16/12/2017 04:56 PM
(This post was last modified: 21/12/2017 12:22 PM by Logan Allen.)
Hola chic@s. Os voy a presentar mi primer libro con el que asiento las bases para una saga de historias independientes que estoy creando. Cada libro será autoconclusivo y habrá cierta conexión entre todos los relatos pero cada libro sera una historia independiente. No hará falta haber leído uno para entender el otro aunque luego cada historia tenga alguna secuela.
En este caso, os presento "Logan Allen: El hijo de la Fuerza Universal" en el que seguiremos la historia de Logan Allen. Un joven que descubre que no es un simple humano y que tiene la capacidad de viajar entre mundos paralelos descubriendo la existencia del multiverso. Mientras trata de hacerse a los poderes que se le van rebelando, un enemigo ancestral le persigue para matarlo porque, al parecer, Logan es el único que puede impedir que él se apodere de todo el multiverso.
Aunque os voy a publicar los capítulos en este mismo post, voy a incluir el pdf con la obra completa para que os sea más cómodo de leer si queréis. Dicho esto, espero que os preste esta novela y que dejéis vuestros comentarios para ver que os parece ya que, con vuestros comentarios, me ayudáis a mejorar tanto como escritor como a la novela en sí.
El muchacho se despertaba en el interior de una cama ubicada en el interior de una humilde habitación de piso de soltero. El muchacho era Logan Allen, un joven paramédico que dedicaba su tiempo libre, entre otras cosas, a disfrutar de actividades al aire libre y al que le apasionaban las historias de aventuras. Se trataba de una persona que se cuidaba físicamente haciendo diversos deportes como running, natación o artes marciales. También era una persona muy sociable y, por otro lado, detestaba los misterios.
Este alto joven se levantaba de la cama pasando su mano por su corto cabello moreno pensando en el curioso sueño que acababa de tener. Lo que más le llamaba la atención del sueño era lo realista que parecía. Estaba seguro de que podía sentir la fuerza del viento golpearle en la cara cuando saltaba entre ramas o sentir el frío del agua cuando buceaba por aquel túnel e, incluso, sintió como su cuerpo ardía a causa de aquella luz cegadora. ¿Realmente había sido solo un sueño normal?
Aún con su mente en aquel “sueño”, Logan se aseó, se vistió y desayunó su taza de café para estar listo para la jornada de trabajo que le esperaba.
***
Para cuando se encontraba en la calle, su mente estaba algo menos distraída en el sueño y más pensando en su trabajo y más concretamente en el niño que tuvieron que atender cuando estaba finalizando la jornada anterior. Se trataba de un caso de atragantamiento que se les había complicado y casi pierden al niño.
En apenas veinte minutos, Logan llegaba al centro hospitalario de Washington D.C en el que trabajaba y donde se encontraba el resto de sus compañeros desayunando. Logan era el único que no solía desayunar allí ya que detestaba ese café de máquina que tenían.
— Buenas Logan, ¿Qué tal has dormido? ¿Has descansado bien tras la jornada de ayer? —Le pregunto Henry, el camillero, un hombre calvo y bastante robusto.
— Pues no muy bien precisamente, si os contara el sueño que he tenido fliparíais.
— ¡¿Ah si?! Cuenta —Intervino Steven, el conductor de la UVI móvil, justo antes de que sonara el teléfono que tenían para recibir los avisos.
— Creo que tendré que hacerlo más tarde —Rió Logan mientras todos se dirigían a la UVI móvil.
— Bueno, ¿Estáis preparados para esta tarde? —Pregunto Steven mientras daban la vuelta a una esquina.
— Yo estoy deseando partir — Afirmaba Logan
— A mi hay algo que me preocupa. He estado comprobando la ruta que vamos a seguir y he leído comentarios de gente sobre una isla que dicen que se debe de evitar. Los aviones y los barcos desaparecen cuando se acercan por allí —Aseguró Henry
— Pues la evitamos y ya esta, ¿Qué problema hay?
— Alex es un gran piloto, confiemos en él —Concluyó Steven justo antes de que llegaran al lugar del aviso donde se había producido un accidente de tráfico
***
En el lugar del accidente no tuvieron grandes complicaciones ya que no hubo graves daños personales, tan solo algunas contusiones por lo que enseguida pudieron regresar sin lamentar nada.
El resto de la mañana transcurrió con total normalidad, sin apenas avisos y los que había eran casos sencillos y de ninguna gravedad.
El turno termino y Logan regreso a casa para comer y preparar la maleta rápidamente pues a las 16:00 tenía que estar en el helipuerto para volar hacia China. Hacía meses que él y sus compañeros habían comenzado a organizar un viaje para visitar los lugares menos comunes del mundo y China era el primer sitio donde iban a comenzar su misión de exploración. Se habían cogido un permiso de 15 días para poder realizar este viaje. Afortunadamente, tenían compañeros capaces de sustituirles en su turno para que no tuvieran problemas para conseguir esos 15 días a la vez todo el turno.
***
Los tres se encontraban sobrevolando el océano en el interior de la avioneta que un muchacho rubio y guapete estaba pilotando. Se trataba de Alex, el piloto que habían mencionado esa misma mañana. El tiempo no acompañaba precisamente. Se vieron envueltos en una terrible tormenta.
— Nos acercamos a la “isla prohibida” –Bromeaba Alex entre risas
— No bromees con eso y asegúrate de que no nos acercamos –Le pidió Henry – Mira, en el radar ya sale visualizada. Parece que, por ahora, la tormenta no esta afectando en los sistemas –Terminó de decir justo antes de que el radar se viera afectado y se apagara — ¡¡Mierda!!
— No os preocupéis, me dio tiempo a ubicarme. Evitaremos la isla –Trataba de tranquilizar Alex — Todo ira bien.
En ese momento, un rayo alcanzaba una de las aletas de la avioneta partiéndola por la mitad haciendo que Alex tuviera que tratar de recuperar el equilibrio con la otra aleta no logrando evitar que la fuerza del temporal fuera lo que estableciera la ruta a seguir.
— Deberíamos de saltar. Esto no me gusta nada.
— ¿Saltar? ¿Tú sabes lo peligrosas que son estas aguas? –Le preguntó Logan a Steven justo antes de que algo impactara en la avioneta haciendo que se partiera por la mitad separando la cabina del resto de la avioneta donde se encontraban Henry y Steven dejando a Logan y Alex impactados.
— Venga, coge, tenemos que saltar –Alex agarró un paracaídas que tenía a su izquierda y se la dio a Logan para que se la pusiera – Venga salta.
— ¿Y tú?
— Yo voy ahora, salta.
Al ver que Logan se había terminado de poner la mochila, Alex lo empujó arrojándolo al vació y justo antes de que otro rayo alcanzara la cabina produciéndose una explosión que se llevo la vida de Alex por delante.
Logan logró abrir el paracaídas a tiempo y caer a suelo firme para su sorpresa. La mala noticia era que, por lo que recordaba del radar, la única tierra firme que había por esa zona era la temida isla.
