17/12/2017 10:18 AM
(This post was last modified: 17/12/2017 10:54 AM by Logan Allen.)
Capítulo 02: Nuevo Egipto
Logan se encontraba en medio del desierto muy desconcertado. Estaba convencido de que estaba soñando pero lo cierto es que ese calor abrasador le hacia dudar realmente de que todo fuera un sueño. Si fuera realmente un sueño, no sentiría ese calor.
No podía quedarse allí por lo que, entre dudas, no podía hacer otra cosa que caminar e intentar encontrar algo. La arena estaba tan caliente que sentía que sus pies iban a empezar a arder de un momento a otro. Había algo de brisa que levantaba la arena ensuciándole pero estaba a una temperatura demasiado elevada como para que aquella brisa sirviera de algo.
Pasarían unos veinte minutos cuando pudo escuchar algo aproximarse. Se giro y vio que se acercaban tres camellos con tres hombres encima vestidos únicamente con esa especie de taparrabos que se llevaba en el Antiguo Egipto y esa tela con la que se tapaban la cabeza.
- Un momento, ¿Estoy en el Antiguo Egipto? Es cierto que estaba pensando en esta época pero… que fuerte.
Los tres camellos le rodearon y se detuvieron dejándolo encerrado en ese círculo que habían formado con sus camellos.
- ¿Quién eres tú? ¿Qué haces aquí? ¿Y que es eso que llevas? – le pregunto uno de esos hombres que acababan de bajarse de los camellos desenvainando una extraña arma con hoja de media luna
- Es increíble. Y además, entiendo vuestro idioma. Este es un sueño muy bueno, sin duda.
- ¡Contesta!.
Se altero uno de los hombres golpeándole un puñetazo a Logan en el estómago con el que lo derribo de bruces al suelo
- ¡Cogerlo!
Los otros dos egipcios agarraron a Logan de los brazos y lo mantuvieron arrodillado.
- Logan, me llamo Logan – se apresuro a contestar Logan temeroso de que lo degollaran o algo – Y no se que hago aquí. Estaba durmiendo y me he visto aquí de repente. Alguien me debió de traer – explico Logan sin saber muy bien lo que estaba pasando - ¿Y esto? Esto es un calzoncillo.
- ¿Calzoncillo? ¿Qué es calzoncillo? – pregunto uno de los que le agarraban
- Pues es lo que lleváis vosotros puestos pero con una tela diferente.
- ¿Y que animal suelta esa tela? – pregunto el otro egipcio curioseando
- Un animal sintético supongo – respondió Logan vacilando al hombre al no saber muy bien que contestar
- ¿Qué hacemos, capitán?
- Lo llevaremos a la ciudad. Que el Rey Tutransis decida.
- ¡¿Tutransis?! – se pregunto Logan así mismo – Definitivamente esto es un sueño muy original.
Amablemente, le ayudaron a subir a uno de los camellos y se lo llevaron a la ciudad. Tal y como sospechaba Logan, la arquitectura de la ciudad era propia de la época del Antiguo Egipto. Las personas vestían como en aquella época y se respiraba el ambiente que figuraba en los libros de historia. Hasta ahora, lo único que no encajaba era la existencia de un rey egipcio llamado Tutransis pero... ¿Qué sueño es completamente realista?
La ciudad parecía ser Alejandría pero tampoco era la Alejandría exacta de la época. Había algún que otro palacio o templo que Logan no recordaba que existiera ni en aquella época ni posteriormente.
- Bienvenido al Palacio de Tutransis, el elegido de los dioses y rey de Nuevo Egipto – susurro el que parecía mandar más de los tres
- ¡¿Nuevo Egipto?! – pregunto Logan sorprendido
- Muchacho, ¿Pero tú que tomas? – preguntaba el hombre que le había llevado creyendo que el muchacho lo estaba vacilando – Vamos, síguenos.
Aquí comenzaban las verdaderas diferencias. Los guardias de la entrada no llevaban un vestuario acorde a la época. No es que estuvieran hechos con materiales inexistentes, es que llevaban armaduras doradas que cubrían las zonas vitales de su cuerpo y, al menos Logan, no recuerda que los guardias vistieran así en aquella época.
