17/12/2017 04:02 PM
(This post was last modified: 17/12/2017 04:03 PM by Logan Allen.)
No se si os animareis a llegar hasta el capítulo 3 pero bueno aquí lo dejo por si a alguno le gusta el relato.
Capítulo 03: A favor o en contra
Logan había reaparecido en medio de la aldea y vestido únicamente con esas chanclas y ese taparrabos que Tutransis le había dado. Ninguno de los dos se había dado cuenta de ese detalle antes de tiempo y solo, ahora, Logan se daba cuenta del error que había cometido.
- ¡Brujo! ¡Es un brujo! – gritaba una señora que parecía haber visto su aparición
- ¡¿Logan?! – pregunto Henry, su compañero, sorprendido cuando salía de la casa, donde les habían asentado, junto a Steven - ¿Dónde te habías metido? ¿Y porque vas vestido así?
- ¡Es un brujo! Acaba de salir de la nada, lo he visto – decía un hombre llamando la atención de Henry y Steven además de la de Logan quién iba preocupándose cada vez más.
- ¿Pero que estáis diciendo? – preguntaba Steven sorprendido
- Confiesa muchacho – decía otro hombre – Di la verdad. ¿Eres un brujo?
- ¿Qué pasa aquí? – pregunto el alcalde alterado tras salir de una de las casas acompañado por Edgar, el militar que entrenaba a Logan – Ah, Logan, veo que estas perfectamente. Me alegro de verte – le dijo con una sonrisa haciendo que Logan se extrañara de que no le preguntase acerca de lo que le había pasado
- Señor alcalde, ese muchacho acaba de salir de la nada. Lo hemos visto. Debe de ser un brujo – insistía en repetir el hombre de antes
- No, no soy un brujo o, al menos, no creo – intervino Logan dirigiéndose a toda la aldea – Algo me pasa y no se lo que es. Ayer me fui a acostar y, de pronto, desperté en otra zona de la isla y, ahora, sin saber como logre teletransportarme aquí – mintió Logan parcialmente
- Seguro que él tiene algo que ver con lo que ocurre en esta isla – susurro la primera mujer en reaccionar
- ¿Y porque tiene que tener algo que ver? – pregunto el alcalde que no parecía muy sorprendido – Acaba de llegar a la isla y, por lo que parece, ha empezado a hacerlo ahora. Si tuviera malas intenciones, ¿mostraría su poder delante de todos vosotros? Es evidente que es algo que le ha empezado a pasar y puede que la propia isla sea la que esta provocando que le pase esto.
- Yo creo que se trata de un virus – opino un hombre – Esta isla maldita debe de maldecir a las personas. Ese chico esta maldito seguro.
- ¿Hace falta asustar a mi amigo? – pregunto Henry cabreado encarando al hombre
- Pues yo no creo que sea un virus. Es muy fácil ganarse a la gente con el típico papel de victima. Nos embrujara a todos y luego nos usara para algo. Debemos de eliminarlo – Un hombre que llevaba un arco, preparo una flecha para ensartar a Logan pero Edgar desenvaino su espada y la coloco en el cuello del hombre – Mátalo y tu sangre regara el suelo – sentenció el entrenador del muchacho – Nadie le hará nada a Logan. El que le haga algo se las vera conmigo. No hay pruebas ni hechos que demuestren que el chico tiene malas intenciones y, por ello, no merece este trato. ¿Entendido? – El militar hizo que toda la aldea guardara silencio – Si alguno no quiere vivir con Logan aquí, es libre de abandonar la aldea. Que coja sus cosas y se vaya al antiguo campamento.
Las palabras de Edgar hicieron que casi una cuarta parte de la aldea la abandonara al no estar dispuesta a arriesgarse a que Logan tuviera malas intenciones.
- No te preocupes Logan. No te pasara nada – le animo Edgar – Te quiero en 5 minutos en la zona de entrenamiento. Quiero hablar contigo.