Finalmente, sus pies pisaron la arena de la playa donde, evidentemente, estaba cayendo esa fuerte lluvia que ya le tenía plenamente empapado manteniendo a su pantalón corto y camiseta pegados contra su cuerpo.
Buscó con su mirada a los restos del avión y pudo ver que salía una columna de humo hacia adentro de la isla. Entonces, la playa comenzó a ser testigo de una pequeña lluvia de algunos restos de la cabina que anunciaban a Logan lo que le había pasado a Alex.
— ¡Alex! –Susurró con tristeza – Tenías que haber saltado conmigo –Sus ojos se volvieron llorosos empezando a recorrerle la cara algunas lágrimas – Puede que el resto lo haya conseguido, debo de ir a mirar.
***
Logan salió de la playa y se adentro en el bosque que, por cierto, recordaba mucho al bosque de su sueño. Estaba repleto de árboles enormes e, incluso, juraría que acababa de escuchar algún aullido de lobos a lo lejos. Evidentemente, no se había olvidado de ese sueño y empezaba a temer que ese sueño pudiera ser una premonición o un aviso de algo. Por el momento, seguía hacia adelante sin pensar demasiado en eso. Le preocupaba más el resto de sus amigos que el significado de ese sueño.
Cuando llevaba varios minutos andando, pudo sentir que algo se movía entre los matorrales. Se frenó y vio como ese algo que se ocultaba empezaba a moverse en círculos. Logan se dio cuenta de que algo estaba a punto de saltarse encima suya y estaba convencido de que se trataba de un lobo. No espero más y pegó un gran salto para agarrarse a una rama que tenía sobre el, se balanceó y se subió sobre la misma rama logrando evitar por los pelos que le mordiera el lobo. Logan se arrinconó contra el tronco del árbol mirando con miedo al lobo.
Entonces, una lanza salió de la nada alcanzando al lobo y matándolo al instante. Un grupo de hombres aparecieron equipados con antorchas y armas rusticas
— Ya puedes bajar muchacho –Le indico uno de los hombres
— Muchas gracias –Le agradeció Logan antes de pasar a presentarse – Me llamó Logan.
— Yo Ricky, ellos son Peter y Stephen –Dijo señalando a dos muchachos que debían de ser de la misma edad que Logan. Ricky parecía ser más mayor, tal vez fuera el padre de esos muchachos — ¿Eres de esa avioneta que acaba de derribar la tormenta?
— Así es, pasamos por aquí unos amigos y yo rumbo a China pero la tormenta nos derribó. La tormenta partió la avioneta por la mitad. Parte la he visto caer en la isla con dos de mis amigos y en la otra parte quedó el que pilotaba y que iba a saltar justo detrás de mí pero no le dio tiempo.
— Vaya, lo siento mucho. No sois los primeros. Nosotros también estamos aquí porque una tormenta derribo nuestro barco. El fuerte oleaje derribo nuestro yate. Llevamos aquí una semana. Algo extraño pasa en esta isla. Las tormentas aparecen y desaparecen sin explicación. Se rumorea que esta isla esta hechizada y que las tormentas son una especie de mecanismo de protección. De cada naufragio, pocos sobreviven aunque, en nuestro caso, hemos tenido suerte.
— Entonces, ¿Hay más gente?
— Efectivamente, llevan años llegan náufragos y los supervivientes a los accidentes han construido una aldea donde acogen a todo el que pasa por esto. Nos ofrecen cama, comida a cambio de colaborar. Nosotros nos encargamos de patrullar y de buscar comida. También nos encargamos de recoger a nuevos náufragos como en este caso.
— ¿Entonces nadie ha logrado salir nunca de aquí?
— Alguno lo ha intentado construyendo una balsa y saliendo con buen tiempo pero ha sido salir a mar adentro y empezar la tormenta. Se ha decidido no volver a intentarlo hasta que se descubra otra manera.
— Tiene que haber algo que provoque esas tormentas. Suena de locos pero suena a que esta isla tiene algo que reacciona cuando alguien trata de entrar o salir de ella —Logan no estaba muy seguro de lo que estaba contando pero estaba tratando de ser realista y aceptar que esas tormentas no eran normales. El propio muchacho sintió algo raro en esas tormentas, como si algo vivo las controlará.
— Es posible. Por lo que se, hay equipos de exploración investigando la isla. Se que han encontrado restos de un templo y esta isla podría tener su propia historia.
En ese momento, se pudieron escuchar nuevos aullidos que anunciaban la llegada de más lobos.
— Será mejor que vayamos a la aldea. Allí estaremos seguros —Sugirió Peter, el bajito muchacho de tez pálida que llevaba su largo pelo moreno empapado.
— Yo tengo que ir al lugar del accidente. Puede que el resto de mis amigos sobreviviera.
— No te preocupes. Mientras nosotros veníamos hacia la playa para buscar a los supervivientes del trozo de avioneta que exploto sobre ella, otro grupo fue al lugar del impacto para hacer lo mismo. Si hay supervivientes, los llevaran a la aldea con total seguridad. Además, la aldea esta bastante cerca del lugar del impactó —Afirmó Ricky antes de pasarle a Logan una de las dos espadas que llevaba — Toma, puede que la necesites por el camino.
— ¡Gracias! —Susurró con voz triste
***
Los cuatro comenzaron a correr en dirección contraria a los lobos que, casualmente, era la dirección que debían de tomar y, tras un par de minutos, Logan pudo ver una especie de muralla hecha con troncos de árbol. Estaba claro que el asunto de la isla maldita llevaba mucho tiempo. Probablemente meses o años.
Cuando les quedaba muy poco para llegar ante la muralla, se vieron acorralados por unos tres lobos. Uno encaró a los dos muchachos, otro al maduro y el último a Logan.
El que encaraba a Ricky fue el primero en actuar saltando sobre él pero el hombre ladeo su cuerpo tajándole al lobo con su espada abriéndole una profunda herida con la que el lobo cayó muerto al suelo. A continuación y, sincronizadamente, actuaron los otros dos lobos de la misma forma y tanto Logan como Peter y Stephen hicieron el mismo movimiento que Ricky y ambos lobos acabaron muertos en el suelo.
— Vamos, ya casi estamos a salvo —Decía el hombre mientras se fijaba en el rostro de sorpresa de Logan al ver como había logrado sobrevivir al lobo.
***
Apenas un minuto después, llegaron ante la muralla y, más concretamente, a la entrada a la aldea donde, dos hombres, se encontraban en lo alto de la muralla y frente a una manivela de madera. La giraron para abrir la enorme puerta de madera dejando pasar a los cuatro.
Cuando entraron, Logan pudo ver como un hombre mayor, arropado con largos ropajes y acompañado de varios hombres armados, se acercaba.
— Alcalde, lo hemos encontrado cerca de la playa. Parece que, efectivamente, venía en aquella avioneta —Mientras Ricky hablaba, Logan se percataba de que dejaba de llover y que la tormenta empezaba a aminorar.
— Bienvenido muchacho y siento mucho lo que te ha pasado —Le dijo el alcalde mientras le daba la mano.
— Gracias, ¿Sabéis si han sobrevivido mis amigos?
