02/01/2018 09:36 PM
Capítulo I.
Estimados jugadores Axel, Dalai, Martha, Tyler y Thomas.
Me complace anunciaros que habéis sido los 5 seleccionados para probar mi nuevo juego: “Las Crónicas de Ubara: Un Mundo Nuevo.” Después del éxito de la primera parte se me ha permitido crear una continuación, y vosotros cinco sois los más indicados para ayudarme a probarla. ¿Por qué yo?, os estaréis preguntando. No sé si os habéis dado cuenta, pero habéis completado el juego con una puntuación de 12000 o superior. Sois los únicos que han llegado tan lejos, y os doy la enhorabuena.
Podréis probar la versión 2 de mi juego el día 17 de abril. Os he adjuntado unos billetes de avión a vuestro nombre para poder encontrarnos sin problemas. Es estrictamente necesario que todos vengáis. Si alguien no puede que me avise, por favor.
Cuando bajéis de vuestros aviones una persona os ayudará con las maletas y os guiará a mi sede, donde podréis conocerme y hablaremos de la versión 2 del juego. Ansío conoceros.
Será una visita llena de sorpresas. No os contaré lo que os pasará mientras estáis aquí, mejor guardemos el secreto para cuando estéis en persona.
Mucha suerte. Nos vemos en dos semanas, y como ya he dicho: Enhorabuena.
Connor Meckenheim.
Despierto el día 17 de abril para irme directo al aeropuerto y salir de Columbus a Nueva York. Mi madre viene a verme y me trae una americana que ella misma ha hecho.
—Te ves súper guapo —dice. Yo sonrío. La verdad es que me veo bien, no voy a mentir, pero este no soy yo: camisas, americanas, pantalones ajustados… no, no, no. Cuando salga del aeropuerto de Nueva York me meteré en un baño y me pondré mi ropa normal: una camiseta de tirantes, las gafas azules que llevo SIEMPRE al colegio, los pantalones rotos también azules y las zapatillas de deporte que me compró mi madre hace un año, las verdes. Oh, y claro está, los dos anillos que llevaré, uno en cada mano. Aunque eso no me lo tendré que poner al aterrizar ya que mamá me deja llevarlos.
—Gracias, mamá —sonrío y le doy un abrazo—. Son sólo 10 días.
—Ya lo sé, pero… es tu primer viaje como un adulto.
—¿Aunque sea para probar un juego de VR?
—Sobre todo para eso —me dice—. Sé que es tu pasión y que quieres ser un jugador profesional, y sabes que yo te apoyo. Tu padre… ya sabes cómo es, acabará entendiéndolo.
—Lo que sea. Mamá me voy a la ducha. Nos vemos abajo.
Ella sonríe y se marcha. Dejo la americana en la cama y me meto en la ducha. He cambiado totalmente mi look: ayer tenía un pelazo en flequillo, y hoy tengo un pelo muy corto a lo militar y teñido de morado. Me paso la mano por la cabeza y sonrío: a Michaela le encanta mi estilo, y a mí, sinceramente, también.
Después de ducharme bajo para despedirme de mi padre, que no me puede acompañar al aeropuerto porque tiene trabajo —aunque si pudiera estoy seguro de que no vendría—.
Una vez llegamos al aeropuerto me despido de mi madre y de Michaela, que ha venido a decirme adiós, y entonces me monto en el avión.
Abro mi cuaderno y cojo un boli para poder contar mi experiencia y después subirla a “Your Experience”, donde mis seguidores podrán leer cómo será estar en la sede de Meckenheim y las sorpresas que nos tiene guardadas. Lo apuntaré TODO.
“Buenos días, jugadores de mi canal. Hoy es 17 de Abril y estoy en el avión de camino a Nueva York para conocer al señor Connor Meckenheim y probar su nuevo juego: “Las Crónicas de Ubara: Un Nuevo Mundo.” Todos sabéis el éxito que tuvo el primero, no os lo tengo que explicar, así que es todo un honor haber sido escogido para ir. Pero no ha sido fácil: he tenido que COMPLETAR el juego, cosa que sólo hemos hecho cinco personas de todo el mundo. Hoy nos conocemos. En unas horas. Gracias por leer y estad atentos a mis actualizaciones. Un saludo.”
Lo subo en “Your Experience” y después me echo una siesta en el avión.
Por alguna razón sueño con la primera versión del juego. Estoy en el último nivel y me enfrento a Rantal, el malvado rey que gobierna el mundo de Ubara. Soy el único de mi equipo que queda, y tengo que vencerle con mis poderes mágicos. Es una tarea difícil, ya que Rantal, a parte de ser mago, es espadachín. No está en el trono por casualidad.
