Aquellos eran tiempos de luz, de ciudades ancestrales y bestias aladas surcando los cielos. Había rebaños de ovejas albinas y manadas de lobos de lomo verdoso, pesca en los ríos y mares y una muerte segura si te adentrabas en ellos. Eran los tiempos en que los antiguos dioses se encontraban solo en los libros viejos y polvorientos, pues la edad de la razón se había impuesto y las religiones se diluyeron hasta solo formar parte del folclore. Eran los tiempos en que los senderos de la magia y la hechicería se habían ido olvidando, y con el olvido, su razón de ser.
Y en esos tiempos, la tríada de razas superiores, que solo habían conocido la guerra entre ellos, se cansaron y encontraron la paz sin buscarla. Y es que los Mephistis, Behemis y Luzbelis descubrieron mejores formas de ocupar su tiempo, un tiempo que podía alcanzar el milenio en cada generación, y por tanto, dejaron el apremio apartado en un rincón.
Y en épocas de paz, los días se vuelven lentos y decadentes.
Las antiguas razas se habían dedicado al estudio cada vez más abstracto de la filosofía, la música y el arte, perdiendo el interés por el mundo que les rodeaba, paseando ante sus largas vidas y meditando sobre la existencia del Universo.
Pero la existencia seguía su curso y el Universo proveía de nuevas razas. Y fue en ese tiempo cuando el Hombre, una raza menor, nacida entre los grandes, se refugiaba en los rincones oscuros. En esa oscuridad se forjó su espíritu, brotado del miedo, y comenzó su lucha contra todo lo que no entendía.
Los Hombres eran de vida breve, y para su supervivencia, el Universo los había dotado con una prodigiosa velocidad de reproducción. En lo que a las razas superiores les pareció un efímero espacio de tiempo, llegaron a asentarse en todo el continente, rodeando los castillos de las antiguas razas, pero sin atreverse a molestarles por miedo a su ira. Y cuando se dieron cuenta de que la ira no llegaba, la superstición fue menguando y el rencor creciendo en sus corazones. La belleza de las construcciones de las razas antiguas no conmovía al Hombre, sino que alimentaba los celos y la envidia.
Sin embargo, la antiguas razas no se percataron de ello. Habían habitado aquel continente durante tanto tiempo que hasta los registros más antiguos se habían convertido en polvo. El poder y conocimiento acumulado durante milenios reposaba en las estanterías de maderas nobles en las más que nobles bibliotecas. Sabían de la existencia del Hombre, pero no le daban más importancia que a la existencia de los lobos. Los consideraban animales que formaban parte del ecosistema. Las antiguas razas los habían estudiado en sus inicios, catalogado en sus tomos de fauna e incluso algunos Mephistis los habían incorporado a sus zoológicos privados.
Y cuando los Hombres dejaron de pelearse entre ellos y sus caciques se unieron frente a un enemigo común, fue tarde para los antiguos. El Hombre atacó a las antiguas razas allí donde las encontraba, llevando la muerte y el horror a límites que ni los más antiguos Mephistis, Behemis o Luzbelis habían conocido, y éstas no entendían el odio del que eran víctimas, pues nunca habían causado daño a los hombres. Redujeron a cenizas grandes joyas arquitectónicas que habían permanecido en pie milenios, exterminando a todos sus habitantes de las formas más atroces, como solo podría hacer una mente desquiciada que trata de liberarse así de su locura.
El Hombre, el esclavo del miedo, orgulloso de su ignorancia, carbonizaba todo el conocimiento acumulado durante generaciones por las antiguas razas. Ciego por el odio, provocó cataclismos en el equilibrio del mundo al utilizar brujería oscura en la consecución de sus insignificantes ambiciones.
Parecía, por tanto, una terrible injusticia que aquellas sabias razas perecieran a los pies de criaturas que eran poco más que animales, como si las carroñeras se dieran un festín sobre el cuerpo paralizado de un filósofo, sin comprender cómo era posible que se pudiera hacer tanto daño por un objetivo tan insignificante.
Al crear la Hombre, el Universo le había dado la espalda a las antiguas razas.
El Universo, creador, no distingue entre unas criaturas u otras, ni de los elementos que lo constituyen. Todos son iguales. Está en la naturaleza del Universo crear, durante toda la eternidad, sin control. Y esto también aplica a sus creaciones que, alcanzando un alto nivel de consciencia, tratan de controlarlo.
