10/09/2016 07:08 AM
@Alhazred Para ir directo al grano, no dudo que el derecho pretenda definir un concepto objetivo y por lo tanto una regla de medir y proteger de esa forma la creación de los autores, el problema para mi es que no tienen ni idea, como es habitual en otros muchos temas y les sale lo que les sale y luego lo aplican como pueden y les parece.
Ni en temas de programación informática donde el copiar-pegar puede ser muy evidente se aclaran, no es que sea experto ni en lo uno ni en lo otro (derecho y programación), pero parte de mi trabajo ha pasado por problemas en ese entorno y te podría contar situaciones como para escribir un libro de humor. Si alguna vez un autor se ve envuelto en un lío de este tipo que no le pase nada, sea su posición la que sea, acusado o defendido.
Así que por muchas leyes que hayan, por muchos "sabios" que intenten objetivar, llámame exagerado si quieres, pero la originalidad (en la creación) es peor que el bien y el mal.
Por otro lado, desde mi puro punto de vista de lector ya lo he comentado antes, el tema me parece una "discusión académica" en el peor de los sentidos que yo le doy a esa expresión o sea, en lenguaje llano, es como discutir del sexo de los ángeles. Mi percepción de la originalidad en una obra será la mía y su importancia en el disfrute que la narración que me proporcione va a depender de mil cosas más, muchas, tanto en percepción de presencia como de intensidad, diferentes de las del vecino.
El otro día leía una crítica más sobre Abercrombie, muy positiva por supuesto, me tiene obnubilado este tema, y el tío empezaba y acababa comparando Malaz y la Compañia Negra como referentes (no lo acusaba de copión pero casi) de Abercrombie y recomendando su lectura a los lectores de ambas obras. No subió el vecino de abajo que tiene el oido muy fino y en seguida se enfada por el ruido, al oír mis carcajadas, porqué no debería estar en casa. Luego tuve que rendirme, una vez más, a la evidencia de que cada uno leemos lo que leemos, que las barras de medir son escasas, si hay alguna, y para gustos colores.
Un saludo.
Ni en temas de programación informática donde el copiar-pegar puede ser muy evidente se aclaran, no es que sea experto ni en lo uno ni en lo otro (derecho y programación), pero parte de mi trabajo ha pasado por problemas en ese entorno y te podría contar situaciones como para escribir un libro de humor. Si alguna vez un autor se ve envuelto en un lío de este tipo que no le pase nada, sea su posición la que sea, acusado o defendido.
Así que por muchas leyes que hayan, por muchos "sabios" que intenten objetivar, llámame exagerado si quieres, pero la originalidad (en la creación) es peor que el bien y el mal.
Por otro lado, desde mi puro punto de vista de lector ya lo he comentado antes, el tema me parece una "discusión académica" en el peor de los sentidos que yo le doy a esa expresión o sea, en lenguaje llano, es como discutir del sexo de los ángeles. Mi percepción de la originalidad en una obra será la mía y su importancia en el disfrute que la narración que me proporcione va a depender de mil cosas más, muchas, tanto en percepción de presencia como de intensidad, diferentes de las del vecino.
El otro día leía una crítica más sobre Abercrombie, muy positiva por supuesto, me tiene obnubilado este tema, y el tío empezaba y acababa comparando Malaz y la Compañia Negra como referentes (no lo acusaba de copión pero casi) de Abercrombie y recomendando su lectura a los lectores de ambas obras. No subió el vecino de abajo que tiene el oido muy fino y en seguida se enfada por el ruido, al oír mis carcajadas, porqué no debería estar en casa. Luego tuve que rendirme, una vez más, a la evidencia de que cada uno leemos lo que leemos, que las barras de medir son escasas, si hay alguna, y para gustos colores.
Un saludo.
"Ens mantindrem per sempre més fidels al servei d’aquest poble"
Salvador Espriu