— Sus amigos iban en la otra parte del avión. La que se estrello en el bosque – intervino Stephen
— Ya veo. Aun no ha vuelto el equipo que enviamos pero, no te preocupes, seguro que regresan enseguida con tus amigos —Trato de animar el alcalde al ver la cara de preocupación de Logan —Varios aseguran haber visto un par de paracaídas caer junto al trozo de avioneta por lo que todo apunta a que sobrevivieron al accidente.
— Ya veo —Una sonrisa se dibujo en el rostro de Logan cuando escucho lo de los paracaídas.
Si lograron saltar en paracaídas y abrirlos, significa que seguramente habrían llegado a la isla sin problemas. Solo quedaba confiar en que no les hubiera pasado nada con los lobos aunque el hecho de que tardaran tanto en llegar estando, supuestamente, más cerca era preocupante.
— Bueno joven. Mientras esperamos, te enseñare un poco la aldea. Ricky e hijos, gracias por todo, podéis iros a casa. Yo me encargo de enseñarle todo.
— Bueno Logan, un placer y nos vemos luego.
Tanto Ricky como sus hijos le dieron la mano a Logan antes de irse y dejarlo con el alcalde junto a quién comenzó a pasear dando una vuelta por la aldea.
La aldea no era precisamente pequeña. Estaba construida a partir de materiales naturales. Principalmente, troncos de árbol y madera aunque también había cosas hechas con metal para reforzar las construcciones. Se veía que se había usado restos de aviones o barcos para construir. Se podía apreciar un magnifico trabajo. Había muchas viviendas, una escuela, un restaurante e, incluso, armería y zona de entrenamiento.
— Como puedes ver, no vivimos del todo mal. La situación es terrible pero hemos sido capaces de sobrevivir con nuestro trabajo y esta aldea nos proporciona un hogar. No sabemos si permaneceremos toda la vida pero, al menos, nos permite sobrevivir al día a día.
— Ricky me ha dicho que estáis investigando el origen de las tormentas.
— Así es. Llevamos unos días haciéndolo y hemos encontrado lo que parece los restos de un templo. Parece que han encontrado unas ruinas junto a las montañas. Es posible que allí haya algo que explique lo que pasa con las tormentas. Tenemos buena gente encargándose de eso.
— Hablando de eso, me ha dicho Ricky que cada uno colabora de alguna manera y he pensado que me gustaría colaborar en la investigación de esas ruinas.
— Pues no suena mal. La verdad es que necesitamos gente y muy pocos se atreven a adentrarse tan adentro. Los lobos abundan por esa zona y las ruinas están algo inaccesibles. Sin embargo, es demasiado peligroso y no puedo dejar que vaya cualquiera. ¿Sabes pelear?
— Bueno, he hecho artes marciales pero no se si servirá mucho contra lobos. Vencí a un lobo antes pero fue un poco suerte y porque me guíe por lo que veía hacer a Ricky.
En ese momento, se pudo escuchar que abrían la entrada de la muralla y tanto el alcalde como Logan se giraron para ver como Steven y Henry llegaban sanos y salvos acompañados de algunos hombres armados aunque con las ropas destrozadas y mostrando algunas heridas.
— ¡¡Logan!!
— ¡¡Henry!! ¡¡Steven!! –Los tres se enzarzaron en un fuerte abrazo
— Como me alegro de que estéis bien. Temía por vosotros.
— Casi no lo contamos, fuimos acorralados por unos lobos. Suerte que tuvimos la ayuda de estos hombres. Nos dijeron que vieron la cabina explotar en el aire alcanzada por un rayo. Creíamos que estabais muertos pero… un momento… ¿Dónde esta Alex? –Pregunto Henry a Logan haciendo que este, con los ojos llorosos, negase con la cabeza haciendo que la tristeza reflejada en el rostro de Logan se contagiara.
— Bienvenidos muchachos –Intervino el alcalde después de alcanzarles tras quedarse atrás cuando Logan salió corriendo – Yo soy el alcalde, me encargo de guiar a todos los refugiados.
— Gracias alcalde, un placer –Henry y Steven le dieron la mano sin cambiar esa mirada de tristeza que se les quedo al saber que Alex no había logrado sobrevivir.
— Siento lo de vuestro amigo. No es la primera victima que se lleva estas misteriosas tormentas –Afirmaba el alcalde
— ¿Misteriosas? –Preguntó Henry sorprendido
— Creen que las tormentas no son normales. Solo aparecen cuando alguien se acerca a la isla o cuando alguien trata de salir de ella. Han encontrado unas ruinas que podrían dar una respuesta a si hay algo que las controla. Creen que es una especie de mecanismo de defensa sobrenatural de la isla –Les explicó Logan — Yo le estaba pidiendo al alcalde que me dejase participar en la investigación.
— ¿Ah si? Nosotros también, ¿no? —Le preguntaba Steven a Henry haciendo que asintiera
— Un momento muchachos. No todos quieren participar por una buena razón. Esas ruinas se encuentran en la zona más peligrosa de la isla. Los miembros del equipo que se encargan de investigar son personas que saben moverse y sobrevivir a una situación así. Están entrenados. ¿Estáis seguros de querer participar? Hay muchas más tareas para realizar. No es necesario que hagáis la más arriesgada de todas.
— Bueno, nosotros éramos paramédicos. Camillero, médico y conductor de UVI móvil pero tenemos conocimientos. Podríamos ayudar a curar enfermos o heridos.
— Yo quiero participar en las incursiones. Me someteré a los entrenamientos que haga falta –Intervino Logan tajantemente – Encargaros vosotros de los cuidados médicos. ¿Os parece bien?
— Esta bien. Supongo que esta aventura llama tu atención –Le decía Steven a Logan con una sonrisa
— En ese caso Logan, ya que veo que estas decidido déjame que te presente a alguien que te ayudara a convertirte en un guerrero –Comentaba el alcalde mirando hacia un joven de cuerpo tonificado y vestido de militar que se acercaba, casualmente, hacia ellos – Edgar, ven un momento.
— ¡Alcalde! ¿Desea algo?
— Si, mira, te presento a Logan, Stephen y Henry, son los supervivientes de la avioneta que acaba de derribar las tormentas. Logan quiere participar en la investigación de las ruinas pero necesita entrenamiento a causa de los peligros que supone la aventura. ¿Podrías encargarte de entrenarlo?
— Por supuesto, será un placer. Haré de él un guerrero y tratare de evitar que no acabe descuartizado por los lobos –Bromeaba el militar con una sonrisa mientras le daba la mano a su nuevo discípulo – Prepárate chaval, no pienso ser blando.
— Tranquilo, no lo necesito —Le respondió Logan sonriente
— Genial, puede que logre algo contigo. Alcalde, me lo llevo ya. Despídete de tus amigos si quieres, a lo mejor no sobrevives a mi entrenamiento inicial —Afirmaba el joven entrenador.
— Nos vemos luego —Logan se despidió de sus amigos y del alcalde para irse con Edgar
***
Logan siguió a Edgar hasta la zona de entrenamiento donde había gente entrenando con diferentes tipos de armas.
— Dime, ¿Tienes algún conocimiento de artes marciales? Se te ve en forma —Le decía Edgar
— Si, llevo toda la vida entrenando diferentes artes marciales.
