24/02/2016 11:10 PM
Hola Aza.
Pues yo lo que hago es, a partir de la idea que me ha generado la trama (y que puede ser tan simple y corta como lo sería una imagen o una secuencia de una película de no más de 15 segundos), la desarrollo un poco en mi cabeza y de ahí saco los personajes principales que necesitaré para contar esa historia (luego, al desarrollarla puede que precise alguno más, o alguno menos, pero de momento eso no me preocupa mucho). Escribo sobre ellos algo de transfondo. Lo típico, detalles físicos (soy malo para recordarlos, así que siempre los anoto y luego los consulto, para no equivocarme cada dos por tres), amigos, enemigos, inquietudes, anhelos, ambiciones, metas... y algo de su pasado, unas cuatro o cinco líneas sobre sus antecedentes (sean famililares o de otro tipo, pero que ayuden a comprender un poco mejor el carácter actual de ese personaje).
Cuando tengo esos personajes creo la líena argumental principal de la novela, a grandes rasgos. Luego ya la iré perfilando, un poco sobre la marcha (aunque habrá puntos clave que estarán claros desde el principio, antes de pulsar la primera tecla).
Tras eso hago lo propio para las líneas argumentales de cada personaje (que puede que sean o no coincidentes con la trama principal de la novela), y luego las entrecruzo (en los casos que sea pertinente hacerlo). Todo esto también a grandes rasgos, sin demasiados detalles (de eso prefiero ocuparme cuando llega el momento, escribiendo cada capítulo en cuestión), aunque también con puntos clave definidos desde el principio.
Al final lo que tengo es un planing por capítulos, o sea, un resumen de tres o cuatro líneas explicando de lo que irá el capítulo. Y no es aburrido escribir con esa base, ya que esas líneas sólo me dicen la intención del capítulo (puede que sea para presentar a un protagonista o para introducir a un secundario importante, o para que se sepa el porqué de algo concreto y relevante en la historia), pero no cómo llegaré a plasmar esa intención. Eso lo hago sobre la marcha, cuando me pongo con ese capítulo.
Además este planing tiene múltiples ventajas mientra escribes, sobre todo si es una saga larga, porque te permite localizar un capítulo concreto de con un rápido repaso, por ejemplo.
Pues yo lo que hago es, a partir de la idea que me ha generado la trama (y que puede ser tan simple y corta como lo sería una imagen o una secuencia de una película de no más de 15 segundos), la desarrollo un poco en mi cabeza y de ahí saco los personajes principales que necesitaré para contar esa historia (luego, al desarrollarla puede que precise alguno más, o alguno menos, pero de momento eso no me preocupa mucho). Escribo sobre ellos algo de transfondo. Lo típico, detalles físicos (soy malo para recordarlos, así que siempre los anoto y luego los consulto, para no equivocarme cada dos por tres), amigos, enemigos, inquietudes, anhelos, ambiciones, metas... y algo de su pasado, unas cuatro o cinco líneas sobre sus antecedentes (sean famililares o de otro tipo, pero que ayuden a comprender un poco mejor el carácter actual de ese personaje).
Cuando tengo esos personajes creo la líena argumental principal de la novela, a grandes rasgos. Luego ya la iré perfilando, un poco sobre la marcha (aunque habrá puntos clave que estarán claros desde el principio, antes de pulsar la primera tecla).
Tras eso hago lo propio para las líneas argumentales de cada personaje (que puede que sean o no coincidentes con la trama principal de la novela), y luego las entrecruzo (en los casos que sea pertinente hacerlo). Todo esto también a grandes rasgos, sin demasiados detalles (de eso prefiero ocuparme cuando llega el momento, escribiendo cada capítulo en cuestión), aunque también con puntos clave definidos desde el principio.
Al final lo que tengo es un planing por capítulos, o sea, un resumen de tres o cuatro líneas explicando de lo que irá el capítulo. Y no es aburrido escribir con esa base, ya que esas líneas sólo me dicen la intención del capítulo (puede que sea para presentar a un protagonista o para introducir a un secundario importante, o para que se sepa el porqué de algo concreto y relevante en la historia), pero no cómo llegaré a plasmar esa intención. Eso lo hago sobre la marcha, cuando me pongo con ese capítulo.
Además este planing tiene múltiples ventajas mientra escribes, sobre todo si es una saga larga, porque te permite localizar un capítulo concreto de con un rápido repaso, por ejemplo.
La lealtad debe estar por encima de todo excepto del honor.