11/02/2017 12:07 PM
¡Ah! ¡Qué tiempos aquellos los del examen de conducir! Aún recuerdo mi quinto examen, cuando en un giro de varios carriles me detuve detrás de un autobús parado, que parecía esperar como todo el mundo a que el semáforo en rojo cambiara a verde. Y cambió. Tic tac tic tac tic tac (coooooomooooo deeeee leeeeennnto paaaasssa aaaaa veeeeeceeees eeel tieeeeeempoooooo)…. El semáforo volvió a cambiar y nadie dentro del coche decía nada. Ni mi profe ni el examinador ni mis compañeros. Estaba aparcado, pero hasta que me di cuenta
Lo de mis exámenes para conducir da casi para un relato cómico. Cuando quiero quitarle a alguien los nervios, solo tengo que contárselo. No se pueden hacer cosas más raras.
Y ahora me encanta conducir. No me pone nerviosa en absoluto. Así que solo hay que pasar por ese trámite y listo.
Lo de mis exámenes para conducir da casi para un relato cómico. Cuando quiero quitarle a alguien los nervios, solo tengo que contárselo. No se pueden hacer cosas más raras.
Y ahora me encanta conducir. No me pone nerviosa en absoluto. Así que solo hay que pasar por ese trámite y listo.