— En ese caso, veamos lo que sabes.
Edgar, el entrenador militar, y Logan se adentraron en la zona de entrenamiento, cogieron sitio y comenzaron a pelear sin armas intercambiando diferentes movimientos de puño y patada y aumentando la intensidad de la pelea a medida que pasaban los segundos.
— No lo haces nada mal, jovencito –Juzgaba Edgar tras esquivar por los pelos una patada alta con la que Logan casi le golpea la cabeza
— Te dije que llevo mucho tiempo entrenando – recordó Logan manteniendo su característica sonrisa antes de pegar una voltereta hacia atrás para tomar distancia
— Y se nota pero saber pelear no servirá contra lobos hambrientos. Las artes marciales son ideales para enfrentamientos cuerpo a cuerpo pero en el campo de batalla y en un enfrentamiento contra bestias, no será suficiente. Necesitas aprender a usar armas. Si has hecho varias artes marciales, seguramente hayas visto algo de armas pero no creo que hayas tenido un entrenamiento idóneo para un sitio así.
Edgar agarró tres palos de bambú que había en uno de los pilares llenos de armas que había en esa zona y le paso un par a Logan.
— Te lo voy a poner fácil. Yo peleare con una y tú con dos. Los palos de bambú se usan mucho en diversos artes marciales. Dime, ¿Has trabajado con ellos?
— Así es, algo he trabajado.
— Pues veamos. Quien sabe, igual me sorprendes.
Edgar dejó a Logan realizar el primer movimiento e instantáneamente comenzó un intercambio de golpes con los palos que eran inmediatamente bloqueados aunque, pronto, Edgar logró golpearle en el estómago haciendo que el novato se encorvara gritando de dolor mientras que aprovechaba para realizar un nuevo movimiento y golpearle por el pie y así llevarle por delante haciendo que cayera al suelo de bruces.
— Lo que me imaginaba. Sabes manejarlos pero no has recibido un entrenamiento de cara a un enfrentamiento real. Los entrenamientos de armas que se realizan en los gimnasios están enfocados a exhibiciones. No están orientadas a combates reales.
— ¿Y cuanto crees que tardare en aprender? –Preguntaba Logan mientras se reincorporaba y trataba de tomar algo de aire
— No te preocupes. La técnica la tienes y, gracias a eso, todo será más rápido. Si trabajamos duro, es posible que en una semana estés preparado. Será decisión mía darte luz verde para ir con nosotros a explorar las ruinas.
— ¡¿Nosotros?! ¿Tú también formas parte del equipo de expedición?
— Así es, de hecho soy el líder del grupo. Hasta el próximo martes no volveremos a las ruinas así que, hasta entonces, tenemos tiempo para entrenar.
— Esta bien. Me esforzare para poder ir con vosotros.
— Genial. Eso me gusta. Ahora quiero preguntarte una cosa. ¿Has hecho alguna vez tiro con arco?
— Algo aunque hace años que no lo hago.
— Ósea que tienes algunas nociones
— Si eso si, ¿Por qué?
— Saber manejar espadas es importante en un ambiente hóstil pero también lo es el manejo de armas a larga distancia. Las balas de pistola se han terminado por lo que ahora creamos arcos, flechas y lanzas. Muchas veces, las armas a larga distancia evitan que tengamos que enfrentarnos cuerpo a cuerpo con los lobos. Aparte de entrenarte a manejar los palos cuyo objetivo final es que seas capaz de usar las espadas, te enseñare a usar bien el arco pero lo vamos a dejar por hoy. Acabas de llegar a la isla y necesitaras descansar. Descansa y mañana por la mañana nos vemos. Pienso convertirte en un guerrero.
***
Tras el pequeño entrenamiento inicial, Logan regresó con sus amigos, a quienes encontró en una pequeña clínica donde les habían ofrecido una de las “consultas” para que atendieran a sus enfermos. La clínica tenía lo básico y, a pesar de las condiciones en las que se encontraban, no estaba mal del todo. Reunidos los tres y comentando Logan como le había ido su entrenamiento, se fueron a su nuevo hogar. El alcalde les había enseñado a Stephen y Henry donde iban a vivir a partir de ahora.
Su nuevo hogar era una casa con cinco habitaciones y, a ellos, les habían entregado la última que quedaba libre de esa casa. La habitación tenía tres camas individuales con mesillas, un armario, una mesa pequeña con tres sillas y un baño con las comodidades que permite la isla.
Los tres estaban tan cansados que, aunque era de día, decidieron echarse la siesta y no tardaron en quedarse dormidos.
Cuando Logan se quedo dormido, no tardó en desaparecer del interior de la cama dejándola vacía y sin rastro del muchacho.
***
Su cuerpo reapareció en medio del desierto, en la misma posición que tenía cuando desapareció de la cama y únicamente con sus bóxer negros, que era lo que llevaba cuando se metió.
El calor del desierto hizo que Logan no tardara en despertarse notando la áspera arena. Sorprendido, Logan se reincorporó sacudiéndose la arena para luego contemplar el lugar en el que se encontraba.
<<¡¿Qué?! ¿Dónde me encuentro? ¿Qué hago aquí?>>.
En este caso, os presento "Logan Allen: El hijo de la Fuerza Universal" en el que seguiremos la historia de Logan Allen. Un joven que descubre que no es un simple humano y que tiene la capacidad de viajar entre mundos paralelos descubriendo la existencia del multiverso. Mientras trata de hacerse a los poderes que se le van rebelando, un enemigo ancestral le persigue para matarlo porque, al parecer, Logan es el único que puede impedir que él se apodere de todo el multiverso.
Aunque os voy a publicar los capítulos en este mismo post, voy a incluir el pdf con la obra completa para que os sea más cómodo de leer si queréis. Dicho esto, espero que os preste esta novela y que dejéis vuestros comentarios para ver que os parece ya que, con vuestros comentarios, me ayudáis a mejorar tanto como escritor como a la novela en sí.
Introducción
En el interior de un enorme bosque abarrotado de enormes árboles, un joven de cuerpo atlético vestido únicamente con un pantalón corto azul y unos playeros, se encontraba saltando de rama en rama huyendo de un par de lobos que le perseguían por el suelo buscando con ansias la oportunidad para echarle el diente para saciar su interminable hambre... A veces usaba las ramas para balancearse y llegar a la siguiente cuando no había ninguna lo suficientemente segura.
— Lo siento lobitos pero a mi no me vais a comer — se comentaba el muchacho mientras seguía su camino hasta que finalmente llegó ante una espectacular catarata.
— Vaya, parece que he llegado — decía al mirar su GPS — Parece que la entrada esta sumergida. Será mejor que me quite el pantalón también.
Quedando únicamente con sus bóxer negros y realizó el salto del ángel para zambullirse en el agua buscando alguna entrada sumergida y, efectivamente, la encontró justo debajo de la catarata. Recorrió el túnel submarino y enseguida llegó a una zona seca que era una caverna con forma de pasillo
— Uff, el agua estaba helada — se decía el chico tras salir del agua y comenzar a caminar hacia un pedestal que había casi al final de un pasillo de piedra donde había una puerta de piedra.