Todos aquellos pensamientos se expandían y contraían mientras Hefastos, posiblemente de los últimos ancianos Mephistis, contemplaba con ojos húmedos y tristes el ejército de hombres que asaltaba su castillo. Se encontraba en uno de los balcones del torreón del homenaje, apoyado sobre la balaustrada como un anciano cansado se apoya sobre su bastón.
Aquellos hombres eran como una hueste de hormigas asaltando a un escorpión. Muchos morían, destruidos por los hechizos y criaturas invocadas, pero eran repuestos de inmediato. Las pocas y desentrenadas fuerzas con las que resistía el embate sucumbirían en breve.
Hefastos suspiró, agotado. Miró sus manos, ahora viejas. Habían adquirido un color carmesí apagado. Lejos quedó el tiempo en que su piel era de color rojo brillante, intenso. Sus dientes, antes puntiagudos y cortantes como sierras, perdieron su filo algunos siglos atrás, y su crin azabache, que le recorría la espalda hasta la cola, era ahora lacia y cana. Como él, la era de los antiguos habían envejecido, y su tiempo estaba llegando a su fin.
Demasiado tarde comprendieron que centurias de paz les habían debilitado frente a nuevos enemigos, pero con formas primitivas de vivir. ¿Acaso no es la violencia un instinto básico de todas las criaturas creadas por el Universo? Pero las razas antiguas habían desechado la violencia tiempo atrás, comprendiendo y aborreciendo sus terribles consecuencias. La razón, el diálogo y la diplomacia se habían convertido en las únicas formas de resolver los pocos conflictos que surgían, pues en la madurez de la existencia racial habían aprendido a vivir en armonía los unos y los otros. O a ignorarse. Y no supieron enfrentarse a la amenaza, cuando finalmente fueron conscientes de que era real. Con la bandera del diálogo se enviaron emisarios tratando de parar la guerra, pero se recibía de vuelta la cabeza cortada del mensajero. ¡Cuánta barbarie innecesaria! Muchas familias de las antiguas razas optaron por la rendición, contrarios a levantar las armas contra los hombres, pues habían extirpado la violencia de sus vidas y preferían vivir subyugados a matar. Fueron torturados salvajemente en multitudinarios espectáculos sangrientos, donde los hombres se tomaban su venganza inventada. Y cuando llegaban historias semejantes a los castillos, nadie les daba veracidad. Eran incapaces de creer que algo así pudiese ocurrir.
Igual que en esos mismos momentos en los que Hefastos contemplaba la destrucción de su existencia. No se podía creer que estuviese ocurriendo. Pero él sí había tomado medidas e instruído a los habitantes del castillo, enseñándoles olvidados ritos de invocación y conjuración, y adiestrando en combate a todo aquel que pudiese empuñar un arma. Porque él sí recordaba los horrores de las guerras, cómo luchar y cómo utilizar la violencia hasta las últimas consecuencias.
Pero sus fuerzas eras escasas. Si hubiesen recibido ayuda militar podrían haber resistido, o incluso repelido el ataque, solo para poder rearmarse y abastecerse hasta la siguiente batalla. Porque así es la guerra, una serie continua de batallas y descansos, de luchas y reabastecimientos, hasta que uno de los dos bandos no puede más.
Pero todo eso ya no importaba. Ni las centurias de conocimiento atesorado, ni todos los versos creados, ni el arte, ni la filosofía desarrollados en detrimento de las guerras. Nada de eso importaba ya, pues sería reducido a ceniza para que otra civilización emergente buscara su propio camino de conocimiento, si alguna vez abandonaba el de la violencia. Porque el conocimiento y la violencia van por sendas distintas.
Un estruendo le sacó de sus elucubraciones. Habían derribado la puerta de entrada del torreón. Su tiempo de vida se escurría como la arena entre los dedos.
—Padre, ya han entrado.
Hefastos se volvió. En el umbral del balcón estaban sus dos hijos, de porte orgulloso y mirada severa. La sangre joven contempla la guerra con ojos distintos.
El último de los ancianos Mephistis abrió los brazos y sus hijos corrieron a abrazarlo. Fue un abrazo largo e intenso, en el que trataron de condensar en unos instantes los abrazos que nunca más se darían.
—Os quiero, hijos míos.
—Nos llevaremos a la no existencia a todos los que podamos. Esta victoria les saldrá cara —dijo el mayor.