El interior del palacio era espectacular. Un gran pasillo de piedra dorada y con enormes estatuas a los lados en alusión a varios de los dioses egipcios. Al final, un gran portón de oro custodiado por dos guardias.
- ¿Quien es? – pregunto uno de los guardias
- Le hemos encontrado en el desierto perdido. Creo que ha perdido la memoria. Tiene serias lagunas. Ni siquiera sabe que este planeta se llama Nuevo Egipto.
- ¡¿Cómo? ¡¿Qué el planeta se llama Nuevo Egipto?! ¿Y soy yo el que ha perdido la memoria? Estáis todos locos – Logan recibió un nuevo golpe en su vientre haciendo que se encorvara
- ¿Lo ves? Queremos presentarle ante el rey para ver que hacemos con él – afirmo el soldado
- El rey esta algo indispuesto ahora mismo – aseguro el guardia
- Que entren… - se escucho decir a alguien detrás del portón y como si estuviera jadeando
Los dos guardias abrieron el portón y lo que Logan pudo ver fue a un tipo de forma física similar a la suya, tumbado sobre un sofá desnudo y con tres chicas desnudas haciendo sexo con él. Una le chupaba la entrepierna mientras las otras dos se repartían el resto del cuerpo.
- ¡Tutransis! El rey dios de la lujuria. No, no me suena – pensaba Logan para sí mientras que el juguete sexual hacia a las chicas irse mientras, empalmado, se levantaba para coger su “taparrabos” dorado y se tapaba sus vergüenzas
- Bueno, veamos.
Después de que las chicas se fueran pasando junto a Logan y observándolo, sonrientes, de arriba a abajo, Tutransis se acerco a Logan y comenzó a observarle de arriba abajo. Por último, fijo sus ojos en los de Logan durante unos segundos y luego sonrió.
– Dejarnos solos y cerrar la puerta.
Los tres hombres que rescataron a Logan del desierto salieron de la sala cerrando el portón, los guardias, tras su salida.
Al acabar solos, Logan aprovecho para recorrer la estancia con la mirada. Era una sala que hacía las veces de salón del trono y comedor. Era muy amplia, con columnas, varios sofás alrededor de mesas bajas y redondas con recipientes con fruta y una larga mesa con algunos recipientes de la época con diversos brebajes.
- ¿Quieres un poco de vino? – le ofreció Tutransis mientras se acercaba a la mesa para servirse un poco de vino en una de las copas doradas
- Un poco, gracias – no quería ser descortés por lo que se vio comprometido a aceptar
- He oído la conversación del vestíbulo por lo que se cual es tu situación. También tengo las respuestas a las dudas que te están pasando por tu cabeza – afirmo el rey mientras servía vino en la segunda copa y se la acercaba a Logan – Se que crees que esto es un sueño.
- ¡¿Cómo?! ¿Cómo lo sabes? – pregunto Logan sorprendido
- Del mismo modo que se que hace un momento me consideraste el rey dios de la lujuria.
- ¡¿Telepatía?!.
- Efectivamente. No me llaman el heredero de los dioses por ponerme un nombre. Es cierto que los propios dioses me eligieron como rey. Aquí, en Nuevo Egipto, los dioses eligen al rey supremo del planeta para ser su máximo representante y, al nombrarlo, le otorgan ciertos dones. En mi caso, la telepatía es uno de ellos. Y Alejandría no es una ciudad, es un país. Esta Alejandría capital y Alejandría como país.
- ¿Pero como es posible? – pregunto Logan que, cada vez, se encontraba más confundido
- Por lo que veo, debes de venir de otro universo. Otro, en el que Egipto tan solo es una pequeña parte del planeta. Por lo que he visto en tus recuerdos, tuviste un accidente con el que acabaste en una isla en tu mundo y, luego, llegaste a una aldea de supervivientes donde te acogieron y te dieron un hogar. Y al dormirte, acabaste aquí guiado por el mero hecho de que estabas pensando en el Antiguo Egipto. ¿Me equivoco?