«Un momento, ¿Esto es un escáner?» se preguntó al ver que, en el pedestal, había algo que le recordaba al típico escáner de lector de huellas de pantalla donde, esta ocasión, parecía que había que colocar la mano.
— Que avanzados estaban cuando hicieron este sitio. Me parece a mí que aquí no voy a poder entrar. Es imposible que acepte mis huellas — terminó de decir mientras ponía su mano y, al hacerlo, el pedestal empezó a hundirse en el suelo mientras que el portón de piedra se elevaba del suelo escondiéndose en el mismo techo — Vaya, esto no me lo esperaba— susurró sarcásticamente.
Cuando entró, vio que se encontraba ante una sala octogonal con un nuevo pedestal pero, en este acaso, lo que había sobre él, era algún tipo de cristal brillante con forma octogonal que se mantenía levitando.
El aventurero pudo ver que el brillo del artefacto se iba intensificando a medida que se acercaba. Y casi poseído por el objeto, lo atrapó con sus manos y, al hacerlo, el cristal reventó en una explosión de energía que se fundió en el cuerpo del chico haciéndolo desaparecer de allí junto al cristal.
— Lo siento lobitos pero a mi no me vais a comer — se comentaba el muchacho mientras seguía su camino hasta que finalmente llegó ante una espectacular catarata.
— Vaya, parece que he llegado — decía al mirar su GPS — Parece que la entrada esta sumergida. Será mejor que me quite el pantalón también.
Quedando únicamente con sus bóxer negros y realizó el salto del ángel para zambullirse en el agua buscando alguna entrada sumergida y, efectivamente, la encontró justo debajo de la catarata. Recorrió el túnel submarino y enseguida llegó a una zona seca que era una caverna con forma de pasillo
— Uff, el agua estaba helada — se decía el chico tras salir del agua y comenzar a caminar hacia un pedestal que había casi al final de un pasillo de piedra donde había una puerta de piedra.
«Un momento, ¿Esto es un escáner?» se preguntó al ver que, en el pedestal, había algo que le recordaba al típico escáner de lector de huellas de pantalla donde, esta ocasión, parecía que había que colocar la mano.
— Que avanzados estaban cuando hicieron este sitio. Me parece a mí que aquí no voy a poder entrar. Es imposible que acepte mis huellas — terminó de decir mientras ponía su mano y, al hacerlo, el pedestal empezó a hundirse en el suelo mientras que el portón de piedra se elevaba del suelo escondiéndose en el mismo techo — Vaya, esto no me lo esperaba— susurró sarcásticamente.
Cuando entró, vio que se encontraba ante una sala octogonal con un nuevo pedestal pero, en este acaso, lo que había sobre él, era algún tipo de cristal brillante con forma octogonal que se mantenía levitando.
El aventurero pudo ver que el brillo del artefacto se iba intensificando a medida que se acercaba. Y casi poseído por el objeto, lo atrapó con sus manos y, al hacerlo, el cristal reventó en una explosión de energía que se fundió en el cuerpo del chico haciéndolo desaparecer de allí junto al cristal.
Capítulo 01: El accidente
El muchacho se despertaba en el interior de una cama ubicada en el interior de una humilde habitación de piso de soltero. El muchacho era Logan Allen, un joven paramédico que dedicaba su tiempo libre, entre otras cosas, a disfrutar de actividades al aire libre y al que le apasionaban las historias de aventuras. Se trataba de una persona que se cuidaba físicamente haciendo diversos deportes como running, natación o artes marciales. También era una persona muy sociable y, por otro lado, detestaba los misterios.
Este alto joven se levantaba de la cama pasando su mano por su corto cabello moreno pensando en el curioso sueño que acababa de tener. Lo que más le llamaba la atención del sueño era lo realista que parecía. Estaba seguro de que podía sentir la fuerza del viento golpearle en la cara cuando saltaba entre ramas o sentir el frío del agua cuando buceaba por aquel túnel e, incluso, sintió como su cuerpo ardía a causa de aquella luz cegadora. ¿Realmente había sido solo un sueño normal?
Aún con su mente en aquel “sueño”, Logan se aseó, se vistió y desayunó su taza de café para estar listo para la jornada de trabajo que le esperaba.
***
Para cuando se encontraba en la calle, su mente estaba algo menos distraída en el sueño y más pensando en su trabajo y más concretamente en el niño que tuvieron que atender cuando estaba finalizando la jornada anterior. Se trataba de un caso de atragantamiento que se les había complicado y casi pierden al niño.
En apenas veinte minutos, Logan llegaba al centro hospitalario de Washington D.C en el que trabajaba y donde se encontraba el resto de sus compañeros desayunando. Logan era el único que no solía desayunar allí ya que detestaba ese café de máquina que tenían.
— Buenas Logan, ¿Qué tal has dormido? ¿Has descansado bien tras la jornada de ayer? —Le pregunto Henry, el camillero, un hombre calvo y bastante robusto.
— Pues no muy bien precisamente, si os contara el sueño que he tenido fliparíais.
— ¡¿Ah si?! Cuenta —Intervino Steven, el conductor de la UVI móvil, justo antes de que sonara el teléfono que tenían para recibir los avisos.
— Creo que tendré que hacerlo más tarde —Rió Logan mientras todos se dirigían a la UVI móvil.
— Bueno, ¿Estáis preparados para esta tarde? —Pregunto Steven mientras daban la vuelta a una esquina.
— Yo estoy deseando partir — Afirmaba Logan
— A mi hay algo que me preocupa. He estado comprobando la ruta que vamos a seguir y he leído comentarios de gente sobre una isla que dicen que se debe de evitar. Los aviones y los barcos desaparecen cuando se acercan por allí —Aseguró Henry
— Pues la evitamos y ya esta, ¿Qué problema hay?
— Alex es un gran piloto, confiemos en él —Concluyó Steven justo antes de que llegaran al lugar del aviso donde se había producido un accidente de tráfico
***
En el lugar del accidente no tuvieron grandes complicaciones ya que no hubo graves daños personales, tan solo algunas contusiones por lo que enseguida pudieron regresar sin lamentar nada.
El resto de la mañana transcurrió con total normalidad, sin apenas avisos y los que había eran casos sencillos y de ninguna gravedad.
El turno termino y Logan regreso a casa para comer y preparar la maleta rápidamente pues a las 16:00 tenía que estar en el helipuerto para volar hacia China. Hacía meses que él y sus compañeros habían comenzado a organizar un viaje para visitar los lugares menos comunes del mundo y China era el primer sitio donde iban a comenzar su misión de exploración. Se habían cogido un permiso de 15 días para poder realizar este viaje. Afortunadamente, tenían compañeros capaces de sustituirles en su turno para que no tuvieran problemas para conseguir esos 15 días a la vez todo el turno.
***
Los tres se encontraban sobrevolando el océano en el interior de la avioneta que un muchacho rubio y guapete estaba pilotando. Se trataba de Alex, el piloto que habían mencionado esa misma mañana. El tiempo no acompañaba precisamente. Se vieron envueltos en una terrible tormenta.