Se separaron y miraron por última vez. Nada era como habían deseado que ocurriese.
—Marchad.
Los dos hijos abandonaron el balcón y entraron en el salón, en dirección a sus puestos.
Hefastos se volvió de nuevo, contemplando el cielo estrellado por última vez. El misterio de las estrellas no había sido descubierto, aunque muchas hipótesis se habían discutido. Tal vez estos hombres, tras milenios de evolución, podrían llegar a discernir sus secretos.
El calor de los incendios provocados por el asalto era ya agobiante. Él se resistía a dar su último paso, tratando de aferrarse unos instantes más a la existencia, tratando de mantener el conocimiento de miles de años un tiempo más, como si fuese a ocurrir algún extraño suceso, un milagro supersticioso del que ignorase su existencia, o tal vez una fuerza cósmica fuese a aparecer para arreglar aquella injusticia universal. Con una sonrisa amarga abandonó aquella idea. Tan solo era un producto más de la negación de lo que estaba ocurriendo.
Con pasos agotados se dirigió al pentagrama que había dibujado en el suelo unos días atrás. Estaba dentro de un círculo perfecto y envuelto por intrincados símbolos arcanos. En pocas ocasiones en su juventud había tenido que utilizarlo, cuando todavía estaban en guerra con los Behemis y Luzbelis. E hizo bien en conservar los grimorios donde se explicaba todo el proceso.
Se desnudó y puso las palmas frente a su pecho, con la cabeza ligeramente inclinada hacia arriba, mientras empezaba su salmo. Al principio no era más que un susurro, pero poco a poco las palabras arcanas fueron ganando en intensidad hasta que se convirtieron en un rugido. Se clavó las garras en el pecho para que la sangre brotara y el dolor activara la siguiente fase del ritual.
Su cuerpo se iba transformando, ganando en volumen y musculatura. La voz se distorsionaba, hasta quedar gutural y desgarradora.
Cuando el ritual de transformación terminó, lanzó un rugido largo e intenso a la luna que dejaría su impronta en el miedo de todos los hombres que sobrevivieron a aquella noche, y que se transmitiría durante generaciones.
Hefastos se llevaría por delante a todos los que pudiese, aunque al Universo no le importase lo más mínimo.
La extensión mínima de los relatos será de 1.500 palabras y la máxima de 5.000.
Los relatos serán titulados de la siguiente forma: "Reto Final 22: Titulo del relato". Solo podrá presentarse un relato por participante.
Cada participante, antes de enviar los votos, debe leer y comentar todos los relatos participantes, incluido el suyo propio para mantener el anonimato. Cualquier participante que no lea y comente todos los relatos será descalificado.
En el plazo de votación cada participante deberá enviar sus votos a la Mano Inocente mediante un mensaje privado. En el caso de otros miembros del foro que quieran votar en el reto, pueden hacerlo siempre que antes lean y comenten todos los relatos.
Las votaciones se realizarán del siguiente modo: Cada concursante otorgara 12 puntos a su relato favorito, 8 al segundo, 5 al tercero, 3 al cuarto, 2 al quinto y 1 al sexto. En ningun caso podra otorgar ningun punto a su propio relato.
También se elegirá 'Mejor personaje', 'Mejor ambientación' y 'Mejor escena'. Para ello se elegirá una opción para cada categoría y se enviará a la Mano Inocente junto a los votos. Se pueden dejar categorías en blanco.
No debe desvelarse la autoría del relato salvo a la Mano Inocente mientras dure el reto y hasta que los resultados sean publicados.
Para subir los relatos se utilizará el usuario Joker, cuya contraseña será debidamente proporcionada el día de inicio de las subidas.
Cualquier participante o relato que no cumpla estas normas y/o no respete los plazos establecidos quedará inmediatamente descalificado.
La organización se reserva el derecho a modificar las presentes bases y plazos cuando crea oportuno.
Reglas extra del reto final
La temática del relato debe pertenecer a cualquier variante del género fantástico, como por ejemplo Fantasía Oscura, Fantasía Heroica, Espada y Brujería, Espada y Planeta, Steampunk, Arcanepunk, Terror, Realismo Mágico, etc.