- Muchas gracias y allí estaré – afirmo Logan antes de que Edgar se alejara pasando junto al Alcalde quién miraba fijamente a Logan mirando, de vez en cuando, a su taparrabos
- ¿Seguro que solo viajaste por la isla? – pregunto el alcalde antes de guiñar el ojo y darse media vuelta dejando a Logan totalmente desconcertado
- No se a que ha venido eso pero el alcalde tiene razón. No me creo que vengas así del bosque. Ni tu eres tan exhibicionista – afirmo Steven
- Será mejor que hablemos en privado, vayamos a nuestra habitación – Logan se los llevo a su habitación
Una vez que estaban en su habitación de aquella casa y con la puerta cerrada, Logan les contó todo lo que le había ocurrido dejando a sus amigos más que acojonados.
- Pero tío… ¿Tu como estás? – Henry no opto por detenerse en los hechos sino en como debía de sentirse su amigo. El se había quedado atontado con la historia pero también imaginaba que para Logan no debe estar resultando precisamente fácil
- Pues no lo se amigo. Me esta costando mucho digerirlo. Tener poderes, viajar a otros universos, la existencia de los dioses, de demonios y que en cualquier momento me vayan a juzgar personajes de la mitología. Es de locos – concluyo Logan
- De locos dice – intervino Steven sin saber que decir – Lo peor es que no se como podemos ayudarte.
- Creo que lo mejor es centrarnos en tratar de salir de aquí. Al parecer, no van desencaminados con la teoría de que hay algo que controla las tormentas. Debemos de ir a esas ruinas. Bueno, debo de ir.
- Pero hasta que no estés preparado, Edgar no te dejara ir – le recordó Henry
- ¡Ostras! ¡Edgar!. Me dijo que fuera a la zona de entrenamiento. Marcho. Luego os veo.
- Ten cuidado y esta vez no desaparezcas – le pidió Steven mientras Logan salía corriendo de la habitación
Logan llego a la zona de entrenamiento donde Edgar le esperaba sujetando dos espadas.
- Te dije 5 minutos y han pasado 20. ¿Estas sordo o es que crees que voy a tolerarte impuntualidad por protegerte? – le pregunto Edgar
- Lo siento, estaba hablando con mis amigos. Estaban preocupados.
- Esta bien. Es comprensible. Pero que no pase más – Edgar le paso una de las espadas
- ¿Solo con una hoy?
- Sí, así es – respondió Edgar convencido
Edgar se lanzó contra Logan lanzándole un buen tajo contra su pecho pero Logan lo bloqueo sin problemas. Ambos mantuvieron un intenso duelo en el que ninguno lograba herir al otro. Edgar sonreía al ver que Logan había mejorado mucho sorprendentemente.
- Bien Logan, has mejorado como si hubieras entrenado días desde ayer. ¿Realmente esperas que me crea que solo estuviste en el bosque? – le pregunto Edgar incitándolo a contarle la verdad – Ese taparrabos no se encontraba en el bosque.
- Reconozco que la excusa es un poco mala – admitió Logan antes de revelarle la verdad
- Vaya, parece que estás en un verdadero aprieto pero, no te preocupes, como militar, no puedo dejar que le pase nada a un camarada. Te ayudare en lo que haga falta – Curiosamente, Edgar no se mostró del todo sorprendido aunque es cierto que las personas como él han visto de todo y difícilmente se asustan – Después de llevar 2 años en esta isla maldita, cuesta asustarse de nada.
- ¡¿2 años?! – pregunto Logan sorprendido – ¿Tanto tiempo lleva habiendo gente?
- Por supuesto. No creerás que esa aldea se ha construido en un par de semanas, ¿verdad? El que más tiempo lleva es el alcalde, lleva unos 25 años al parecer – Edgar termino de decir eso mirando fijamente a Logan y justo cuando Logan lo miraba sorprendido
- Anda, yo he cumplido 25 años hace poco – revelo Logan haciendo que Edgar abriera los ojos de par en par
- Sabes, creo que estas suficientemente preparado para ir a las ruinas. Empezaremos un intensivo sobre el manejo del arco para que mañana puedas ir – Edgar le cogió la espada y dejo ambas en su sitio antes de coger un arco y una flecha
Durante unas dos horas, Edgar estuvo entrenando a Logan en el manejo del arco logrando que sus habilidades con ese arma aumentasen considerablemente. Al terminar el entrenamiento, se fueron a cenar con el resto del pueblo los corderos a la estaca que había preparado el “servicio de cocina”.
