Cabro: buena respuesta, aunque no estoy seguro de que así sean las cosas, en lo que respecta a ser sabios. El tema se complica, y quizá no sea adecuado seguir hablando de esto, cuando esto es un juego que consiste en hacer preguntas. Por abreviar:
1. Como digo, la clase política posee unos privilegios que el ciudadano de a pie no posee. Al menos sí veo claro que al ciudadano de a pie no le conviene elegir el mal, porque si uno es carterista o roba en las tiendas, va a enfrentar la desconfianza de los demás, así como a las leyes. Y si hablamos de delitos mayores, con mayor motivo.
2. Incluso la clase política puede, pese a sus privilegios, acabar mal por sus errores. El ser humano es un ser social (lo que conlleva que la reputación es importante) y que necesita el dinero. Como el sabio sabe lo que conviene, sabrá que es un error esforzarse en tener más dinero del necesario a expensas de perder otra cosa que también necesita (o puede necesitar en el futuro, que conviene ser prudente) para su bienestar.
3. No todo el mundo tiene las mismas ideas sobre lo que está bien y lo que está mal, pero el sabio, que es de quien hablamos, tendrá mayores conocimientos al respecto, por lo que es menos probable que elija el mal creyendolo bueno, así como que elija el mal a sabiendas y adrede, por las desventajas que conlleva.
4. Lo siento por el panadero, pero creo que en una hipotética situación en la que hablemos de morir de hambre o robar pan, sería un error elegir la inanición, y si el panadero no es tonto, no guardará rencor porque lo comprenderá (salvo que esté en una posición económica igual de mala)
1. Como digo, la clase política posee unos privilegios que el ciudadano de a pie no posee. Al menos sí veo claro que al ciudadano de a pie no le conviene elegir el mal, porque si uno es carterista o roba en las tiendas, va a enfrentar la desconfianza de los demás, así como a las leyes. Y si hablamos de delitos mayores, con mayor motivo.
2. Incluso la clase política puede, pese a sus privilegios, acabar mal por sus errores. El ser humano es un ser social (lo que conlleva que la reputación es importante) y que necesita el dinero. Como el sabio sabe lo que conviene, sabrá que es un error esforzarse en tener más dinero del necesario a expensas de perder otra cosa que también necesita (o puede necesitar en el futuro, que conviene ser prudente) para su bienestar.
3. No todo el mundo tiene las mismas ideas sobre lo que está bien y lo que está mal, pero el sabio, que es de quien hablamos, tendrá mayores conocimientos al respecto, por lo que es menos probable que elija el mal creyendolo bueno, así como que elija el mal a sabiendas y adrede, por las desventajas que conlleva.
4. Lo siento por el panadero, pero creo que en una hipotética situación en la que hablemos de morir de hambre o robar pan, sería un error elegir la inanición, y si el panadero no es tonto, no guardará rencor porque lo comprenderá (salvo que esté en una posición económica igual de mala)