“Para los que no sepan de qué trata el juego os lo explico.” Escribí hace un año a mis seguidores. “Las Crónicas de Ubara es un juego VR que puedes comprar por $20 en la VR store. Una vez instalado, debes conocer a tu personaje, asignado por unos algoritmos que tiene el sistema (¿cómo lo hacen? Con tu apariencia.) Después simplemente te introducen en Ubara: un mundo una vez lleno de paz y armonía pero destruido y corrompido por Rantal hace 10 años. Tu misión es conseguir llegar hasta él y derrotarlo, pero no es tarea fácil, ya que todos los esbirros de Rantal te buscan por doquier.”
Despierto cuando aterrizamos y cierro mi cuaderno digital. Bajo del avión y recorro el aeropuerto en busca del baño más cercano: cuando lo encuentro me meto y abro la maleta para ponerme mi ropa. Sé que la primera impresión es lo que cuenta, pero soy Axel Milegan. No me van las formalidades.
Después de cambiarme me dirijo a la salida y veo a un señor con un cartel que dice “Axel Milegan”. Sonrío y me dirijo a él. Antes de venir pensaba que estaría nervioso cuando llegara este momento, pero lo cierto es que me siento bastante bien. Con ganas de empezar.
—Justo a tiempo, señor Milegan —me dice. Ruedo los ojos, ¡odio las formalidades! Si este hombre hubiera visto algo de mi Experience lo sabría.
—Por favor te lo pido, formalidades conmigo no, ¿eh?
—Bien, eres una persona divertida. Me gusta. Soy Calum, encantado. Hoy te llevaré a la sede del señor… —me mira y sonríe—. De Connor Meckenheim.
Me lleva fuera del aeropuerto y me encuentro con una limusina —¿¡UNA LIMUSINA PARA MÍ!?— y Calum me dirige a ella y me deja entrar.
—¿Esto es en serio?
—No, no es en serio: esta limusina está de decoración, dentro de poco llegarán los caballos. ¿Qué pensabas, que Meckenheim te iba a coger un Uber, o algo? Anda, sube, chaval. Yo seré tu chófer.
Me siento en la parte de atrás de la limusina, riendo, y saco el cuaderno digital. Leo mi post pre—guerra contra Rantal y sonrío, recordando lo que pensaba que iba a pasar.
“VALE, VALE, VALE, ¡HE ACABADO CON TUMIS! Para los que os acabáis de conectar, Tumis es el segundo al mando de Rantal, y lo he matado. Me lo he cargado, cosa que creo que no ha conseguido nadie, y ahora me dispongo a entrar en el trono para cargarme a Rantal. No sé cómo es, nunca le he visto la cara, y tampoco sé sus estrategias, ya que nadie nunca ha llegado tan lejos como para aconsejarme, así que… simplemente deseadme suerte. A ver si lo consigo.”
Después paso la página a la parte en la que derroté a Rantal. Recuerdo el momento exacto: de repente el rey oscuro, como lo llamaban los aldeanos, cayó al suelo y la sangre empezó a brotar de su pecho, que es donde le infringí la herida con mi magia. Después toda la oscuridad que tenía dentro salió despedida hacia todas partes y escapó. Supongo que de eso tratará la segunda parte, de encontrar la oscuridad. No lo sé.
“ACABO DE MATARLO. ¡ACABO DE CARGARME AL REY OSCURO! ES INCREÍBLE. LA BATALLA HA DURADO MEDIA HORA Y HA SIDO MUY PERO QUE MUY DIFÍCIL. ES QUE EN SERIO, NO OS LO PODÉIS IMAGINAR: LA FUERZA QUE PRESENTABA ERA INHUMANA. NO OS PUEDO CONTAR MUCHO MÁS PORQUE AL FINAL DEL JUEGO HAY UN MENSAJE DEL CREADOR, NOS PIDE QUE NO DIGAMOS NADA Y NO LO HARÉ. ASÍ QUE SI ALGUNA VEZ LLEGÁIS AL ÚLTIMO NIVEL, PREPARAOS. EN SERIO. PREPARAOS.”
Sonrío recordando entonces cómo mi fama aumentó drásticamente. Desde entonces, un montón de gente empezó a seguirme y leerme y a pedirme consejos para derrotar a Tumis y a Rantal. Prometí a Connor que no diría nada, y así hice. Me callé sobre la batalla final.
—Ya casi estamos —dice. Sonrío y entonces llegamos a la sede Meckenheim: es enorme. Se sitúa sobre la antigua “Apple Grand Central”. Después de su bancarrota en 2026 Connor consiguió comprar toda la zona y desarrollar su juego. Y madre mía, está ganando millones.