- ¿Qué tal el entrenamiento con Edgar? – le pregunto Stephen, uno de los dos chicos que, junto a Ricky, le habían salvado de los lobos al llegar a la isla
- Muy bien, gracias por preguntar – Ambos se separaron y Logan se sentó junto a sus compañeros
- Edgar lo sabe. Tuve que contárselo.
- Es que es difícil de creer tu versión cuando vas vestido con eso – opinó Henry
- Pudo haberlo comprado en el todo a cien – intervino Steven con una sonrisa
- Si tuviera aquí mi maleta me cambiaría de ropa – afirmo Logan con una sonrisa
- Tenemos ropa – aviso Henry – En tu ausencia, nos entregaron un paquete con ropa prestada a cada uno.
- ¿Y porque no me lo habíais dicho? – pregunto Logan mosqueado – Voy a cambiarme, que tengo frío.
- Lo tienes en el cajón de abajo del armario – aviso Steven
Logan se fue a su habitación para cambiarse y mientras sacaba ropa del mencionado cajón, escucho pasos detrás suya y se giro para ver quién era cuando vio una hoja de espada acercarse a su cuello. Logan logro usar sus reflejos para esquivar al agresor que era un hombre joven con una espada.
- Seguro que eres el diablo. Te eliminare y salvare a esta aldea – decía el hombre nervioso antes de lanzarse nuevamente contra Logan
Entonces, Edgar entro en la habitación bloqueando el nuevo ataque del agresor con una espada para luego desarmarlo y finalmente ensartarlo.
- Te advertí a ti y al resto. Aquí tienes tu recompensa por desobedecerme – le susurro Edgar al cuerpo tendido del muchacho tras agacharse para ver como terminaba de morir – O alguno se ha quedado para tratar de matarte o han venido para hacerlo. En cualquier caso, me encargare de que no dejen entrar a ninguno de los que se fueron. No correremos más riesgos – Edgar se levanto y se giro hacia Logan – Dadas las circunstancias, creo que no deberías de ir desarmado.
- Si voy por la calle armado, la gente me temerá.
- ¿Y ahora no lo hacen? – le pregunto Edgar señalando con la espada al cuerpo del agresor – Toma.
Logan, por orden del militar, término vistiéndose y dirigiéndose hacia el comedor con sus amigos para cenar y contar lo que había pasado mientras que Edgar se encargaba de deshacerse del cuerpo. Sin embargo, a medio camino, Logan se freno al darse cuenta que esto podría poner en peligro a sus amigos y que, tal vez, lo mejor era irse solo al bosque.
Espero a ver salir a Edgar de la casa y, cuando lo vio marchar con el cuerpo, se metió para prepararse una mochila con lo esencial y luego se fue a la salida de la aldea donde los guardias, ignorantes de la situación, le abrieron el portón bajo la creencia de que Logan se iba al campamento.
Logan tenía muy claro lo que tenía que hacer. Llegar a las ruinas y resolver el misterio para poder salir de esa isla. Era la mejor solución a todos sus problemas actuales. El muchacho sabía que las ruinas estaban en las montañas por lo que, guiándose de esa pista, se movió en esa dirección. Lo que el muchacho no se esperaba era que el campamento se encontraba en su camino.
- Maldita sea, si me ven, me matan – pensaba Logan escondido tras un árbol
- Ehh tu, ¿Qué haces ahí? – pregunto una voz por detrás de Logan haciendo que este se girara viendo a tres tipos con sable – Pero si es el brujo, acabad con él.
