17/03/2022 10:20 PM
# 3.3
Al fin el momento que había estado esperando. Alice puso la mejor de sus sonrisas y les dio a sus amigas el mayor de los abrazos.
Luego de los primeros momentos de alegría, Carla le preguntó preocupada:
-Ali, ¿qué pasó ayer? Te descompensaste otra vez.
-Te llevaron a la enfermería y todo -continuó Vivi-. ¿Qué te dijeron? ¿Está todo bien?
No es que disfrutara siendo la víctima, pero era tan reconfortante cuando se preocupaban por ella.
-Sí, todo bien. Me dijo que fue la mezcla de los nervios y el comer poco.
-¿Y cómo te sientes ahora? ¿Estás bien?
-Sí, estoy bien.
-¿Comiste bien hoy?
-Sí. Comí, comí.
-¿Sí? De acuerdo. Tienes que cuidarte ahora que no estamos cerca.
-Hablando de comida -estalló Carla-. Este lugar es in…cre…íble. Todavía me duele la panza de todo lo que comí ayer… ¿Y los baños? ¿Vieron lo que son los baños?
-No están mal -dijo Viv.
-Ay, perdón, seguro no son como los de la embajada.
Viv le dedicó una mirada desagradable, de esas que solo le veían cuando estaba de verdad enojada.
-Es una broma -se defendió Carla.
Fue evidente para Alice en ese momento, que ella no era la única a quien la transición le estaba afectando. Había algo fuera de sintonía entre ellas. Eso la asustó. Pero decidió apartar ese sentimiento y decir algo para sacarlas del momento.
-Son mejores que los de nuestra antigua escuela.
-Eso es seguro -dijo Viv.
-¿Se acuerdan cuando se cortó el agua y nos quedamos con la cabeza llena de jabón?
-¡Pah! -exclamó Carla-. Ya me pica de solo acordarme.
Y por un momento recordaron juntas y todo estuvo bien.
-Que suerte que se terminó. No voy a extrañar nunca esa casa.
Nuevamente, Alice buscó cambiar el ambiente hacia algo más positivo.
-El Director parece amable -dijo.
-El único -opinó Carla-. ¿Vieron que sorete el viejo del desayuno? A un chico de mi clase lo sacó para afuera por tropezarse nada más. Por cierto, Viv, ¿al final qué tal? ¿Cómo es la regente? ¿Es una arpía como decían?
Viv se encogió de hombros.
-Es muy pronto para decirlo.
Alice tuvo la necesidad de cambiar de tema. Sentía que el estómago se le aflojaba de nuevo.
-La mía es muy agradable- intervino-. Es nuestra profesora de Invisibilidad, se llama Ornela… -pero no pudo continuar porque Viv la cortó.
-Ali, ¿tu segundo apellido no es Hingley?
Alice sintió clarito cómo se le congeló la sangre en las venas. Asintió.
Carla quiso saber qué pasaba.
-Nuestra regente se llama de apellido Hingley -explicó Viv.
Carla demoró un par de segundos en hacer la conexión. Mientras, Alice hacía fuerza para no desmayarse.
-¿Ali, no será pariente tuya?
Alice se vio a sí misma y supo que estaba a punto de meter la pata. Pero se dijo: Mantén la calma. No dejes que el miedo te domine. Recuerda lo que dijo la profesora Ornela esta mañana. Cuando sientas la necesidad de ir más rápido, ve más lento.
-Mmmm -se llevó la mano a la barbilla, para ganar tiempo -. No me suena haberla visto nunca. Le puedo escribir a mamá y preguntarle.
-¡Sí, que buena idea! -la alentó Carla-. Mira si resulta ser una tía o algo.
Al menos por ahora, parecía haber esquivado el desastre.
Al fin el momento que había estado esperando. Alice puso la mejor de sus sonrisas y les dio a sus amigas el mayor de los abrazos.
Luego de los primeros momentos de alegría, Carla le preguntó preocupada:
-Ali, ¿qué pasó ayer? Te descompensaste otra vez.
-Te llevaron a la enfermería y todo -continuó Vivi-. ¿Qué te dijeron? ¿Está todo bien?
No es que disfrutara siendo la víctima, pero era tan reconfortante cuando se preocupaban por ella.
-Sí, todo bien. Me dijo que fue la mezcla de los nervios y el comer poco.
-¿Y cómo te sientes ahora? ¿Estás bien?
-Sí, estoy bien.
-¿Comiste bien hoy?
-Sí. Comí, comí.
-¿Sí? De acuerdo. Tienes que cuidarte ahora que no estamos cerca.
-Hablando de comida -estalló Carla-. Este lugar es in…cre…íble. Todavía me duele la panza de todo lo que comí ayer… ¿Y los baños? ¿Vieron lo que son los baños?
-No están mal -dijo Viv.
-Ay, perdón, seguro no son como los de la embajada.
Viv le dedicó una mirada desagradable, de esas que solo le veían cuando estaba de verdad enojada.
-Es una broma -se defendió Carla.
Fue evidente para Alice en ese momento, que ella no era la única a quien la transición le estaba afectando. Había algo fuera de sintonía entre ellas. Eso la asustó. Pero decidió apartar ese sentimiento y decir algo para sacarlas del momento.
-Son mejores que los de nuestra antigua escuela.
-Eso es seguro -dijo Viv.
-¿Se acuerdan cuando se cortó el agua y nos quedamos con la cabeza llena de jabón?
-¡Pah! -exclamó Carla-. Ya me pica de solo acordarme.
Y por un momento recordaron juntas y todo estuvo bien.
-Que suerte que se terminó. No voy a extrañar nunca esa casa.
Nuevamente, Alice buscó cambiar el ambiente hacia algo más positivo.
-El Director parece amable -dijo.
-El único -opinó Carla-. ¿Vieron que sorete el viejo del desayuno? A un chico de mi clase lo sacó para afuera por tropezarse nada más. Por cierto, Viv, ¿al final qué tal? ¿Cómo es la regente? ¿Es una arpía como decían?
Viv se encogió de hombros.
-Es muy pronto para decirlo.
Alice tuvo la necesidad de cambiar de tema. Sentía que el estómago se le aflojaba de nuevo.
-La mía es muy agradable- intervino-. Es nuestra profesora de Invisibilidad, se llama Ornela… -pero no pudo continuar porque Viv la cortó.
-Ali, ¿tu segundo apellido no es Hingley?
Alice sintió clarito cómo se le congeló la sangre en las venas. Asintió.
Carla quiso saber qué pasaba.
-Nuestra regente se llama de apellido Hingley -explicó Viv.
Carla demoró un par de segundos en hacer la conexión. Mientras, Alice hacía fuerza para no desmayarse.
-¿Ali, no será pariente tuya?
Alice se vio a sí misma y supo que estaba a punto de meter la pata. Pero se dijo: Mantén la calma. No dejes que el miedo te domine. Recuerda lo que dijo la profesora Ornela esta mañana. Cuando sientas la necesidad de ir más rápido, ve más lento.
-Mmmm -se llevó la mano a la barbilla, para ganar tiempo -. No me suena haberla visto nunca. Le puedo escribir a mamá y preguntarle.
-¡Sí, que buena idea! -la alentó Carla-. Mira si resulta ser una tía o algo.
Al menos por ahora, parecía haber esquivado el desastre.