Cada relato deberá incluir mención a un momento que recuerden como foreros, sea algún personaje de un relato participante en un reto pasado, alguna escena en particular o incluso algún altercado entre foreros que haya quedado en los anales de la historia. Dicha mención puede ser sutil, a modo de racconto dentro del propio relato o como comentario al pasar entre personajes. No se rebusquen con esta regla, es sólo para que sirva como chispa.
De cerrar el foro, tras haber ocurrido dicho evento, al ganador del reto permanerá anunciado durante el 2023 en página alternativa de fantasitura (junto al relato con el que obtuvo la victoria). Si el foro permanece abierto, al ganador se lo enmarcará en algún sector del portal a definir.
Plazos
Inscripciones: Desde la publicación del presente tema hasta el 31 de Octubre de 2022.
Subida de los relatos: Del 1 hasta el 24 de Noviembre de 2022. (Se podra subir el 25, 26 y 27 de Noviembre, con penalizaciones por retraso de 2, 5 y 10 puntos, respectivamente).
FECHA LÍMITE PARA SUBIDA ACTUALIZADA: 2 de Diciembre.
Comentarios y votaciones: Hasta el 16 de Diciembre de 2022.
Lo que el alucinante escándalo Carlsen-Niemman (y unas bolas en el culo) cuenta sobre el futuro del ajedrez
Carlsen no dice ni pío. No explica nada. El que durante durante casi una década ha sido campeón del mundo de ajedrez está sacudiendo este deporte. El prodigio noruego está en el centro de una polémica cuyo otro protagonista es un hasta ahora relativamente desconocido Hans Niemann. La secuencia de los hechos es singular, y ayuda a entender una de las situaciones más caóticas a las que se ha enfrentado el mundo de los 64 escaques.
Primera derrota sospechosa. El pasado 4 de septiembre Magnus Carlsen se retiraba de la Sinquefield Cup, un torneo que se estaba celebrando en la ciudad de San Luis (EEUU). Lo hacía repentinamente, y justo el día que perdía ante el estadounidense Hans Niemann, de 19 años. Llevaba 53 partidas invicto en ese y torneos anteriores (en partidas clásicas). Y, sobre todo, era la primera vez que hacía algo así en toda su carrera.
Tras hacerlo publicó un tweet, Mourinho. La primera parte de ese mensaje es extraña: anunciaba su retirada sin más y deseando volver al torneo en el futuro. La segunda era aún más singular: incluía un vídeo de Mourinho de 2014 en el que el entonces entrenador del Chelsea insinuaba que su equipo había perdido debido a las trampas. No lo decía directamente, y la frase de aquella entrevista que quedó para el recuerdo —y los memes— fue "si hablo, tendré serios problemas". Carlsen no decía nada, pero en cierto modo lo decía todo, y acusaba a Niemann de haber hecho trampas.
Pero no hay pruebas. Los análisis de los expertos parecen revelar que al menos durante la partida todo parece ser legítimo. Leontxo García, periodista especializado, comentó cómo "comparando las jugadas de Niemann con las recomendaciones de los programas informáticos más potentes, no aporta ningún indicio medianamente sólido para sospechar del joven estadounidense". Más tarde este experto olvió a escribir sobre el tema e incluyó los comentarios de Kaspárov y de Miguel Illescas —octacampeón de España de ajedrez—, que también creían que en esa partida no hubo trampas.
Hikaru Nakamura, gran maestro que se ha convertido en celebridad ajedrecística en el mundo online, indicó aquel día de la partida que Carlsen probablemente sospechaba que Niemann había hecho trampas, pero luego aclaró que la posibilidad de que Niemann tuviese muy bien preparado aquel enfrentamiento era "definitivamente verosímil".
Un pasado que no ayuda a Niemann. El joven jugador estadounidense sí hizo trampas en el pasado. Lo reconoció en una entrevista en Chess24, donde explicó que entre los 12 y 16 años sí las hizo cuando jugaba por internet. Negó hacerlas después, "y jamás he hecho trampas en una partida presencial", explicó. La plataforma Chess.com —ahora comprada por el imperio de Carlsen, y que también pidió explicaciones— expulsó durante seis meses a Niemann, que no pudo jugar allí torneos con premios económicos. En los tres años su ascenso ha sido meteórico, y él argumenta que eso se debe a que entrena "unas doce horas diarias".