Los dos compañeros se lanzaron contra Logan pero este uso su espada con habilidad logrando derrotar a los dos, dejándolos gritando de dolor en el suelo pero sin matarlos.
- Por favor, no me mates, ten piedad – le pedía el hombre mientras Logan le apuntaba con la hoja de la espada
- Yo no soy un asesino – respondió Logan justo cuando el resto del campamento se acercaba viendo el final del enfrentamiento – No quiero haceros nada. Solo me dirijo a las ruinas para tratar de resolver el enigma de las tormentas para que podamos volver a casa. Se que desconfiáis de mi y lo entiendo pero si realmente creéis que soy un brujo poderoso, creeréis que tengo posibilidades de resolver vuestro problema. Dejarme pasar. Solo pido eso.
- Dejémosle pasar. Tiene razón. Además, con un poco de suerte se lo meriendan los lobos – decía un anciano que miraba al muchacho con desprecio
- Si, tiene razón. Dejémosle ir. En cualquier caso, salimos ganando – intervino una mujer
- Ve pero, si te volvemos a ver, espero que este todo resuelto o te ejecutaremos – amenazo un hombre equipado con escopeta
Logan bordeo la aldea y siguió su camino llegando a la zona más peligrosa de la isla donde pudo escuchar, demasiado cerca, los aullidos de los lobos. Al ser de noche, la cosa se hacía aún más peligrosa por lo que opto por subirse a la rama de un árbol y desplazarse del mismo modo que hizo en aquel sueño. No tardaría mucho en ver a algún lobo bajo su silueta esperando que, en algún momento, Logan cayera para poder darle un buen mordisco.
Los problemas aumentarían cuando Logan se encontrase con una pequeña zona sin árboles obligándole a tener que bajar para poder cruzar la pequeña pradera. Logan se sentó en la rama a esperar a que los lobos se cansaran. Empezaba a tener frío, sobretodo, en las manos y empezó a desear poder calentar sus manos de alguna manera, imaginándoselas ardiendo y, entonces, sus manos se cubrieron de puro fuego llameante.
- ¡Increíble! – susurro Logan mirando hipnotizado el fuego de sus manos antes de que, al ir sintiendo el calor que desprendía las llamas, el fuego se terminara extendiendo por todo el cuerpo convirtiéndolo en el hombre antorcha y desintegrando la rama haciendo que cayera, de pie, al suelo - ¡Oh oh!
Uno de los lobos se lanzó sobre él pero Logan hizo el típico gesto de cubrirse la cara con las manos y, al hacerlo, una enorme llamarada salió de sus manos llevándose por delante a ese lobo y a otros dos. Tras eso, el fuego que lo cubría comenzó a descontrolarse expulsando fuego por diferentes puntos de su cuerpo haciendo que saliera disparado hacia el cielo para luego, a medio vuelo, verse envuelto, misteriosamente, en agua. Mientras yacía envuelto en agua comenzó a caer hasta que, de pronto, una llamarada emergió de su cuerpo propulsándolo hasta hacerlo caer por una catarata por la que termino sumergido en una zona de agua profunda donde su cuerpo regreso a la normalidad aunque terminando totalmente desnudo.
Logan subió a la superficie y, al hacerlo, reconoció de inmediato el paisaje. Era el mismo lugar de su sueño y se encontraba en las mismas aguas en las que se zambullo.
Anonadado, decidió investigar y subirse al árbol donde, en el sueño, había dejado su pantalón y, al subirse, vio que ahí tenía la ropa que llevaba en el suelo. Se lo puso y luego se zambullo nuevamente en el agua para buscar, con éxito, el pasaje del sueño. Lo recorrió y llego a aquel pasillo sin agua donde había encontrado aquel pedestal con lector de huellas que, evidentemente, seguía allí. Sin embargo y al contrario que en el sueño, el portón de piedra estaba abierto y pudo adentrarse en la sala octogonal que, ahora, estaba iluminada por unas antorchas que hicieron que Logan viera que, en el centro de la sala, faltaba algo: el cristal brillante.