Calum y yo entramos en la sede y parece que estoy en el cielo porque todo está lleno de posters y figuras de Ubara: Reythlans, caballos despojados, magos, elfos, dragones, gigantes de todo tipo… pero lo mejor de todo es lo que veo al final del pasillo principal: 5 figuras de 20 metros o así de alto y 10 de ancho. Y una de ellas es mi personaje: Axel el mago de los anillos, con mi pelo morado, mi capa y mis anillos nivel 7. A mi lado hay 4 más, y reconozco algunas como las de los otros jugadores que ganaron a Rantal.
Simplemente genial.
—Y ahí están los demás —dice Calum—. Sólo reúnete con ellos y Connor os dirá lo que tenéis que hacer. Buen viaje y suerte.
—Gracias, Calum —sonrío y sigo sus indicaciones. Me reúno con 4 chicos más y el famoso Connor Meckenheim. Son dos chicas y dos chicos más. Reconozco a uno: Dalai Landson, el típico chico malo de instituto que se burla de todos y ganó el juego de pura potra. Tiene los ojos negros, está maquillado y por su ropa, toda negra, deduzco que es gótico. Para ser un chulito no lo parece, la verdad… pero bueno, es uno de los cinco jugadores, tengo que respetarlo igual.
—¿¡AXEL MILEGAN!? ¿¡EL PRIMER JUGADOR!? —Pregunta una chica con una voz demasiado masculina. Alta, rubia y con los ojos marrones. Tiene la nariz un poco grande y las orejas pequeñas. Su cara parece la de un chico aunque lleve maquillaje. Me doy cuenta entonces de que es una transexual.
—Eh… sí, soy yo —la chica/chico me da la mano entusiasmada/entusiasmado y yo sonrío.
—Es un gran honor conocerte. Gracias a ti nos motivamos para ganar el juego…
—¿“Nos”?
—Déjala, se emociona demasiado —uno de los chicos, el que no es Dalai, se acerca a mí y sonríe dándome la mano—. Me llamo Thomas y ella es Tyler. Somos unos fans tuyos.
El chico es más alto que yo y tiene los ojos verdes. El pelo es marrón y está peinado en tupé. Lleva una ropa parecida a la mía —no tan informal—: polo negro y pantalones cortos negros. Eso me gusta de él, su estilo.
Tyler tiene una camiseta rosa y unos pantalones largos vaqueros que se le ajustan demasiado al cuerpo. Aun así sonrío cuando se acerca a mí de nuevo.
—FANS ES DECIR POCO —dice Tyler, alegre. Yo la miro y sonrío. Sí, Thomas me ha dejado claro de que es una chica.
—Buenas tardes, señor Milegan —Connor viene y me da la mano.
—Por favor, llámame Axel —respondo.
—¿¡TE PUEDO LLAMAR YO TAMBIÉN AXEL!?
—Sí, Tyler, no hay problema… —me río y ella conmigo—. ¿Quiénes son el resto?
—Este es Dalai y ella es Martha, la más mayor de todos —me explica Connor—. Nos iremos de aquí a una sala de reuniones y os contaré de qué trata la versión 2 del juego. Por cierto, me gusta tus anillos. Son exactamente iguales que los de tu avatar.
—Gracias —sonrío. Miro a los demás jugadores. Martha: la típica niña de instituto súper pija, o al menos eso parece, ya que no la conozco. Bueno, de instituto: en su caso sería de universidad, pero yo mismo me entiendo. Tiene una camisa blanca y unos pantalones vaqueros como los de Tyler. Sus ojos, azules, me miran inspeccionándome, pero después pierde el interés en mí. Su pelo es rosa y me encanta.
Llegamos a una sala donde estamos los 6 solos —Tyler me sigue todo el rato y me pregunta cosas sobre qué se sintió al completar el juego, cómo lo hice, en qué pensaba… lo típico de mis fans—. Nos sentamos en sillas que están puestas en círculo y Connor empieza a hablar.
—Bien, como no todos nos conocemos me gustaría que os presentarais. Sólo necesitamos saber lo básico: nombre, país, edad y cómo conocisteis el juego. Y deberíamos ir en el orden de éxito: Axel, ¿por qué no empiezas tú? Fuiste el primer jugador.
Miro a los demás, que están expectantes —a excepción de Dalai— y sonrío.
—Bueno, mi nombre es Axel Milegan… tengo 17 años y soy de Columbus, Ohio. Y el juego… bueno, soy un amante de todo este mundo: colecciono PS5 de primera generación y antiguas Xbox y tragaperras, así que juego a casi todos los juegos conocidos en VR. Soy un gran fan de este mundo, pero a decir verdad conocí el juego por mi mejor amigo, Charles. Lo completé el día… 12 de Febrero. Fue un trabajo duro.
