23/02/2016 06:01 PM
Quote:“Una idea no tiene valor sin personajes creíbles para implementarla; una trama sin personajes es como una cancha de tenis sin jugadores. El Pato Lucas es a la historia de Buck Rogers lo que Jonh McEnroe era para el tenis. Personalidad. Ese es el tono, el tambor y el flautín. Olvídate de la trama.”
Chuck Jones
Hace mucho, mucho tiempo, escribí una serie de posts sobre cómo evitar una Mary Sue en el ahora difunto Fantasía Épica (paz a sus restos). En vista de que el foro no da señales de vida, pensé que sería buena idea hacer un hilo similar aquí. En un principio, pensé que lo mejor sería copiar y pegar la guía entera, que todavía está en mi blog, pegarla y listo. No obstante, Google penaliza el contenido duplicado. Por lo tanto, voy a hacer otra versión basada en lo mismo, pero diferente para que Google no condene mi blog al abismo.
Este es un post para aquellos desadaptados sociales que sufren creando personajes verosímiles porque en la vida real prefieren estar solos con un libro a acompañados. Es decir, para gente como yo.
Empecemos por lo básico:
¿Qué es una Mary Sue?
Según la Wikipedia:
Quote:Es un personaje ficticio en exceso idealizado y abiertamente identificable como el alter-ego del autor o del lector. Su principal característica es la de acaparar toda la atención de la historia y cambiar elementos importantes del argumento en su beneficio sin explicación alguna. Usualmente es un personaje sin defectos notables, cuyos aspectos positivos superan todo su rol en la historia y lo vuelve unidimensional. Generalmente es un o una joven o una persona de bajo rango, que soluciona una situación complicada mediante habilidades inverosímiles.
En cristiano, es un personaje que opaca a los demás por su perfección. Es buena en todo y todos la admiran (u odian; no puede haber un personaje al que no le importe ni medio huevo la Mary Sue en cuestión). Por lo general, se trata de una mujer, pero también puede ser hombre.
Como un personaje perfecto es harto chocante, se ha hecho común que los autores doten a sus Mary Sues de faltas con el propósito de hacerlas menos… marysuescas. No obstante, estas faltas tienden a limitarse a lo superficial y pueden incluso jugar a favor de la Mary Sue. ¿Alguien se acuerda de Bella Swan, de Crepúsculo? Su peor falta era su torpeza, lo cual le favorecía porque reforzaba su imagen de chica frágil y adorable. En realidad, Bella seguía siendo perfecta incluso con esa falta.
¿Por qué es tan malo tener a una Mary Sue?
Un personaje plano no siempre arruina una historia. No es necesario volcar todas nuestras energías creando un actor que solo va a aparecer por dos capítulos y su papel es llevar los caballos del rey; no nos importa conocer a alguien que tiene un rol menor e insignificante. Ahora bien, un protagonista plano, sí arruina una historia.
Por desgracia, las Mary Sues tienden a ser protagonistas y están en la cúspide de los personajes planos. Un personaje hábil y perfecto no se ve desafiado por los obstáculos del argumento ni se ve en la necesidad de cambiar a medida que avanza la historia. El lector encontrará difícil empatizar con él. Si el lector no conecta, lo hemos perdido para siempre.
¿Cómo evitar una Mary Sue?
Si ya creaste un personaje y sospechas que es plano, no caigas en la tentación de dotarlo de características deseables, como belleza e inteligencia, con la esperanza de agradar al lector. Ya hemos visto esa táctica y no funcionará. Si eres la clase de escritor que sufre creando personajes verosímiles, tendrás que aceptar que esa es tu debilidad y empezar con los cimientos.
Cómo crear un personaje redondo
Jeff Gerke, autor de The First 50 Pages y Plot vs. Character, propone que los personajes son como cebollas: tienen capas. Entre más capas tenga un personaje, más matices podrá apreciar el lector y más profundo le parecerá.
Aquí me parece apropiado reiterar que NO es necesario que todos los personajes sean redondos. Solo han de serlo aquellos que sean relevantes para la trama. Una buena regla general a seguir es: entre más importante el personaje, más desarrollo debe tener. Esta serie de posts se enfocará en el desarrollo de los protagonistas.
Como mínimo, un protagonista creíble debe tener una personalidad (su núcleo) y una historia (que no necesariamente tiene que ser traumática, dejen de matar familias). Dependiendo de estos factores, el personaje interactuará con el exterior de distintas formas, cambiando su apariencia como reflejo de su personalidad, desarrollando conceptos del bien y el mal, etc.
Mañana hablaremos sobre la primera capa: la personalidad núcleo.
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