- En nada.
- Creo que tengo la respuesta al porque estas aquí.
- ¡¿Ah si?! – Logan bebió un poco de vino
- No eres un humano corriente. Al analizar tu cuerpo, he visto que posees dones especiales. Por lo que he visto tus dones han estado dormidos hasta ahora pero hace unas 12 horas que han comenzado a despertar. Parece que, uno de esos dones, es tu capacidad para viajar entre mundos. Seguramente, al pensar en el Antiguo Egipto y al no dominar aún tu poder, acabaste viajando hasta aquí sin darte cuenta.
Cuando Tutransis dijo lo de las 12 horas, Logan recordó que hace 12 horas estaba durmiendo en su cama soñando con aquel bosque, aquellos lobos y aquel misterioso artefacto cegador.
- ¡¿12 horas?! – pregunto Logan sorprendido – Hace 12 horas, estaba “soñando” que encontraba unas extrañas ruinas en un bosque y, en esas ruinas, me encontré un artefacto que me hizo “despertar”.
- Seguramente no fuera un sueño, al menos, no un sueño normal – opino Tutransis – No se mucho sobre este asunto, solo se lo que veo en tu mente, en tus recuerdos y lo que me dijeron los dioses.
- ¡¿los dioses?!
- Así es. No es casualidad que esos forajidos te trajeran ante mí. Tenían orden de traerme a todo aquel individuo que se encontraran de aspecto extraño y un tanto confundido.
- Un momento, ¿Sabías que iba a venir?
- Por supuesto. ¿O acaso crees que el Rey Supremo de Egipto iba a interesarse por ti por tu simple cara bonita? Había una posibilidad de que aparecieras. El Consejo de la Luz, liderado por los dioses Ra y Horus, me encargo la tarea de recibirte si aparecías. Al parecer, ellos sospechaban lo que iba a pasar. También me dijeron que, si aparecías, me encargase de ayudarte a controlar tu don.
- ¿Y porque tienen los dioses tanto interés en mi?
- Eso me gustaría saber a mi también créeme – afirmo Tutransis bajando un poco la voz y antes de beber un poco de su copa – Parece que tienen un gran conocimiento de lo que ocurre en otros mundos y, en mi humilde opinión, deben de saber muy bien lo que eres. Hasta dioses como Seth se han visto interesados en ti.
- Quiero verles – afirmo Logan decidido a pesar de lo confusa que era la situación que se le estaba planteando de que los dioses egipcios fueran reales. Y mucho más, que estuvieran interesados en él.
- Un momento – dijo Tutransis tras casi atragantarse y mientras soltaba su copa – Reunirse con el Consejo no es nada fácil. Son ellos normalmente los que citan. Nadie pide audiencia con ellos. Te podrían matar por intentarlo. Ellos te citaran cuando vean oportuno y si lo ven. Entre tanto, deja que cumpla con el cometido que me encomendaron. Además, si me dejas ayudarte, puede que esta noche estés de vuelta a esa acogedora isla.
- ¡¿Acogedora isla?! ¿Por qué querría reaparecer allí? Quiero reaparecer en mi mundo pero no en la isla. Quiero reaparecer en tierra firme y pedir ayuda para rescatar a mis amigos y al resto de personas que yacen en la isla – comento Logan decidido
- ¿Pero tu estas loco o que? – le pregunto Tutransis – Por lo que he visto en tus recuerdos, se cree que esa isla reacciona ante los intentos de acceso y salida. Si haces eso, volverás a quedar atrapado o, peor, muerto – El Rey Supremo hizo una pausa antes de aconsejarle sobre el asunto – Debes volver a la isla y resolver el misterio de las tormentas. Solo entonces, podrás sacar a todos de allí.