—Bien, gracias, Milegan. Oh, otra cosa, necesito que también digáis el nombre de vuestro avatar, que se me había olvidado.
—Naront —respondo—. Era un mago de nivel 7. De magia elemental.
—Bien, gracias, Axel. Siguiente, ¿Tyler?
Tyler se levanta y sonríe, mirándome a mí todo el rato.
—Mi nombre es Tyler Wagner, tengo 16 años y soy originaria de aquí, Estados Unidos, pero me fui a vivir a Sydney, Australia, hace poco más de dos años por el trabajo de mi madre. Allí conocí a mi novio, Thomas, y los dos descubrimos el juego por nuestra cuenta. Después de muchísimos intentos, quedamos en su casa el… 8 de Marzo, sí; y jugamos hasta pasárnoslo, motivados por Axel, ya que pensábamos que era imposible completarlo. Y vimos que no. Mi personaje era una “caballera” de nivel 6, de nombre Arwen. ¿Thomas?
Tyler se sienta y sonríe al ver que su novio se levanta.
—Bueno, ya sabéis cómo conocí el juego y cuándo me lo pasé, así que os diré que me llamo Thomas Hoff, tengo 19 y vivo también en Sydney. Mi personaje es un mago, también, de nivel 6. Mi magia es la oscura. Mi avatar se llama Leos.
Thomas se sienta y Connor mira a la chica y a Dalai. Los dos están un poco perdidos… bueno, parece que a Martha ni le interesa.
—Dalai, ¿por qué no sigues tú?
—Fui el último en terminar —susurra. Se cruje los dedos uno a uno dos veces, lo cual es raro, y mira a la chica—. Que empiece ella.
Connor sólo suspira y la mira. Ella asiente y se levanta.
—Martha, 23, Suecia. Descubrí el juego por una apuesta. Soy una elfa que domina las armas cuerpo a cuerpo y el arco. También aprendí magia de nivel 2. Me llamaba Eruva.
Se sienta, pasiva, y Dalai se levanta para presentarse.
—Me llamo Dalai, 17. Soy español y descubrí el juego en un castigo escolar, por mi profesor. Soy un mago de magia oscura nivel 8.
Me quedo atónito con lo que dice. Nivel 8. Eso, que yo sepa, es imposible… miro a Connor para verificarlo, pero no mueve ni un músculo, al menos no de manera extraña, así que saco la conclusión de que sí es posible.
Y eso me desconcierta.
—Mi nombre en el juego también era Dalai.
Él se sienta y Connor aplaude, maravillado.
—Bien, ahora los cuatro nos conocemos mucho mejor —sonríe, pero yo miro a Dalai y viceversa. Ya le tengo MUCHO asco. En serio.
—¿Por qué estamos aquí? —Pregunta Martha. Connor la mira, extrañado—. Sí, ya, para probar un nuevo juego… no, no me lo creo. ¿Cuál es el verdadero propósito?
Connor se queda callado y nos mira a todos y cada uno de nosotros.
—Venid conmigo y os lo enseño.
Nos marchamos de la sala y yo me pongo al lado de Thomas y Tyler. Martha y Dalai van los dos por su cuenta. No tienen pinta de ser muy amigables.
Llegamos a una habitación con dos personas más, y Connor les pide que se marchen. Hacen caso y nos quedamos los 6 solos.
—Mirad ahí —susurra Meckenheim. Señala un espejo grande, de unos 5 metros de ancho y 3 de alto. Tiene grabaciones por todas partes y reconozco lo que es: es el portal que usamos en el juego para viajar entre mundos.
—Todos sabemos qué es eso —susurra Dalai—, pero ¿qué tiene que ver con nosotros?
—Sólo esperad.
Y esperamos dos minutos. Nos miramos las caras, preguntándonos qué se supone que tenemos que ver, y entonces ocurre algo: de la nada nuestro reflejo desaparece y vemos un bosque.
El Bosque Sinuoso.
—¡Flipante! —Exclama Tyler. Thomas sonríe y yo miro de nuevo el espejo. Es demasiado real. No tenemos gafas VR. ¿Cómo lo están haciendo?
—¿Cómo…?
—¿Cómo estáis viendo el Bosque Sinuoso por un espejo? —Pregunta Meckenheim—. Veréis, chicos, ¿y si os dijera que Ubara es un mundo real? ¿Qué Rantal existe, que todo lo que habéis vivido es real? Que hay otro mundo diferente al vuestro que os necesita para ser salvado.
Todos nos quedamos callados y Dalai se ríe junto con Martha. Sin embargo, yo sigo escuchando.
—Ubara es real, chicos. Y necesito vuestra ayuda para vencer a Rantal.
Estimados jugadores Axel, Dalai, Martha, Tyler y Thomas.
