eufórico.
La apariencia de Rio y Lucifer resulta idéntica, excepto porque no tiene guantes como él, esto no es sólo un choque entre demonios poderosos, sino uno de orgullos, pues Lucifer se siente frustrado ante este demonio que lo humilla cada 1ro de enero de cada año. Mientras Rio considera a Lucifer una vulgar copia barata de él. La razón de esto es muy simple, Lucifer es una copia de Rio, que está muy por debajo del poder del original.
La historia del conflicto entre estos dos demonios había comenzado hace mucho tiempo, Rio a pesar de ser un demonio que viaja entre diferentes universos, no había conocido a ningún ser capaz de hacerle frente, todos los guerreros que enfrentaba en ese entonces eran aplastados como insectos, había ido a por El Diablo de otros universos y ninguno parecía poder darle la diversión que necesitaba, como amante del combate, su mismo poder le restaba sentido a su existencia, un ser eterno e inmortal aburrido hasta el cansancio, así Rio se debate entre el odio hacia Lucifer por ser su copia y la satisfacción de combatir en su contra, por eso combatía contra él y lo humillaba año tras año pero sin matarlo.
Combaten moviéndose a la velocidad de la luz, dándose golpes con su increíble fuerza, arrojándose rayos y bolas hechas con su misma energía, transformándose en distintos animales, haciendo piruetas en el aire, destrozando el campo de batalla, dañando sus cuerpos inmortales que se regeneran instantáneamente, sus presencias espirituales se sienten en todo el infierno, pero Rio sólo está jugando para hacer más emocionante el combate.
- ¡Ah, que bien se siente combatir contra un oponente de verdad! - Esta vez, Rio es sincero.
- ¡No hables como si fueras humano, cabrón! - Responde Lucifer, que sólo puede sentir ira en ese momento.
-Y tú no me des órdenes – mantiene la calma, pero deja claro que nadie puede mandarlo -. Me parece que es hora de subir el nivel de poder. - Tras decir estas palabras, Rio materializa su ramo de rosas.
-Ese ramo de rosas... siempre ha representado mi principal desventaja con Rio... desde el principio, siempre que hemos batallado, han jugado un papel primordial... si sólo pudiera neutralizar las, quedaríamos en iguales condiciones y yo le ganaría. - Piensa Lucifer con mucha frustración.
Rio dispara una de sus rosas a Lucifer, este la esquiva y la rosa queda clavada en la pared del final del infierno, luego Rio dispara otra rosa, pero esta vez con una gota de sangre, dicha rosa se clava en la otra y como consecuencia estas estallan en miles y miles de rayos, además Rio, para completar el ataque, produce una pequeña bola entre sus dedos y al golpearla esta estalla en miles y miles de rayos, dejando de esta forma acorralado a Lucifer, los rayos se introducen en los poros de él y chocan en su interior formando miles de pequeñas bolas que estallan destrozando su cuerpo y este se salva introduciendo un pedazo de carne en un portal y al terminar las explosiones, sale y se regenera, Rio por su cuenta, se protege de la explosión haciéndose intangible.
-Bueno, según las reglas, creo que gané, al igual que lo hago todos los años ¿Qué decías sobre hacerme tragar mis palabras? - Siente satisfacción y sonríe.
Colisión Infernal
El lugar estaba como siempre, listo y arreglado para la llegada del más grande de los combatientes, es decir, Rio.
-Ah, Lucifer, Lucifer, cuando vas a aprender que nunca debes preparar un campo para una batalla que sabes que vas a perder. - A simple vista, las palabras de Rio no son más que un gesto de arrogancia, realmente se facilita el futuro combate al hacer un ataque psicológico, de forma preventiva con sus palabras, sabe que Lucifer no es alguien que soporte se tipo de provocaciones.
- ¡Maldito bastardo, presumido, narcisista, esta vez te derrotaré y haré que te tragues tus palabras, ya lo veras! - Contesta Lucifer, que sin saberlo, ha caído en la trampa de su oponente.
-Sí, claro, dices eso todos los años. - Disfruta continuando con su juego mental.
- ¡Venga, cabrón, a ver si eres capaz de convertir tus palabras en acciones! - No es capaz de controlarse, la ira le tiene ciego.
-Lo mismo digo, sólo que tú nunca puedes y yo sí. - A pesar de escucharse muy calmado, la verdad es que está casi eufórico.
La apariencia de Rio y Lucifer resulta idéntica, excepto porque no tiene guantes como él, esto no es sólo un choque entre demonios poderosos, sino uno de orgullos, pues Lucifer se siente frustrado ante este demonio que lo humilla cada 1ro de enero de cada año. Mientras Rio considera a Lucifer una vulgar copia barata de él. La razón de esto es muy simple, Lucifer es una copia de Rio, que está muy por debajo del poder del original.
La historia del conflicto entre estos dos demonios había comenzado hace mucho tiempo, Rio a pesar de ser un demonio que viaja entre diferentes universos, no había conocido a ningún ser capaz de hacerle frente, todos los guerreros que enfrentaba en ese entonces eran aplastados como insectos, había ido a por El Diablo de otros universos y ninguno parecía poder darle la diversión que necesitaba, como amante del combate, su mismo poder le restaba sentido a su existencia, un ser eterno e inmortal aburrido hasta el cansancio, así Rio se debate entre el odio hacia Lucifer por ser su copia y la satisfacción de combatir en su contra, por eso combatía contra él y lo humillaba año tras año pero sin matarlo.
Combaten moviéndose a la velocidad de la luz, dándose golpes con su increíble fuerza, arrojándose rayos y bolas hechas con su misma energía, transformándose en distintos animales, haciendo piruetas en el aire, destrozando el campo de batalla, dañando sus cuerpos inmortales que se regeneran instantáneamente, sus presencias espirituales se sienten en todo el infierno, pero Rio sólo está jugando para hacer más emocionante el combate.
- ¡Ah, que bien se siente combatir contra un oponente de verdad! - Esta vez, Rio es sincero.
- ¡No hables como si fueras humano, cabrón! - Responde Lucifer, que sólo puede sentir ira en ese momento.
-Y tú no me des órdenes – mantiene la calma, pero deja claro que nadie puede mandarlo -. Me parece que es hora de subir el nivel de poder. - Tras decir estas palabras, Rio materializa su ramo de rosas.
-Ese ramo de rosas... siempre ha representado mi principal desventaja con Rio... desde el principio, siempre que hemos batallado, han jugado un papel primordial... si sólo pudiera neutralizar las, quedaríamos en iguales condiciones y yo le ganaría. - Piensa Lucifer con mucha frustración.
Rio dispara una de sus rosas a Lucifer, este la esquiva y la rosa queda clavada en la pared del final del infierno, luego Rio dispara otra rosa, pero esta vez con una gota de sangre, dicha rosa se clava en la otra y como consecuencia estas estallan en miles y miles de rayos, además Rio, para completar el ataque, produce una pequeña bola entre sus dedos y al golpearla esta estalla en miles y miles de rayos, dejando de esta forma acorralado a Lucifer, los rayos se introducen en los poros de él y chocan en su interior formando miles de pequeñas bolas que estallan destrozando su cuerpo y este se salva introduciendo un pedazo de carne en un portal y al terminar las explosiones, sale y se regenera, Rio por su cuenta, se protege de la explosión haciéndose intangible.
-Bueno, según las reglas, creo que gané, al igual que lo hago todos los años ¿Qué decías sobre hacerme tragar mis palabras? - Siente satisfacción y sonríe.