- Esta bien – respondió Logan algo desanimado
- Vamos, anímate. Tus dones han comenzado a despertar y seguro que terminas resolviendo el misterio. Ahora, déjame hablarte de tu don del teletransporte interdimensional – Tutransus hizo una pausa antes de continuar mientras bebía un poco de vino – Por lo que me advirtieron los dioses y por lo que he visto en tus recuerdos, estos “viajes” te ocurren al dormir. Y cuando llegaste aquí, te dormiste pensando en el Antiguo Egipto. Como tus poderes están despertando todavía, es posible que, de momento, tu poder se vea muy susceptible al dormir. Creo que la razón por la que viajaste, es porque, en ese momento que piensas en el Antiguo Egipto, al estar durmiéndote, digamos que dejas a un lado esa conciencia tuya que te permite separar los sueños de la realidad. Creo que eso es lo que activa tu don: pensar en un sitio e imaginártelo como si fuera real, tangible y no un mero sueño. ¿Entiendes por donde voy?
- Creo que si. Eso significa que… ¿Si hoy me voy a la cama y me duermo mientras pienso en la isla, es muy probable que acabe allí?
- Seguramente pero debes tener cuidado. Si en vez de pensar en la isla, estas pensando en, por ejemplo, una batalla, es probable que acabes en un mundo donde se den batallas con las características que tu estas pensando. Esto te lo digo por ponerte un ejemplo.
- Creo que lo he entendido.
- Pues si lo has entendido, hemos terminado la parte teórica de la lección. Cuando llegaste, lo hiciste porque estabas cansado y te fuiste a la cama por lo que no me creo que ahora no estés cansado. Deberías de ir a dormir y tratar de hacer lo que te he dicho. Tal vez logres volver antes de que se den cuenta de que te fuiste – opino el joven rey mientras se paseaba con la copa para coger un par de uvas de una de las fuentes de fruta – Tengo que hacer algunas cosas así que puedes quedarte a dormir en mi lujoso sofá. No volveré hasta mañana al amanecer así que confío en que no estarás cuando yo vuelva – sospecho Tutransis mientras se comía una de las uvas acercándose a Logan – Mucha suerte Logan. Espero que algún día decidas volver a pasarte por aquí. Por lo que veo, no eres un mal guerrero y me gustaría medirme un día contigo. También puede que el Consejo de la Luz quiera hablar contigo pero sospecho que si eso llega a suceder, ellos mismos se encargaran de que lo sepas.
- Muchas gracias por todo – concluyo Logan amablemente
- Oh, no me las des. Solo hice los que mis jefes me ordenaron. Vamos, duérmete o te veo dando explicaciones de donde has estado – El rey Tutransis se fue de la sala dejando a Logan solo
Logan no se encontraba precisamente a gusto durmiendo allí. Tenía que hacerlo en el mismo sofá donde, hace un momento, se encontraba Tutransis haciéndolo con tres a la vez. Lo peor era que no tenía remedio y que, la verdad, es que estaba muerto de sueño.
Se acomodo en el sofá e intento hacer lo que Tutransis le dijo pero, desafortunadamente, estaba tan agotado que no le dio tiempo a dejar de pensar en el sitio en el que se encontraba para pensar en la isla. Su don no reacciono en esta ocasión y se quedo roque en el sofá de Tutransis.
A la mañana siguiente, una buena cantidad de agua caía sobre la cabeza de Logan despertándolo bruscamente y haciendo que se levantara del sofá. El se encontraba en boxer, empapado y frente a Tutransis que sostenía la jarra de agua y esbozando una sonrisa de par en par.
- Veo que ha funcionado muy bien – comento Tutransis que iba vestido con su taparrabos dorado y esa “camiseta” blanca que llevaba por dentro de la cintura del taparrabos– Y por eso he decidido darte una ducha por adelantado. Te has quedado roque, has dormido unas cuantas horazas y ahora tendrás que esperar a volver a coger sueño y no puedo permitir que mi invitado se pasee tan sucio. Y hablando de suciedad…
Tutransis desenvaino esa espada de hoja de media luna que llevaba y, con ella, dibujo velozmente un par de cortes hacia los boxer de Logan y, estos, cayeron en dos mitades al suelo dejando a Logan en pelotas pillándole desprevenido.