Me complace anunciaros que habéis sido los 5 seleccionados para probar mi nuevo juego: “Las Crónicas de Ubara: Un Mundo Nuevo.” Después del éxito de la primera parte se me ha permitido crear una continuación, y vosotros cinco sois los más indicados para ayudarme a probarla. ¿Por qué yo?, os estaréis preguntando. No sé si os habéis dado cuenta, pero habéis completado el juego con una puntuación de 12000 o superior. Sois los únicos que han llegado tan lejos, y os doy la enhorabuena.
Podréis probar la versión 2 de mi juego el día 17 de abril. Os he adjuntado unos billetes de avión a vuestro nombre para poder encontrarnos sin problemas. Es estrictamente necesario que todos vengáis. Si alguien no puede que me avise, por favor.
Cuando bajéis de vuestros aviones una persona os ayudará con las maletas y os guiará a mi sede, donde podréis conocerme y hablaremos de la versión 2 del juego. Ansío conoceros.
Será una visita llena de sorpresas. No os contaré lo que os pasará mientras estáis aquí, mejor guardemos el secreto para cuando estéis en persona.
Mucha suerte. Nos vemos en dos semanas, y como ya he dicho: Enhorabuena.
Connor Meckenheim.
Despierto el día 17 de abril para irme directo al aeropuerto y salir de Columbus a Nueva York. Mi madre viene a verme y me trae una americana que ella misma ha hecho.
—Te ves súper guapo —dice. Yo sonrío. La verdad es que me veo bien, no voy a mentir, pero este no soy yo: camisas, americanas, pantalones ajustados… no, no, no. Cuando salga del aeropuerto de Nueva York me meteré en un baño y me pondré mi ropa normal: una camiseta de tirantes, las gafas azules que llevo SIEMPRE al colegio, los pantalones rotos también azules y las zapatillas de deporte que me compró mi madre hace un año, las verdes. Oh, y claro está, los dos anillos que llevaré, uno en cada mano. Aunque eso no me lo tendré que poner al aterrizar ya que mamá me deja llevarlos.
—Gracias, mamá —sonrío y le doy un abrazo—. Son sólo 10 días.
—Ya lo sé, pero… es tu primer viaje como un adulto.
—¿Aunque sea para probar un juego de VR?
—Sobre todo para eso —me dice—. Sé que es tu pasión y que quieres ser un jugador profesional, y sabes que yo te apoyo. Tu padre… ya sabes cómo es, acabará entendiéndolo.
—Lo que sea. Mamá me voy a la ducha. Nos vemos abajo.
Ella sonríe y se marcha. Dejo la americana en la cama y me meto en la ducha. He cambiado totalmente mi look: ayer tenía un pelazo en flequillo, y hoy tengo un pelo muy corto a lo militar y teñido de morado. Me paso la mano por la cabeza y sonrío: a Michaela le encanta mi estilo, y a mí, sinceramente, también.
Después de ducharme bajo para despedirme de mi padre, que no me puede acompañar al aeropuerto porque tiene trabajo —aunque si pudiera estoy seguro de que no vendría—.
Una vez llegamos al aeropuerto me despido de mi madre y de Michaela, que ha venido a decirme adiós, y entonces me monto en el avión.
Abro mi cuaderno y cojo un boli para poder contar mi experiencia y después subirla a “Your Experience”, donde mis seguidores podrán leer cómo será estar en la sede de Meckenheim y las sorpresas que nos tiene guardadas. Lo apuntaré TODO.
“Buenos días, jugadores de mi canal. Hoy es 17 de Abril y estoy en el avión de camino a Nueva York para conocer al señor Connor Meckenheim y probar su nuevo juego: “Las Crónicas de Ubara: Un Nuevo Mundo.” Todos sabéis el éxito que tuvo el primero, no os lo tengo que explicar, así que es todo un honor haber sido escogido para ir. Pero no ha sido fácil: he tenido que COMPLETAR el juego, cosa que sólo hemos hecho cinco personas de todo el mundo. Hoy nos conocemos. En unas horas. Gracias por leer y estad atentos a mis actualizaciones. Un saludo.”
Lo subo en “Your Experience” y después me echo una siesta en el avión.
Por alguna razón sueño con la primera versión del juego. Estoy en el último nivel y me enfrento a Rantal, el malvado rey que gobierna el mundo de Ubara. Soy el único de mi equipo que queda, y tengo que vencerle con mis poderes mágicos. Es una tarea difícil, ya que Rantal, a parte de ser mago, es espadachín. No está en el trono por casualidad.
