16/12/2022 08:01 PM
Impresión general: El relato me deja sentimientos encontrados; por una parte tenemos una historia de un brujo o demonio con poder de controlar la voluntad ajena, que empieza como una graciosa orgía y acaba como una escabechina, todo narrado de manera excelsa; por la otra parte, es un informe que transcribe lo que cuenta alguien, lo que con el tono que tiene no es que me sacara de la historia, es que nunca me ha permitido meterme del todo.
Aspectos técnicos: Hay un problema con la separación de los puntos suspensivos. También la oración Siempre sido debe ser Siempre he sido.
Por lo demás no he visto más problemas de erratas e incluso las comillas, que lo correcto sería que fueran latinas, aquí tiene más sentido que se usen las inglesas por ser una declaración que se está copiando en un ordenador.
El problema que sí he visto es el señalado del tono. Que en una obra en primera persona el narrador use ese lenguaje te lo compro por mucho que no sea algo que la gente use de forma natural, pero es que aquí, aunque sea un narrador en primera persona, es alguien narrando dicha historia a otra gente, que además resultan ser la policía.
No solo es extraño la elección de palabras y construcciones, sino que no hay pausas en la narración (sin contar dos que están puestas de manera milimetrada) o fallos en el diálogo (entiendo que no recreen un tartamudeo, pero sí lo harían con una frase que el personaje decide refrasear cuando está a la mitad).
Historia: La historia es genial; es simple, directa, nos presentas la situación inicial y sin demasiadas florituras pasamos a la acción, que está lo suficientemente descrita para que podamos imaginar todo sin problemas, e incluso hay un cambio de tono entre la más divertida orgía entre gente que no tiene nada que ver (ni pinta de tener esa clase de encuentros habitualmente) al más escabroso de la matanza. Y aunque ya era de esperar lo que viene luego por como empieza el relato, no hay una sensación de ser demasiado previsible o que lo anterior sea puro relleno.
Aunque en la matanza caníbal hay un par de detalles que me descolocan: si hay algo que he aprendido de Armin Meiwes es que masticar carne humana no es simple, y aquí parece serlo; también está lo de que solo algunos sean devorados mientras que otros no reciben ningún ataque. Puedo entender ambas cosas por el influjo de la magia musical (si puede controlar la voluntad, ¿por qué no dar más fuerza a las mordidas?), pero la parte de que algunos no sea atacados provoca más preguntas si le aplico esta hipótesis (como, ¿por qué unos sí y otros no?).
Mundo: Has logrado pasar la idea de que esto tiene lugar en Asturias sin necesidad de describir muchísimas cosas. No sé si eres el mismo autor de aquel relato de Halloween de los militares en una estación de trenes, pero mientras en aquel tenía la sensación de que era un paisaje genérico que lo mismo era Asturias, que Extremadura, que Massachusetts; aquí me creo que esto ha tenido lugar en Asturias.
Personajes: No sé si se puede decir que hay personajes, porque lo más parecido a uno es el que narra, pero como dije, su manera de narrar lo hace parecer más algo que alguien. Luego está el misterioso flautista que, si bien tampoco parece tener una personalidad más allá de espíritu de la naturaleza destructivo, es interesante su manera tan indiferente de actuar, simplemente llegando, jugando con los pasajero y marchándose como vino.
La temática: ¿Contaría el que empiece como una festividad acabe con muertos como cumplir la temática? La verdad es que no sabría decirlo...
Lo mejor: La manera de narrar (porque ayuda a imaginar los eventos que tienen lugar).
Lo peor: La manera de narrar (porque no cuadra con la transcripción de una declaración).
Destacados: El flautista.
Sugerencias: Una obra formada por diferentes medios (informes, recortes de periódicos, entradas de diarios) de alguien investigando ese flautista me parece que da muchísimo juego.
Aspectos técnicos: Hay un problema con la separación de los puntos suspensivos. También la oración Siempre sido debe ser Siempre he sido.
Por lo demás no he visto más problemas de erratas e incluso las comillas, que lo correcto sería que fueran latinas, aquí tiene más sentido que se usen las inglesas por ser una declaración que se está copiando en un ordenador.
El problema que sí he visto es el señalado del tono. Que en una obra en primera persona el narrador use ese lenguaje te lo compro por mucho que no sea algo que la gente use de forma natural, pero es que aquí, aunque sea un narrador en primera persona, es alguien narrando dicha historia a otra gente, que además resultan ser la policía.
No solo es extraño la elección de palabras y construcciones, sino que no hay pausas en la narración (sin contar dos que están puestas de manera milimetrada) o fallos en el diálogo (entiendo que no recreen un tartamudeo, pero sí lo harían con una frase que el personaje decide refrasear cuando está a la mitad).
Historia: La historia es genial; es simple, directa, nos presentas la situación inicial y sin demasiadas florituras pasamos a la acción, que está lo suficientemente descrita para que podamos imaginar todo sin problemas, e incluso hay un cambio de tono entre la más divertida orgía entre gente que no tiene nada que ver (ni pinta de tener esa clase de encuentros habitualmente) al más escabroso de la matanza. Y aunque ya era de esperar lo que viene luego por como empieza el relato, no hay una sensación de ser demasiado previsible o que lo anterior sea puro relleno.
Aunque en la matanza caníbal hay un par de detalles que me descolocan: si hay algo que he aprendido de Armin Meiwes es que masticar carne humana no es simple, y aquí parece serlo; también está lo de que solo algunos sean devorados mientras que otros no reciben ningún ataque. Puedo entender ambas cosas por el influjo de la magia musical (si puede controlar la voluntad, ¿por qué no dar más fuerza a las mordidas?), pero la parte de que algunos no sea atacados provoca más preguntas si le aplico esta hipótesis (como, ¿por qué unos sí y otros no?).
Mundo: Has logrado pasar la idea de que esto tiene lugar en Asturias sin necesidad de describir muchísimas cosas. No sé si eres el mismo autor de aquel relato de Halloween de los militares en una estación de trenes, pero mientras en aquel tenía la sensación de que era un paisaje genérico que lo mismo era Asturias, que Extremadura, que Massachusetts; aquí me creo que esto ha tenido lugar en Asturias.
Personajes: No sé si se puede decir que hay personajes, porque lo más parecido a uno es el que narra, pero como dije, su manera de narrar lo hace parecer más algo que alguien. Luego está el misterioso flautista que, si bien tampoco parece tener una personalidad más allá de espíritu de la naturaleza destructivo, es interesante su manera tan indiferente de actuar, simplemente llegando, jugando con los pasajero y marchándose como vino.
La temática: ¿Contaría el que empiece como una festividad acabe con muertos como cumplir la temática? La verdad es que no sabría decirlo...
Lo mejor: La manera de narrar (porque ayuda a imaginar los eventos que tienen lugar).
Lo peor: La manera de narrar (porque no cuadra con la transcripción de una declaración).
Destacados: El flautista.
Sugerencias: Una obra formada por diferentes medios (informes, recortes de periódicos, entradas de diarios) de alguien investigando ese flautista me parece que da muchísimo juego.