– No puedes estar aquí con una tela inexistente en este mundo. Toma – Tutransis le entrego uno de esos taparrabos blancos y una especie de “chanclas” – Esto te servirá
– Luego, el rey supremo le paso otra de esas espadas para que se la colocara a la cintura – Para que vayas protegido. ¿Sabes usarla?
- Pues no, evidentemente, no.
- No hacia falta que contestaras. Era una pregunta retórica.
Tutransis termino de hablar lanzando un tajo a su cabeza pero Logan logro bloquearlo.
– Venga, déjame enseñarte un poco.
El despertar de Logan se convirtió en una clase de entrenamiento de khopesh, la singular espada egipcia. Como era de esperar, el manejo del arma era complicado ya que no era una espada corriente. Era más difícil que una espada normal. Ya no era solo difícil el manejarla sino el bloquear una Khopesh con otra Khopesh.
Durante el entrenamiento, ambos pudieron compartir su pasión por el combate y paso la mañana sin que se dieran cuenta. Logan disfrutaba aprendiendo y Tutransis disfrutaba enseñándole y dándole palizas abriéndole alguna que otra herida superficial. Al final, Logan logro desarmar a Tutransis colocando la hoja de su khopesh en el cuello de Tutransis dando por finalizada la clase de entrenamiento.
- Lo has hecho bien – felicito Tutransis con una sonrisa
- ¿Me has dejado ganar verdad? – pregunto Logan sospechando la respuesta
- Era una clase de entrenamiento para enseñarte. No podía ser duro. Si hubiera peleado como se, habrías perdido la cabeza – aseguro Tutransis antes de rodear a Logan con su brazo – Venga, vamos a darnos un baño antes de ir a almorzar. Nos hemos entusiasmado tanto que nos hemos saltado el desayuno.
Era evidente que estaba comenzando una relación de amistad entre Tutransis y Logan. Logan era el protegido de Tutransis, por orden de los dioses pero parecía que estaban creando un vínculo de amistad bastante poderoso. Tutransis no era un rey cualquiera. Era un rey cercano a sus ciudadanos. Pasaba su tiempo libre en los bares, acostándose con chicas y relacionándose con los “barrios bajos” y era alguien muy admirado en “Nuevo Egipto” aunque también temido por aquellos que amenazan con destruir la libertad de la que gozan sus gentes.
A Tutransis le gustaba mucho hacer amigos por lo que no es sorprendente que, dado lo amigable que es Logan, haya conectado tan bien con él.
Tal y como decía Tutransis, ambos se fueron a los baños del palacio que eran una especie de jacuzzi con jabones naturales. Como ya se ha ido viendo, Nuevo Egipto no era el Antiguo Egipto que Logan conocía. Aunque había muchas similitudes, también había bastantes diferencias por lo que no debería sorprender la aparición de elementos que en nuestro Antiguo Egipto no existiera, e incluso, que ni existe.
Los dos estuvieron un buen rato en el baño hablando de sus cosas. Logan le contaba a que se dedicaba y Tutransis le contó que sus padres murieron de enfermedad y que fue acogido por los dioses. Ellos, los dioses, lo cuidaron y le enseñaron otorgándole ciertos dones para luego colocarlo como máximo representante de Nuevo Egipto. Por lo visto, antes, no había un representante de los dioses. Cada territorio seguía las ordenes de uno de los dioses pero eso generaba problemas y decidieron poner a Tutransis como rey supremo y que fuera él tanto el representante de las divinidades como el intermediario creándose posteriormente el Consejo de la Luz, liderados por Horus y Ra, y el Congreso de la Noche, liderados por Seth y Anubis, para que Tutransis no tuviera que ir de un lado para otro.
Tutransis explico que el Consejo de la Luz se encargaba un poco de los temas civiles y sociales, y tramitaban los asuntos penales mientras que el Congreso de la Noche era el que establecía las sentencias y las ejecutaba. Ambos, el Consejo de la Luz y el Congreso de la Noche, forman el Tribunal del Ankh. El Tribunal del Ankh se encargaba del poder legislativo de Nuevo Egipto y estaba formado 12 miembros, 6 divinidades del Consejo de la Luz y 6 divinidades del Congreso de la Noche. El Tribunal del Ankh también se encargaba de controlar las acciones de los distintos gobiernos que rondan por nuevo Egipto y que dirigen diversos faraones.