“Para los que no sepan de qué trata el juego os lo explico.” Escribí hace un año a mis seguidores. “Las Crónicas de Ubara es un juego VR que puedes comprar por $20 en la VR store. Una vez instalado, debes conocer a tu personaje, asignado por unos algoritmos que tiene el sistema (¿cómo lo hacen? Con tu apariencia.) Después simplemente te introducen en Ubara: un mundo una vez lleno de paz y armonía pero destruido y corrompido por Rantal hace 10 años. Tu misión es conseguir llegar hasta él y derrotarlo, pero no es tarea fácil, ya que todos los esbirros de Rantal te buscan por doquier.”
Despierto cuando aterrizamos y cierro mi cuaderno digital. Bajo del avión y recorro el aeropuerto en busca del baño más cercano: cuando lo encuentro me meto y abro la maleta para ponerme mi ropa. Sé que la primera impresión es lo que cuenta, pero soy Axel Milegan. No me van las formalidades.
Después de cambiarme me dirijo a la salida y veo a un señor con un cartel que dice “Axel Milegan”. Sonrío y me dirijo a él. Antes de venir pensaba que estaría nervioso cuando llegara este momento, pero lo cierto es que me siento bastante bien. Con ganas de empezar.
—Justo a tiempo, señor Milegan —me dice. Ruedo los ojos, ¡odio las formalidades! Si este hombre hubiera visto algo de mi Experience lo sabría.
—Por favor te lo pido, formalidades conmigo no, ¿eh?
—Bien, eres una persona divertida. Me gusta. Soy Calum, encantado. Hoy te llevaré a la sede del señor… —me mira y sonríe—. De Connor Meckenheim.
Me lleva fuera del aeropuerto y me encuentro con una limusina —¿¡UNA LIMUSINA PARA MÍ!?— y Calum me dirige a ella y me deja entrar.
—¿Esto es en serio?
—No, no es en serio: esta limusina está de decoración, dentro de poco llegarán los caballos. ¿Qué pensabas, que Meckenheim te iba a coger un Uber, o algo? Anda, sube, chaval. Yo seré tu chófer.
Me siento en la parte de atrás de la limusina, riendo, y saco el cuaderno digital. Leo mi post pre—guerra contra Rantal y sonrío, recordando lo que pensaba que iba a pasar.
“VALE, VALE, VALE, ¡HE ACABADO CON TUMIS! Para los que os acabáis de conectar, Tumis es el segundo al mando de Rantal, y lo he matado. Me lo he cargado, cosa que creo que no ha conseguido nadie, y ahora me dispongo a entrar en el trono para cargarme a Rantal. No sé cómo es, nunca le he visto la cara, y tampoco sé sus estrategias, ya que nadie nunca ha llegado tan lejos como para aconsejarme, así que… simplemente deseadme suerte. A ver si lo consigo.”
Después paso la página a la parte en la que derroté a Rantal. Recuerdo el momento exacto: de repente el rey oscuro, como lo llamaban los aldeanos, cayó al suelo y la sangre empezó a brotar de su pecho, que es donde le infringí la herida con mi magia. Después toda la oscuridad que tenía dentro salió despedida hacia todas partes y escapó. Supongo que de eso tratará la segunda parte, de encontrar la oscuridad. No lo sé.
“ACABO DE MATARLO. ¡ACABO DE CARGARME AL REY OSCURO! ES INCREÍBLE. LA BATALLA HA DURADO MEDIA HORA Y HA SIDO MUY PERO QUE MUY DIFÍCIL. ES QUE EN SERIO, NO OS LO PODÉIS IMAGINAR: LA FUERZA QUE PRESENTABA ERA INHUMANA. NO OS PUEDO CONTAR MUCHO MÁS PORQUE AL FINAL DEL JUEGO HAY UN MENSAJE DEL CREADOR, NOS PIDE QUE NO DIGAMOS NADA Y NO LO HARÉ. ASÍ QUE SI ALGUNA VEZ LLEGÁIS AL ÚLTIMO NIVEL, PREPARAOS. EN SERIO. PREPARAOS.”
Sonrío recordando entonces cómo mi fama aumentó drásticamente. Desde entonces, un montón de gente empezó a seguirme y leerme y a pedirme consejos para derrotar a Tumis y a Rantal. Prometí a Connor que no diría nada, y así hice. Me callé sobre la batalla final.
—Ya casi estamos —dice. Sonrío y entonces llegamos a la sede Meckenheim: es enorme. Se sitúa sobre la antigua “Apple Grand Central”. Después de su bancarrota en 2026 Connor consiguió comprar toda la zona y desarrollar su juego. Y madre mía, está ganando millones.
