17/04/2018 02:02 PM
(17/04/2018 11:21 AM)Licordemanzana Wrote: ¡Malaz! Justo estoy con esa saga últimamente, aunque creo que la voy a dejar de lado temporalmente Pero bueno, he leído los cuatro primeros libros y, en mi opinión, TODOS los personajes son bastante iguales, siendo, como comenta Baquevory, Kruppe una posible excepción y quizás pusiera a la primera Velajada como otra. El primer Karsa Orlong quizá también... No quiero decir que los personajes no sean variados y diversos, pero tienen todos un "aire" común muy fuerte, de hecho, casi desisto en el tercer libro, pese a lo mucho que me gustó, por ver extendido durante tanto rato esa misma aura de familiaridad, de ser todo esencialmente igual.
En este tema estoy bastante de acuerdo contigo. Los personajes de Erikson resultan demasiado similares en algunas cuestiones. La forma de hablar, por ejemplo. Una misma frase puede ser emitida por Icarium, por Whiskeyjack o por Trull Sengar; obviamente esos tres tienen muchas diferencias muy grandes, pero también reflejan muchas propiedades en común y su forma de comportarse y de hablar es parecida. El desengaño, la angustia existencial y el hastío vital se vuelven elementos definitorios de tantísimos personajes que a veces cuesta hasta distinguirlos; y en parte también es encantador ver cómo casi todos los habitantes del mundo de Malaz, al margen de sus circunstancias, acaban cayendo en todas esas coordenadas comunes, pero entiendo que todo eso puede llegar a cansar, ya que implica una cierta falta de carisma en muchos ellos. En La compañía negra de Cook, por ejemplo, no pasaba esto; quizá no abarque tantos personajes, pero las personalidades de, por ejemplo, Matasanos, Un Ojo y Atrapaalmas están mucho más diferenciadas que las de los personajes de Erikson. Y no tenemos por qué irnos a Cook: una saga en principio algo menos renovadora, como la Dragonlance, ofrece personajes mucho más definidos, entrañables e inolvidables. Cualquiera que haya leído Malaz suele tener dificultades para acordarse de los personajes y muchas veces los confunde, pero quien lea las novelas de Margaret Weiss y Tracy Hickman difícilmente se olvidará de Raistlin Majere, Tasslehoff Burfoot o Gerard Uth Mondor. En ese sentido, creo que el principal problema de Erikson es, de hecho, esa ambición suya de la que tanto se jacta en el prólogo de su primer libro. Me parece muy loable que un autor pretenda llevar a cabo una saga con tantísimos personajes; no obstante, ¿realmente tiene capacidad para hacerlo? ¿Realmente tiene imaginación suficiente como para crear un número grandísimo de personajes perfectamente definidos y diferenciables entre sí, o acabará recurriendo a patrones repetidos que resultarán frustantes al lector? Quiero señalar, de todas formas, que a mí me encanta la saga de Erikson, pero la diversidad de sus personajes no me parece uno de sus fuertes, salvo, claro está, casos aislados inolvidables como Kruppe, Karsa Orlong, Rhulad Sengar, Rezongo o Anomander Rake.
"¡Que la vida se tome la pena de matarme
ya que yo no me tomo la pena de vivir!"