Tras la clase de derecho que Tutransis le acababa de dar a Logan para que viera como funcionaba ese mundo, el rey supremo invito a su nuevo amigo a disfrutar de los manjares que les ofrecieron en el gran salón para desayunar que no era otra cosa que fruta.
- Señor, ha llegado un mensaje de parte del Consejo de la Luz – aviso uno de los guardias tras entrar por la puerta
- ¿Ah si? ¿Qué pasa? – pregunto Tutransis sospechando acerca de que se trataba
- Quieren ver al invitado mañana al amanecer.
- Esta bien, puedes irte – Tutransis hizo al guardia irse cerrando la puerta - No se les escapa una – le comentó a Logan – Deben de saber que no has logrado irte y querrán aprovechar para verte. Ahora, no metas la pata y te teletransportes esta noche. Puede que mañana tengas las respuestas que buscas.
- Descuida. Ahora que se como funciona mi… poder… podré evitar que pase cuando no quiera – afirmo Logan antes de comerse una uva – Aunque reconozco que me preocupan mis compañeros. No se que estarán pensando al no encontrarme por ningún lado.
- Bueno, si la audiencia fuera en 48 horas, te diría que regresaras a la isla esta noche pero no creo que sea bueno desaprovechar esta oportunidad. Además, si quieren hablar contigo es que es algo realmente importante. Puede que, incluso, tenga que ver con lo de la isla – comento Tutransis mientras masticaba el trozo de manzana que se había llevado a la boca y dejando a Logan pensativo
Después de irse a desayunar, el rey Tutransis decidió llevarse a Logan por la ciudad para que tomara un poco el aire aunque la idea de Tutransis era llevárselo a un prostíbulo donde, al parecer, las cortesanas usaban la música para acandilar a sus clientes. Allí, los dos disfrutaron de los placeres que otorgaba el lugar antes de irse a comer a una taberna donde cocinaban muy bien la carne y Logan pudo disfrutar sin tener que pagar nada gracias al detalle de Tutransis.
Tras comer y regresando hacia el Palacio, Logan y Tutransis se toparon con un conflicto en una de las calles comerciales llenas de puestos. Al parecer, varios bandidos habían desenvainado sus espadas amenazando a un vendedor de armas.
- Ehhh, vosotros. Dejarla en paz – ordeno el rey Tutransis
- Oh, majestad, el sirviente de los dioses – se mofo uno de los bandidos
- ¿Te estas mofando del ojo derecho de los dioses? – pregunto Logan sorprendido
- Déjalo amigo, se ve que no tiene cerebro – respondió Tutransis
- ¡¿Que no tengo cerebro?! – pregunto el bandido sorprendido antes de lanzarse contra Tutransis
Pero este, en un ágil movimiento, esquivo al bandido mientras desenvainaba su khopesh decapitándolo. Cabreado, Tutransis hizo que sus ojos empezaran a brillar intensamente y que los cuerpos del resto de bandidos se pulverizaran sin más.
- Espero que esto no te haya asustado – le termino diciendo Tutransis a Logan después de devolverle la normalidad a sus ojos mirándole fijamente
- Bueno, en mi mundo eso sería castigado penalmente y la verdad es que no apruebo este tipo de sentencias tan desproporcionadas.
- ¿Qué quieres decir? Han tratado de matar al rey supremo de Nuevo Egipto. Actúe por defensa propia.
- Eso es defensa propia – Logan señalo al decapitado – No lo que acabas de hacer con los ojos.
- Un momento Logan. Entiendo y respeto que tu mundo funcione diferente pero Nuevo Egipto no es tan “sencillo” como tu mundo”. Estos “bandidos” no eran meros bandidos eran demonios enmascarados como humanos. Pude ver su interior y te prometo que no eran personas.
- ¡¿Demonios?! – pregunto Logan sorprendido
- En efecto. Por lo que veo en tu mente, también hay cierta creencia en tu mundo sobre demonios. Aquí son muy reales y tienen terribles poderes. No se les puede detener ni juzgar. Solo se les puede eliminar como yo acabo de hacer.