Calum y yo entramos en la sede y parece que estoy en el cielo porque todo está lleno de posters y figuras de Ubara: Reythlans, caballos despojados, magos, elfos, dragones, gigantes de todo tipo… pero lo mejor de todo es lo que veo al final del pasillo principal: 5 figuras de 20 metros o así de alto y 10 de ancho. Y una de ellas es mi personaje: Axel el mago de los anillos, con mi pelo morado, mi capa y mis anillos nivel 7. A mi lado hay 4 más, y reconozco algunas como las de los otros jugadores que ganaron a Rantal.
Simplemente genial.
—Y ahí están los demás —dice Calum—. Sólo reúnete con ellos y Connor os dirá lo que tenéis que hacer. Buen viaje y suerte.
—Gracias, Calum —sonrío y sigo sus indicaciones. Me reúno con 4 chicos más y el famoso Connor Meckenheim. Son dos chicas y dos chicos más. Reconozco a uno: Dalai Landson, el típico chico malo de instituto que se burla de todos y ganó el juego de pura potra. Tiene los ojos negros, está maquillado y por su ropa, toda negra, deduzco que es gótico. Para ser un chulito no lo parece, la verdad… pero bueno, es uno de los cinco jugadores, tengo que respetarlo igual.
—¿¡AXEL MILEGAN!? ¿¡EL PRIMER JUGADOR!? —Pregunta una chica con una voz demasiado masculina. Alta, rubia y con los ojos marrones. Tiene la nariz un poco grande y las orejas pequeñas. Su cara parece la de un chico aunque lleve maquillaje. Me doy cuenta entonces de que es una transexual.
—Eh… sí, soy yo —la chica/chico me da la mano entusiasmada/entusiasmado y yo sonrío.
—Es un gran honor conocerte. Gracias a ti nos motivamos para ganar el juego…
—¿“Nos”?
—Déjala, se emociona demasiado —uno de los chicos, el que no es Dalai, se acerca a mí y sonríe dándome la mano—. Me llamo Thomas y ella es Tyler. Somos unos fans tuyos.
El chico es más alto que yo y tiene los ojos verdes. El pelo es marrón y está peinado en tupé. Lleva una ropa parecida a la mía —no tan informal—: polo negro y pantalones cortos negros. Eso me gusta de él, su estilo.
Tyler tiene una camiseta rosa y unos pantalones largos vaqueros que se le ajustan demasiado al cuerpo. Aun así sonrío cuando se acerca a mí de nuevo.
—FANS ES DECIR POCO —dice Tyler, alegre. Yo la miro y sonrío. Sí, Thomas me ha dejado claro de que es una chica.
—Buenas tardes, señor Milegan —Connor viene y me da la mano.
—Por favor, llámame Axel —respondo.
—¿¡TE PUEDO LLAMAR YO TAMBIÉN AXEL!?
—Sí, Tyler, no hay problema… —me río y ella conmigo—. ¿Quiénes son el resto?
—Este es Dalai y ella es Martha, la más mayor de todos —me explica Connor—. Nos iremos de aquí a una sala de reuniones y os contaré de qué trata la versión 2 del juego. Por cierto, me gusta tus anillos. Son exactamente iguales que los de tu avatar.
—Gracias —sonrío. Miro a los demás jugadores. Martha: la típica niña de instituto súper pija, o al menos eso parece, ya que no la conozco. Bueno, de instituto: en su caso sería de universidad, pero yo mismo me entiendo. Tiene una camisa blanca y unos pantalones vaqueros como los de Tyler. Sus ojos, azules, me miran inspeccionándome, pero después pierde el interés en mí. Su pelo es rosa y me encanta.
Llegamos a una sala donde estamos los 6 solos —Tyler me sigue todo el rato y me pregunta cosas sobre qué se sintió al completar el juego, cómo lo hice, en qué pensaba… lo típico de mis fans—. Nos sentamos en sillas que están puestas en círculo y Connor empieza a hablar.
—Bien, como no todos nos conocemos me gustaría que os presentarais. Sólo necesitamos saber lo básico: nombre, país, edad y cómo conocisteis el juego. Y deberíamos ir en el orden de éxito: Axel, ¿por qué no empiezas tú? Fuiste el primer jugador.
Miro a los demás, que están expectantes —a excepción de Dalai— y sonrío.
—Bueno, mi nombre es Axel Milegan… tengo 17 años y soy de Columbus, Ohio. Y el juego… bueno, soy un amante de todo este mundo: colecciono PS5 de primera generación y antiguas Xbox y tragaperras, así que juego a casi todos los juegos conocidos en VR. Soy un gran fan de este mundo, pero a decir verdad conocí el juego por mi mejor amigo, Charles. Lo completé el día… 12 de Febrero. Fue un trabajo duro.
—Bien, gracias, Milegan. Oh, otra cosa, necesito que también digáis el nombre de vuestro avatar, que se me había olvidado.