El rumor de las bolas anales. Y mientras todo esto pasaba, un usuario en Reddit lanzó una acusación estrambótica (y escatológica): Niemann había usado bolas anales que vibraban para indicarle jugadas y le permitían comunicarse con su equipo y así hacer trampas. Pero además apuntaba a que Magnus Carlsen había hecho lo mismo durante la última década. Los grandes maestros canadienses Eric Hansen y Aman Hambleton debatieron sobre esa posibilidad en una emisión de Twitch, y el mismísimo Elon Musk, que no se pierde una, aprovechó para bromear sobre el tema en Twitter, aunque luego borró el tuit.
Niemann niega haber hecho trampas. El jugador ha negado estas acusaciones e insinuaciones, y tras aquella victoria frente a Carlsen criticó a Nakamura por apoyar esa teoría sin aportar pruebas —y ganar suscriptores a su canal de Twitch por el camino— e invitó a que cualquiera revisara la partida. Desde entonces no ha publicado nada en Twitter, pero cuando los rumores de trampas aparecieron aseguró que en partidas presenciales "si quieren que me desnude totalmente, lo haré".
Carlsen abandona. El pasado 20 de septiembre Carlsen volvía a enfrentarse a Niemann tras el escándalo inicial. Lo hacía, eso sí, no de forma presencial, sino en el torneo Julius Baer de rápidas a través de internet. Tras su primer movimiento en la 6ª ronda, se rendía sin más. Los comentaristas de Chess24 se quedaban asombrados mientras Carlsen salía de la sesión sin más y Niemann, sin mostrar reacción alguna, lo hacía pocos segundos después. La forma de actuar de Carlsen reforzaba esa protesta contra las teóricas trampas que hizo en la partida anterior, pero Carlsen no ha dado explicación alguna. Niemann tampoco habla. El escándalo está servido.
La posición de Carlsen se tambalea. La postura de Carlsen es singular, sobre todo tras cómo los expertos indicaron que no parecían haberse producido trampas en la partida que perdió en San Luis. Un antiguo ayudante de Carlsen indicaba que "perder a propósito es una conducta totalmente inaceptable", mientras que los comentaristas de Chess24 explicaban que debe ofrecer pruebas de eso, no basta con acusar, aunque sea de forma indirecta y con insinuaciones.
El morbo tendrá que esperar. Julius Baer, director de la serie de competiciones Champions Chess Tour en la que se engloba la competición que lleva su nombre, explicaba que Niemann ha sido invitado de forma legítima, y que tras analizar las partidas del circuito "no hay indicios de que sus partidas impliquen alguna clase de trampas". Carlsen fue entrevistado el 21 de septiembre durante el torneo y al ser preguntado si podía confirmar si se debía a sospechas de trampas solo dijo que "no voy a hacer comentarios sobre eso" aunque dijo que "la gente puede sacar sus propias conclusiones" y luego reconoció —curiosamente— que está "muy impresionado por el juego de Niemann". Afirmó, eso sí, que hará más comentarios sobre este tema en el futuro.
Mientras tanto, el torneo prosigue y Carlsen y Niemann han seguido jugando sus enfrentamientos. Los cruces podrían haber resultado en una morbosa final entre ambos, pero de momento ese nuevo careo tendrá que esperar: Carlsen ha pasado a semis tras vencer a Aronian, pero Nieman perdió ante Liem Le.
Las trampas, amenaza para el ajedrez (sobre todo online). En las partidas presenciales es mucho más complicado que los jugadores puedan hacer trampas, pero incluso en torneos de alto nivel ha habido casos de este tipo.
El problema está mucho más presente en las partidas online, cuya popularidad se disparó con la pandemia. Las principales plataformas de partidas online de ajedrez —Chess.com, Chess24.com o LiChess— lidian constantemente con un problema que no solo afecta a los mejores jugadores en torneos con premios elevados, sino especialmente a los niveles inferiores en los que los jugadores aprovechan la tecnología para ganar partidas a sus rivales y así subir su puntuación y ranking.
Escritores están empezando a utilizar inteligencia artificial para producir novelas rápidamente
Cuántos escritores aceptarán la IA y cómo afectaría a la industria es una pregunta sin respuesta, pero una cosa es segura: la narración con IA está aquí, independientemente de lo que pensemos al respecto.
A medida que nuestro mundo se digitaliza cada vez más, y la información y el consumo aumentan de velocidad, quienes la producen se ven más y más presionados para suplir la creciente demanda. Este es el caso de los escritores independientes, quienes están produciendo libros más rápidamente que nunca.