En ese momento, se escucho un estruendo y Logan y Tutransis vieron a unos tipos con armaduras con cabeza de chacal como casco, destrozando un puesto con sus enormes lanzas cuyas puntas brillaban en un tono verdoso.
- Esta vez, déjame actuar a mi – Logan se fue corriendo sin hacer caso a Tutransis cuando le decía: “No, espera. Ellos no…”.
- Eii, dejarlo en paz – ordeno Logan mientras desenvainaba su khopesh
- Muchacho, no intervengas. Solo estamos haciendo cumplir la ley – decía uno de los “soldados chacales” - Vamos, paga o te quedaras sin puesto – el soldado devolvió su atención en el mercader golpeando la mesa con la punta de la lanza destrozándosela
- Se acabo. Acabare contigo, demonio.
Logan se lanzó a la espalda del demonio y lo decapito con su khopesh. Al hacerlo y caer la cabeza con el casco, el cuerpo cayó desapareciendo la armadura dejando al cuerpo con el clásico taparrabos blanco y las chanclas. Los otros tres soldados apuntaron a Logan con sus lanzas para acribillarlo con esas luces verdosas pero Logan logro esquivarlos acabando con otros dos de ellos dejándoles también sin cabeza.
- Pagaras por esto – el último soldado chacal salió huyendo por patas
- Gracias muchacho – agradeció el mercader haciendo que Logan asintiera con una sonrisa y antes de que Logan se girara para ver como Tutransis llegaba ante él con una gran mirada de susto
- No sabes lo que acabas de hacer. Esos no eran demonios, eran la guardia del Congreso de la Noche. Patrullan las calles para asegurarse de que se cumple la ley. Y tú acabas de matar a tres de ellos.
- ¿Cómo que son del Congreso de la Noche? Yo creí que eran demonios, se estaban propasando con el pobre mercader
- Te estaba diciendo que este mundo no es como el tuyo. Dada la existencia de seres como Demonios, las leyes se han visto muy endurecidas los últimos años. Y ya no solo por los demonios, no me voy a ponerme a darte lecciones de historia. La cosa es que acabas de matar a guardias de los dioses y esto te traerá consecuencias.
- ¿Y que puedo hacer?
- Solo puedes hacer una cosa. Huir. Vuelve a tu mundo. Seguramente, llegue una orden de tu captura o esperen a que te presentes mañana. Debes irte esta noche. Los dioses son muy poderosos y son capaces de localizarte aunque estés en tu mundo pero hacer eso requiere aprobación y, para eso, necesitan tiempo. Tiempo que utilizare para tratar de calmar las cosas y que te perdonen. A fin de cuentas, es normal que no supieras que eran la guardia y, bueno, juega a tu favor que tienen mucho interés en ti.
Tutransis se llevo a Logan al Palacio y fue a la sala de curas para pedir una especie de medicina que se elaboraba en Nuevo Egipto para permitir a alguien conciliar el sueño.
- Bien, esta vez necesitamos que funcione si o si por lo que, aunque es peligroso, usaremos el Elixir del Sueño. Es peligroso usarlo porque podrías quedarte dormido por días e, incluso, entrar en coma. Solo se debe usar en extrema urgencia pero creo que esta es una de ellas. Ahora, échate y cuando estés seguro que tu mente este centrada en la isla, te beberás el Elixir. El Elixir reaccionara de forma inmediata por lo que estate seguro de que tienes en tu mente visualizada la isla o no sabemos a donde iras. <<Ni se te ocurra pensar en los dioses o podrías aparecer en el propio Tribunal del Ankh>> pensaba Tutransis para sí mismo
Logan siguió las indicaciones después de darle las gracias por todo y despedirse de él. Cuando el muchacho creyó tener la isla visualizada, se bebió el Elixir y se durmió. A los pocos segundos, su cuerpo desapareció reapareciendo en medio de la aldea a la que había llegado en la isla.
- ¡¡Lo he conseguido!! – exclamo con una sonrisa