— Nos acercamos a la “isla prohibida” –Bromeaba Alex entre risas
— No bromees con eso y asegúrate de que no nos acercamos –Le pidió Henry – Mira, en el radar ya sale visualizada. Parece que, por ahora, la tormenta no esta afectando en los sistemas –Terminó de decir justo antes de que el radar se viera afectado y se apagara — ¡¡Mierda!!
— No os preocupéis, me dio tiempo a ubicarme. Evitaremos la isla –Trataba de tranquilizar Alex — Todo ira bien.
En ese momento, un rayo alcanzaba una de las aletas de la avioneta partiéndola por la mitad haciendo que Alex tuviera que tratar de recuperar el equilibrio con la otra aleta no logrando evitar que la fuerza del temporal fuera lo que estableciera la ruta a seguir.
— Deberíamos de saltar. Esto no me gusta nada.
— ¿Saltar? ¿Tú sabes lo peligrosas que son estas aguas? –Le preguntó Logan a Steven justo antes de que algo impactara en la avioneta haciendo que se partiera por la mitad separando la cabina del resto de la avioneta donde se encontraban Henry y Steven dejando a Logan y Alex impactados.
— Venga, coge, tenemos que saltar –Alex agarró un paracaídas que tenía a su izquierda y se la dio a Logan para que se la pusiera – Venga salta.
— ¿Y tú?
— Yo voy ahora, salta.
Al ver que Logan se había terminado de poner la mochila, Alex lo empujó arrojándolo al vació y justo antes de que otro rayo alcanzara la cabina produciéndose una explosión que se llevo la vida de Alex por delante.
Logan logró abrir el paracaídas a tiempo y caer a suelo firme para su sorpresa. La mala noticia era que, por lo que recordaba del radar, la única tierra firme que había por esa zona era la temida isla.
Finalmente, sus pies pisaron la arena de la playa donde, evidentemente, estaba cayendo esa fuerte lluvia que ya le tenía plenamente empapado manteniendo a su pantalón corto y camiseta pegados contra su cuerpo.
Buscó con su mirada a los restos del avión y pudo ver que salía una columna de humo hacia adentro de la isla. Entonces, la playa comenzó a ser testigo de una pequeña lluvia de algunos restos de la cabina que anunciaban a Logan lo que le había pasado a Alex.
— ¡Alex! –Susurró con tristeza – Tenías que haber saltado conmigo –Sus ojos se volvieron llorosos empezando a recorrerle la cara algunas lágrimas – Puede que el resto lo haya conseguido, debo de ir a mirar.
***
Logan salió de la playa y se adentro en el bosque que, por cierto, recordaba mucho al bosque de su sueño. Estaba repleto de árboles enormes e, incluso, juraría que acababa de escuchar algún aullido de lobos a lo lejos. Evidentemente, no se había olvidado de ese sueño y empezaba a temer que ese sueño pudiera ser una premonición o un aviso de algo. Por el momento, seguía hacia adelante sin pensar demasiado en eso. Le preocupaba más el resto de sus amigos que el significado de ese sueño.
Cuando llevaba varios minutos andando, pudo sentir que algo se movía entre los matorrales. Se frenó y vio como ese algo que se ocultaba empezaba a moverse en círculos. Logan se dio cuenta de que algo estaba a punto de saltarse encima suya y estaba convencido de que se trataba de un lobo. No espero más y pegó un gran salto para agarrarse a una rama que tenía sobre el, se balanceó y se subió sobre la misma rama logrando evitar por los pelos que le mordiera el lobo. Logan se arrinconó contra el tronco del árbol mirando con miedo al lobo.
Entonces, una lanza salió de la nada alcanzando al lobo y matándolo al instante. Un grupo de hombres aparecieron equipados con antorchas y armas rusticas
— Ya puedes bajar muchacho –Le indico uno de los hombres
— Muchas gracias –Le agradeció Logan antes de pasar a presentarse – Me llamó Logan.
— Yo Ricky, ellos son Peter y Stephen –Dijo señalando a dos muchachos que debían de ser de la misma edad que Logan. Ricky parecía ser más mayor, tal vez fuera el padre de esos muchachos — ¿Eres de esa avioneta que acaba de derribar la tormenta?
— Así es, pasamos por aquí unos amigos y yo rumbo a China pero la tormenta nos derribó. La tormenta partió la avioneta por la mitad. Parte la he visto caer en la isla con dos de mis amigos y en la otra parte quedó el que pilotaba y que iba a saltar justo detrás de mí pero no le dio tiempo.
— Vaya, lo siento mucho. No sois los primeros. Nosotros también estamos aquí porque una tormenta derribo nuestro barco. El fuerte oleaje derribo nuestro yate. Llevamos aquí una semana. Algo extraño pasa en esta isla. Las tormentas aparecen y desaparecen sin explicación. Se rumorea que esta isla esta hechizada y que las tormentas son una especie de mecanismo de protección. De cada naufragio, pocos sobreviven aunque, en nuestro caso, hemos tenido suerte.
— Entonces, ¿Hay más gente?
— Efectivamente, llevan años llegan náufragos y los supervivientes a los accidentes han construido una aldea donde acogen a todo el que pasa por esto. Nos ofrecen cama, comida a cambio de colaborar. Nosotros nos encargamos de patrullar y de buscar comida. También nos encargamos de recoger a nuevos náufragos como en este caso.
— ¿Entonces nadie ha logrado salir nunca de aquí?
— Alguno lo ha intentado construyendo una balsa y saliendo con buen tiempo pero ha sido salir a mar adentro y empezar la tormenta. Se ha decidido no volver a intentarlo hasta que se descubra otra manera.
— Tiene que haber algo que provoque esas tormentas. Suena de locos pero suena a que esta isla tiene algo que reacciona cuando alguien trata de entrar o salir de ella —Logan no estaba muy seguro de lo que estaba contando pero estaba tratando de ser realista y aceptar que esas tormentas no eran normales. El propio muchacho sintió algo raro en esas tormentas, como si algo vivo las controlará.
— Es posible. Por lo que se, hay equipos de exploración investigando la isla. Se que han encontrado restos de un templo y esta isla podría tener su propia historia.
En ese momento, se pudieron escuchar nuevos aullidos que anunciaban la llegada de más lobos.
— Será mejor que vayamos a la aldea. Allí estaremos seguros —Sugirió Peter, el bajito muchacho de tez pálida que llevaba su largo pelo moreno empapado.
— Yo tengo que ir al lugar del accidente. Puede que el resto de mis amigos sobreviviera.
— No te preocupes. Mientras nosotros veníamos hacia la playa para buscar a los supervivientes del trozo de avioneta que exploto sobre ella, otro grupo fue al lugar del impacto para hacer lo mismo. Si hay supervivientes, los llevaran a la aldea con total seguridad. Además, la aldea esta bastante cerca del lugar del impactó —Afirmó Ricky antes de pasarle a Logan una de las dos espadas que llevaba — Toma, puede que la necesites por el camino.