Aunque resulte difícil imaginar que un solo autor pueda producir una novela completa cada nueve semanas, hay quienes lo hacen. La escritora Jennifer Lepp es uno de estos. En entrevista con The Verge, Lepp aseguró que tarda el sorprendente número reducido de 49 días en escribir una novela completa. ¿Cómo lo hace?
"¿Y qué pasa si las escribió un ordenador?"
Lepp, autora independiente que comercializa sus obras bajo el seudónimo de Leanne Leeds en el subgénero de "misterio paranormal acogedor", dijo que incluso ha empezado a utilizar un programa de inteligencia artificial (IA) como herramienta de ayuda para escribir y terminar más rápido. El programa le ayuda a optimizar secciones individuales del texto, pero también le sirve de inspiración para pasajes concretos, los cuales, en casos, solo tiene que afinar.
"Son solo palabras", dijo Lepp a The Verge. "Es mi historia, mis personajes, mi mundo. Se me ocurrió a mí. ¿Y qué pasa si las escribió un ordenador?".
Sudowrite: inteligencia artificial como apoyo
El programa que utiliza Lepp se llama Sudowrite, un programa basado en el modelo de aprendizaje automático GPT-3 de OpenAI y que los escritores pueden probar antes de comprarlo.
La IA depende especialmente de las aportaciones del usuario. Así que también se necesita un poco de práctica para conseguir trozos que la IA haya creado y convertirlo en texto utilizables. En un proceso parecido a una colaboración entre máquinas y humanos, los usuarios tienen que aprender a comunicar sus ideas con la IA.
Los textos de IA carecen de la expresión del yo
A pesar de la apertura de Lepp sobre su uso de la herramienta de IA, hay muchos que seguramente preferirán permanecer en silencio. Y es que las voces críticas de tal práctica no son pocas. Por ejemplo, una profesora y escritora entrevistada por The Verge incluso abandonó las redes sociales durante un tiempo debido a las protestas contra su aceptación de la escritura con IA.
"La IA creativa no es una expresión del yo. Se trata más bien de la permutación, recombinación y encuadre de otras identidades. No es, ni será, ni puede ser, una representación de una generación o de una identidad o de un tiempo. No es una 'voz'", escribe en Literary Hub el novelista, ensayista y comentarista cultural Stephen Marché, quien también ha experimentado con Sudowrite.
Cuántos escritores aceptarán la IA y cómo podría afectar a las ventas de libros en el futuro es una pregunta sin respuesta, lo único cierto es que la narración con IA es un tema que también acompañará a la industria del libro en el futuro.
Un artista digital llamado Jason Allen ganó la semana pasada la Feria Estatal de Colorado (EE.UU.) en la categoría de Artes Digitales y Fotografía con Edición Digital. Había presentado varias obras al concurso, y una de ellas ('Theatre D'Opera Spatial') obtuvo el primer puesto.
Esto no habría tenido ninguna relevancia (no fuera del estado de Colorado, al menos) si Allen no hubiera publicado, en cuanto se enteró, un mensaje en el servidor de Discord de Midjourney, en el que explicaba cómo había usado esa IA generativa para crear las imágenes que presentó al concurso, tras haberlas ampliado e impreso en sus correspondientes lienzos.
Obviamente, la victoria del 'teatro de ópera espacial' de Allen generó inmediatamente un agitado debate sobre qué es el arte y qué significa ser un artista (o, más bien, cuánto futuro le queda a los artistas ahora que la IA ha irrumpido como un elefante en su cacharrería particular), así como sobre la equidad del concurso, pues varios usuarios de Twitter pudieron comprobar, tras ponerse en contacto con ellos, que los jueces no tenían ni idea del origen de la imagen.
Pero Allen no está de acuerdo con esta postura. De hecho, la considera "hipócrita" por despreciar al elemento humano implicado en la creación de su obra: "yo genero imágenes usando Midjourney, hago correcciones usando Photoshop y recurro a Gigapixel para ampliar".
Además, según señala, incluso la parte de 'generar imágenes con Midjourney' esconde mucho más detrás, pues requiere elegir el 'prompt' (entrada de texto) correcto para lograr el resultado buscado, con muchas tandas de prueba y error, y de selección y ajuste de las imágenes generadas.