—Naront —respondo—. Era un mago de nivel 7. De magia elemental.
—Bien, gracias, Axel. Siguiente, ¿Tyler?
Tyler se levanta y sonríe, mirándome a mí todo el rato.
—Mi nombre es Tyler Wagner, tengo 16 años y soy originaria de aquí, Estados Unidos, pero me fui a vivir a Sydney, Australia, hace poco más de dos años por el trabajo de mi madre. Allí conocí a mi novio, Thomas, y los dos descubrimos el juego por nuestra cuenta. Después de muchísimos intentos, quedamos en su casa el… 8 de Marzo, sí; y jugamos hasta pasárnoslo, motivados por Axel, ya que pensábamos que era imposible completarlo. Y vimos que no. Mi personaje era una “caballera” de nivel 6, de nombre Arwen. ¿Thomas?
Tyler se sienta y sonríe al ver que su novio se levanta.
—Bueno, ya sabéis cómo conocí el juego y cuándo me lo pasé, así que os diré que me llamo Thomas Hoff, tengo 19 y vivo también en Sydney. Mi personaje es un mago, también, de nivel 6. Mi magia es la oscura. Mi avatar se llama Leos.
Thomas se sienta y Connor mira a la chica y a Dalai. Los dos están un poco perdidos… bueno, parece que a Martha ni le interesa.
—Dalai, ¿por qué no sigues tú?
—Fui el último en terminar —susurra. Se cruje los dedos uno a uno dos veces, lo cual es raro, y mira a la chica—. Que empiece ella.
Connor sólo suspira y la mira. Ella asiente y se levanta.
—Martha, 23, Suecia. Descubrí el juego por una apuesta. Soy una elfa que domina las armas cuerpo a cuerpo y el arco. También aprendí magia de nivel 2. Me llamaba Eruva.
Se sienta, pasiva, y Dalai se levanta para presentarse.
—Me llamo Dalai, 17. Soy español y descubrí el juego en un castigo escolar, por mi profesor. Soy un mago de magia oscura nivel 8.
Me quedo atónito con lo que dice. Nivel 8. Eso, que yo sepa, es imposible… miro a Connor para verificarlo, pero no mueve ni un músculo, al menos no de manera extraña, así que saco la conclusión de que sí es posible.
Y eso me desconcierta.
—Mi nombre en el juego también era Dalai.
Él se sienta y Connor aplaude, maravillado.
—Bien, ahora los cuatro nos conocemos mucho mejor —sonríe, pero yo miro a Dalai y viceversa. Ya le tengo MUCHO asco. En serio.
—¿Por qué estamos aquí? —Pregunta Martha. Connor la mira, extrañado—. Sí, ya, para probar un nuevo juego… no, no me lo creo. ¿Cuál es el verdadero propósito?
Connor se queda callado y nos mira a todos y cada uno de nosotros.
—Venid conmigo y os lo enseño.
Nos marchamos de la sala y yo me pongo al lado de Thomas y Tyler. Martha y Dalai van los dos por su cuenta. No tienen pinta de ser muy amigables.
Llegamos a una habitación con dos personas más, y Connor les pide que se marchen. Hacen caso y nos quedamos los 6 solos.
—Mirad ahí —susurra Meckenheim. Señala un espejo grande, de unos 5 metros de ancho y 3 de alto. Tiene grabaciones por todas partes y reconozco lo que es: es el portal que usamos en el juego para viajar entre mundos.
—Todos sabemos qué es eso —susurra Dalai—, pero ¿qué tiene que ver con nosotros?
—Sólo esperad.
Y esperamos dos minutos. Nos miramos las caras, preguntándonos qué se supone que tenemos que ver, y entonces ocurre algo: de la nada nuestro reflejo desaparece y vemos un bosque.
El Bosque Sinuoso.
—¡Flipante! —Exclama Tyler. Thomas sonríe y yo miro de nuevo el espejo. Es demasiado real. No tenemos gafas VR. ¿Cómo lo están haciendo?
—¿Cómo…?
—¿Cómo estáis viendo el Bosque Sinuoso por un espejo? —Pregunta Meckenheim—. Veréis, chicos, ¿y si os dijera que Ubara es un mundo real? ¿Qué Rantal existe, que todo lo que habéis vivido es real? Que hay otro mundo diferente al vuestro que os necesita para ser salvado.
Todos nos quedamos callados y Dalai se ríe junto con Martha. Sin embargo, yo sigo escuchando.
—Ubara es real, chicos. Y necesito vuestra ayuda para vencer a Rantal.
"El final se acerca, eso es innegable. Pero os lanzaré una pregunta: ¿vamos ser los que sobrevivimos... o los que nos extinguimos?" —Sujeto 9: Extinción.