— ¡Gracias! —Susurró con voz triste
***
Los cuatro comenzaron a correr en dirección contraria a los lobos que, casualmente, era la dirección que debían de tomar y, tras un par de minutos, Logan pudo ver una especie de muralla hecha con troncos de árbol. Estaba claro que el asunto de la isla maldita llevaba mucho tiempo. Probablemente meses o años.
Cuando les quedaba muy poco para llegar ante la muralla, se vieron acorralados por unos tres lobos. Uno encaró a los dos muchachos, otro al maduro y el último a Logan.
El que encaraba a Ricky fue el primero en actuar saltando sobre él pero el hombre ladeo su cuerpo tajándole al lobo con su espada abriéndole una profunda herida con la que el lobo cayó muerto al suelo. A continuación y, sincronizadamente, actuaron los otros dos lobos de la misma forma y tanto Logan como Peter y Stephen hicieron el mismo movimiento que Ricky y ambos lobos acabaron muertos en el suelo.
— Vamos, ya casi estamos a salvo —Decía el hombre mientras se fijaba en el rostro de sorpresa de Logan al ver como había logrado sobrevivir al lobo.
***
Apenas un minuto después, llegaron ante la muralla y, más concretamente, a la entrada a la aldea donde, dos hombres, se encontraban en lo alto de la muralla y frente a una manivela de madera. La giraron para abrir la enorme puerta de madera dejando pasar a los cuatro.
Cuando entraron, Logan pudo ver como un hombre mayor, arropado con largos ropajes y acompañado de varios hombres armados, se acercaba.
— Alcalde, lo hemos encontrado cerca de la playa. Parece que, efectivamente, venía en aquella avioneta —Mientras Ricky hablaba, Logan se percataba de que dejaba de llover y que la tormenta empezaba a aminorar.
— Bienvenido muchacho y siento mucho lo que te ha pasado —Le dijo el alcalde mientras le daba la mano.
— Gracias, ¿Sabéis si han sobrevivido mis amigos?
— Sus amigos iban en la otra parte del avión. La que se estrello en el bosque – intervino Stephen
— Ya veo. Aun no ha vuelto el equipo que enviamos pero, no te preocupes, seguro que regresan enseguida con tus amigos —Trato de animar el alcalde al ver la cara de preocupación de Logan —Varios aseguran haber visto un par de paracaídas caer junto al trozo de avioneta por lo que todo apunta a que sobrevivieron al accidente.
— Ya veo —Una sonrisa se dibujo en el rostro de Logan cuando escucho lo de los paracaídas.
Si lograron saltar en paracaídas y abrirlos, significa que seguramente habrían llegado a la isla sin problemas. Solo quedaba confiar en que no les hubiera pasado nada con los lobos aunque el hecho de que tardaran tanto en llegar estando, supuestamente, más cerca era preocupante.
— Bueno joven. Mientras esperamos, te enseñare un poco la aldea. Ricky e hijos, gracias por todo, podéis iros a casa. Yo me encargo de enseñarle todo.
— Bueno Logan, un placer y nos vemos luego.
Tanto Ricky como sus hijos le dieron la mano a Logan antes de irse y dejarlo con el alcalde junto a quién comenzó a pasear dando una vuelta por la aldea.
La aldea no era precisamente pequeña. Estaba construida a partir de materiales naturales. Principalmente, troncos de árbol y madera aunque también había cosas hechas con metal para reforzar las construcciones. Se veía que se había usado restos de aviones o barcos para construir. Se podía apreciar un magnifico trabajo. Había muchas viviendas, una escuela, un restaurante e, incluso, armería y zona de entrenamiento.
— Como puedes ver, no vivimos del todo mal. La situación es terrible pero hemos sido capaces de sobrevivir con nuestro trabajo y esta aldea nos proporciona un hogar. No sabemos si permaneceremos toda la vida pero, al menos, nos permite sobrevivir al día a día.
— Ricky me ha dicho que estáis investigando el origen de las tormentas.
— Así es. Llevamos unos días haciéndolo y hemos encontrado lo que parece los restos de un templo. Parece que han encontrado unas ruinas junto a las montañas. Es posible que allí haya algo que explique lo que pasa con las tormentas. Tenemos buena gente encargándose de eso.
— Hablando de eso, me ha dicho Ricky que cada uno colabora de alguna manera y he pensado que me gustaría colaborar en la investigación de esas ruinas.
— Pues no suena mal. La verdad es que necesitamos gente y muy pocos se atreven a adentrarse tan adentro. Los lobos abundan por esa zona y las ruinas están algo inaccesibles. Sin embargo, es demasiado peligroso y no puedo dejar que vaya cualquiera. ¿Sabes pelear?
— Bueno, he hecho artes marciales pero no se si servirá mucho contra lobos. Vencí a un lobo antes pero fue un poco suerte y porque me guíe por lo que veía hacer a Ricky.
En ese momento, se pudo escuchar que abrían la entrada de la muralla y tanto el alcalde como Logan se giraron para ver como Steven y Henry llegaban sanos y salvos acompañados de algunos hombres armados aunque con las ropas destrozadas y mostrando algunas heridas.
— ¡¡Logan!!
— ¡¡Henry!! ¡¡Steven!! –Los tres se enzarzaron en un fuerte abrazo
— Como me alegro de que estéis bien. Temía por vosotros.
— Casi no lo contamos, fuimos acorralados por unos lobos. Suerte que tuvimos la ayuda de estos hombres. Nos dijeron que vieron la cabina explotar en el aire alcanzada por un rayo. Creíamos que estabais muertos pero… un momento… ¿Dónde esta Alex? –Pregunto Henry a Logan haciendo que este, con los ojos llorosos, negase con la cabeza haciendo que la tristeza reflejada en el rostro de Logan se contagiara.
— Bienvenidos muchachos –Intervino el alcalde después de alcanzarles tras quedarse atrás cuando Logan salió corriendo – Yo soy el alcalde, me encargo de guiar a todos los refugiados.
— Gracias alcalde, un placer –Henry y Steven le dieron la mano sin cambiar esa mirada de tristeza que se les quedo al saber que Alex no había logrado sobrevivir.
— Siento lo de vuestro amigo. No es la primera victima que se lleva estas misteriosas tormentas –Afirmaba el alcalde
— ¿Misteriosas? –Preguntó Henry sorprendido
— Creen que las tormentas no son normales. Solo aparecen cuando alguien se acerca a la isla o cuando alguien trata de salir de ella. Han encontrado unas ruinas que podrían dar una respuesta a si hay algo que las controla. Creen que es una especie de mecanismo de defensa sobrenatural de la isla –Les explicó Logan — Yo le estaba pidiendo al alcalde que me dejase participar en la investigación.
— ¿Ah si? Nosotros también, ¿no? —Le preguntaba Steven a Henry haciendo que asintiera
— Un momento muchachos. No todos quieren participar por una buena razón. Esas ruinas se encuentran en la zona más peligrosa de la isla. Los miembros del equipo que se encargan de investigar son personas que saben moverse y sobrevivir a una situación así. Están entrenados. ¿Estáis seguros de querer participar? Hay muchas más tareas para realizar. No es necesario que hagáis la más arriesgada de todas.