Sobre las críticas por hacer 'trampa', alega que dejó muy claro al presentar el trabajo que el autor era "Jason Allen usando Midjourney" (otra cosa, claro, es que los jueces no tuvieran ni idea de qué era ese tal Midjourney). Y señala que lo ocurrido no le ha disuadido de proseguir su labor, sino todo lo contrario: "Esta victoria sólo ha envalentonado mi misión".
La prima a pagar por un plan de seguro médico familiar es mucho más económica en comparación con la prima a pagar por planes individuales para cada miembro de la familia.Por lo tanto, el plan permite una cobertura asequible y es más liviano para sus bolsillos. Seguro Familiar
El otro día llegó a mis manos un ejemplar de este libro de fantasía llamado "Milagros y deseos en un rincón de algún mundo", y me sorprendió muy gratamente. Trata de un grupo de viajeros, los cuales se quedan atrapados durante una tormenta y empiezan a contar historias. Así, en un estilo muy de El hombre ilustrado de Ray Bradbury, esas historias se van convirtiendo en relatos. No son muy largos, ni tampoco demasiado cortos, sino que tienen la longitud perfecta para leerlos antes de dormir o en los trayectos de metro y autobús, y terminarlos sin que te sepan a poco. Además, cada uno tiene una ambientación y una atmósfera que es única y bastante distinta de los otros. Lo que consigue con esto es que te invita (o al menos a mí me invitaba) a seguir leyendo un cuentecillo tras otro, siempre con la curiosidad de cuál será el próximo lugar al que te llevarán las páginas y qué sucederá en ellas.
La verdad es que lo recomiendo muchísimo. Si no me equivoco se puede conseguir en cualquier librería de España así como en la página web de la editorial (Editorial Cuadranta). Además, el autor es bastante guapete, así que hacerse con una copia no tiene desperdicio.
Aunque bueno, reconozco que quizás mi opinión está un poco sesgada, teniendo en cuenta que el escritor soy yo y que igual lo estoy viendo con el amor y el cariño que uno tiene por su primer libro . Aún así reitero mi recomendación, y me haríais un favor enorme si vosotros también pudieseis recomendarlo.
Hace mucho tiempo que no me conecto, y cuando lo hago es para un reto que luego dejo en el olvido. Por eso pido disculpas. El motivo de este mesaje es que como algunos de aquí saben desde hace años publico regularmente con distintas editoriales y actualmente llevo tres bolsilibros publicados, dos de ellos con editorial y uno por mi cuenta con supervisión de correctores. La verdad es que no me puedo quejar, y se vienen muchas cosas buenas. Entre ellas (y aquí entriss vosotros) es la elaboración de una antología de historias dentro de la ficción especulativa, para ser más explícitos, dentro del género de la fantasía, y he recurrido a este foro porque sé que lo que voy a leer de vosotros es calidad pura.
Si hace casid ein años ya escribíais bastante bien, estoy seguro de que ahora lo hacéis mejor. Por eso me gustaría pedirles a los miembros antiguos del foro si están de acuerdo en participar. En lo que a mi respecta puedo asegurarles de que el libro será publicado en formate físico y digital, y haré todo lo posible para que los autores sean remunerados. Eso no lo puedo asegurar, pero hasta ahora es lo que se plantea con el equipo de trabajo.
Por eso quisiera que se inscriban en este tema y que me manden un correo a juliocevasco@gmail.com quienes estéis interesados. Sería genial que este proyecto se concretara y ver reunidos a todas las voces que por años me acompañaron en este foro como Celembor, Azaharys, la Cabra, Aravan, Werther, Gerald de Rivia, y todos los que estén prestos a colaborar con una historia, de preferentemente nueva.
Los requisitos se los haré leger por privado a todos los interesados, y bueno, si se consigue, mi meta sería que cada año se publique una antología para darle vida a este género del que me parece que existen buenos exponentes hispanos y que deben de mostrarse más.
He buscado y no encontrado el hilo sobre Nacidos de la Bruma, aunque es posible que no exista (he encontrado el de Cosmere y otro más que ya no recuerdo). El caso es que para los Sandersonianos hay una buena noticia que servidor ha recogido de El Caballero del árbol sonriente, como otras ocasiones, y que viene a decir que el final de la era 2 de NdlB se publicará en inglés en noviembre y solo seis días más tarde se publicará en español, o al menos eso promete Nova.
Este es el enlace, donde también podréis ver la portada, (ojito con los posibles spoils)