— Bueno, nosotros éramos paramédicos. Camillero, médico y conductor de UVI móvil pero tenemos conocimientos. Podríamos ayudar a curar enfermos o heridos.
— Yo quiero participar en las incursiones. Me someteré a los entrenamientos que haga falta –Intervino Logan tajantemente – Encargaros vosotros de los cuidados médicos. ¿Os parece bien?
— Esta bien. Supongo que esta aventura llama tu atención –Le decía Steven a Logan con una sonrisa
— En ese caso Logan, ya que veo que estas decidido déjame que te presente a alguien que te ayudara a convertirte en un guerrero –Comentaba el alcalde mirando hacia un joven de cuerpo tonificado y vestido de militar que se acercaba, casualmente, hacia ellos – Edgar, ven un momento.
— ¡Alcalde! ¿Desea algo?
— Si, mira, te presento a Logan, Stephen y Henry, son los supervivientes de la avioneta que acaba de derribar las tormentas. Logan quiere participar en la investigación de las ruinas pero necesita entrenamiento a causa de los peligros que supone la aventura. ¿Podrías encargarte de entrenarlo?
— Por supuesto, será un placer. Haré de él un guerrero y tratare de evitar que no acabe descuartizado por los lobos –Bromeaba el militar con una sonrisa mientras le daba la mano a su nuevo discípulo – Prepárate chaval, no pienso ser blando.
— Tranquilo, no lo necesito —Le respondió Logan sonriente
— Genial, puede que logre algo contigo. Alcalde, me lo llevo ya. Despídete de tus amigos si quieres, a lo mejor no sobrevives a mi entrenamiento inicial —Afirmaba el joven entrenador.
— Nos vemos luego —Logan se despidió de sus amigos y del alcalde para irse con Edgar
***
Logan siguió a Edgar hasta la zona de entrenamiento donde había gente entrenando con diferentes tipos de armas.
— Dime, ¿Tienes algún conocimiento de artes marciales? Se te ve en forma —Le decía Edgar
— Si, llevo toda la vida entrenando diferentes artes marciales.
— En ese caso, veamos lo que sabes.
Edgar, el entrenador militar, y Logan se adentraron en la zona de entrenamiento, cogieron sitio y comenzaron a pelear sin armas intercambiando diferentes movimientos de puño y patada y aumentando la intensidad de la pelea a medida que pasaban los segundos.
— No lo haces nada mal, jovencito –Juzgaba Edgar tras esquivar por los pelos una patada alta con la que Logan casi le golpea la cabeza
— Te dije que llevo mucho tiempo entrenando – recordó Logan manteniendo su característica sonrisa antes de pegar una voltereta hacia atrás para tomar distancia
— Y se nota pero saber pelear no servirá contra lobos hambrientos. Las artes marciales son ideales para enfrentamientos cuerpo a cuerpo pero en el campo de batalla y en un enfrentamiento contra bestias, no será suficiente. Necesitas aprender a usar armas. Si has hecho varias artes marciales, seguramente hayas visto algo de armas pero no creo que hayas tenido un entrenamiento idóneo para un sitio así.
Edgar agarró tres palos de bambú que había en uno de los pilares llenos de armas que había en esa zona y le paso un par a Logan.
— Te lo voy a poner fácil. Yo peleare con una y tú con dos. Los palos de bambú se usan mucho en diversos artes marciales. Dime, ¿Has trabajado con ellos?
— Así es, algo he trabajado.
— Pues veamos. Quien sabe, igual me sorprendes.
Edgar dejó a Logan realizar el primer movimiento e instantáneamente comenzó un intercambio de golpes con los palos que eran inmediatamente bloqueados aunque, pronto, Edgar logró golpearle en el estómago haciendo que el novato se encorvara gritando de dolor mientras que aprovechaba para realizar un nuevo movimiento y golpearle por el pie y así llevarle por delante haciendo que cayera al suelo de bruces.
— Lo que me imaginaba. Sabes manejarlos pero no has recibido un entrenamiento de cara a un enfrentamiento real. Los entrenamientos de armas que se realizan en los gimnasios están enfocados a exhibiciones. No están orientadas a combates reales.
— ¿Y cuanto crees que tardare en aprender? –Preguntaba Logan mientras se reincorporaba y trataba de tomar algo de aire
— No te preocupes. La técnica la tienes y, gracias a eso, todo será más rápido. Si trabajamos duro, es posible que en una semana estés preparado. Será decisión mía darte luz verde para ir con nosotros a explorar las ruinas.
— ¡¿Nosotros?! ¿Tú también formas parte del equipo de expedición?
— Así es, de hecho soy el líder del grupo. Hasta el próximo martes no volveremos a las ruinas así que, hasta entonces, tenemos tiempo para entrenar.
— Esta bien. Me esforzare para poder ir con vosotros.
— Genial. Eso me gusta. Ahora quiero preguntarte una cosa. ¿Has hecho alguna vez tiro con arco?
— Algo aunque hace años que no lo hago.
— Ósea que tienes algunas nociones
— Si eso si, ¿Por qué?
— Saber manejar espadas es importante en un ambiente hóstil pero también lo es el manejo de armas a larga distancia. Las balas de pistola se han terminado por lo que ahora creamos arcos, flechas y lanzas. Muchas veces, las armas a larga distancia evitan que tengamos que enfrentarnos cuerpo a cuerpo con los lobos. Aparte de entrenarte a manejar los palos cuyo objetivo final es que seas capaz de usar las espadas, te enseñare a usar bien el arco pero lo vamos a dejar por hoy. Acabas de llegar a la isla y necesitaras descansar. Descansa y mañana por la mañana nos vemos. Pienso convertirte en un guerrero.
***
Tras el pequeño entrenamiento inicial, Logan regresó con sus amigos, a quienes encontró en una pequeña clínica donde les habían ofrecido una de las “consultas” para que atendieran a sus enfermos. La clínica tenía lo básico y, a pesar de las condiciones en las que se encontraban, no estaba mal del todo. Reunidos los tres y comentando Logan como le había ido su entrenamiento, se fueron a su nuevo hogar. El alcalde les había enseñado a Stephen y Henry donde iban a vivir a partir de ahora.
Su nuevo hogar era una casa con cinco habitaciones y, a ellos, les habían entregado la última que quedaba libre de esa casa. La habitación tenía tres camas individuales con mesillas, un armario, una mesa pequeña con tres sillas y un baño con las comodidades que permite la isla.
Los tres estaban tan cansados que, aunque era de día, decidieron echarse la siesta y no tardaron en quedarse dormidos.
Cuando Logan se quedo dormido, no tardó en desaparecer del interior de la cama dejándola vacía y sin rastro del muchacho.
***
Su cuerpo reapareció en medio del desierto, en la misma posición que tenía cuando desapareció de la cama y únicamente con sus bóxer negros, que era lo que llevaba cuando se metió.
El calor del desierto hizo que Logan no tardara en despertarse notando la áspera arena. Sorprendido, Logan se reincorporó sacudiéndose la arena para luego contemplar el lugar en el que se encontraba.
<<¡¿Qué?! ¿Dónde me encuentro? ¿Qué hago aquí?>>.