Buenas!
Es la primera vez que cuelgo algo por aquí así que ahí va...
Ésta historia es algo diferente a lo que suelo hacer, más que nada, por que es a partir de una partida de rol que le hice a mi pareja sobre mi mundo, y a él, bueno, le gusta matar gente (?) XDD
De todas formas me encantó poder escribir sobre algo que estaba taan claro, pudiéndome cebar más con todo el ambiente y psicología por que la historia ya estaba hecha. Son tres partes, pero solo tengo la primera empezada (ni siquiera hemos acabado la partida todavía xD)
El texto transcurre en mi mundo, del cual escribo muchísimos textos y los cuelgo aquí (pa quien quiera): http://cronicasenminiatura.blogspot.com.es/
El ladrón sin nombre - parte I
Entre la densa oscuridad que reinaba en las noches sin luna, el ladrón oteaba desde un alto tejado, buscando una oportunidad entre las callejas de aquella ciudad puente.
Era ya la segunda noche que pasaba buscándola, pero en el año 103 de Ocupación lo que contaba era la paciencia, pues para el miembro de una raza perseguida lo único que le salvaba de la muerte era actuar de la manera en la que su enemigo no podía: con conocimiento de causa y la lentitud otorgada por la experiencia y la táctica.
Estando el país tiranizado por la escoria humana, el serelyan pasaba los días observando el comportamiento de aquella inútil e impaciente especie animal: Aquellas ratas no llegaban a percibir su propia existencia antes de que su vida les abandonara y les mostrara lo triste y vacía que había sido, siendo seguidores de la locura y los instintos más primarios desde los primeros años. Y aún así habían conseguido conquistar tres países y diezmar a razas superiores, aprovechando la ventaja de su corta vida y rápido ciclo reproductivo, con los cuales conseguían ejércitos en el tiempo en que un niño Astiano nacía y crecía. Dotado de una longevidad envidiable, el ladrón sin nombre observaba aquella era desde la distancia que le regalaba su superioridad, sabiendo que, pronto, aquellos siglos no serían más para él que un recuerdo. De todas formas no era estúpido, y podía reconocer en los humanos una amenaza; torpe, lenta y tonta, pero igualmente mortal. Ineptos de todas formas todos ellos, pensaba él desde su perspectiva aérea.
Analizaba con cuidado ahora toda conversación y persona que sus agudos sentidos captaran, esperando a la oportunidad perfecta, aquella sin resquicios de seguridad que pudieran conllevar la muerte: Aún se preguntaba por qué había aceptado el trabajo, pero la verdad era, y lo sabía, que las emociones que encontrara en su juventud en actos más pequeños solo la paladeaba ahora cuando su vida estaba puesta en la balanza.
Sus cincos sentidos se centraron en dos hombres, uno pequeño y asustado, otro menos pequeño y con un ego desmedido. Hablando acaloradamente enfrente de un establecimiento que los iluminaba, el ego aplastaba al enjuto hombre con cada palabra que salía de su boca.
- Te dí una semana - Decía el ego - has tenido tiempo más que suficiente. Si no lo consigues esta noche...
- ¡No, por favor! - Exclamó el cobarde, casi de rodillas en el suelo - Dame más tiempo! Te pagaré! Lo aseguro!
- Mi tiempo vale dinero, así que no solo me debes, además, me estás haciendo perder más. ¿Quieres hacerme perder más dinero?
El ladrón sonrió bajo su máscara. Una vez más, los humanos le regalaban una escena de teatro en la cual los actores hacían todo lo posible para interpretar correctamente un guión superfluo y aburrido. Dejó de escuchar en ese punto, pues ya había encontrado lo que andaba buscando y prestar más atención a aquella cháchara le era innecesario. Así pues, alzó la vista y oteó el horizonte oscuro, pensando en su destino y en los siguientes pasos que efectuaría para llegar a él.
Había comenzado el encargo hacía una semana, en un lugar lejano a donde ahora se encontraba. El hombre había acudido a altas horas de la noche a ofrecerle el negocio, sin cita previa, simplemente encontrando al ladrón sin nombre cuando nadie más podía hacerlo. No se asustó, pues nada en aquel mundo podía causarle temor cuando sus ojos negros ya lo habían visto todo, pero la curiosidad que le causó aquel ser incentivó su interés por el encargo.
Ahora se encontraba en la penúltima ciudad puente antes de llegar a la capital, Canales del Mar de Ettgir. Siendo aquel arco de piedra un caos de edificios, remontando el gran río que partía Dhörendhas de Lhërëndhas, el olor a humedad y la podredumbre de la madera mojada que lo rodeaba no eran comparables al hedor que desprendía la escoria humana que hacía allí su comedia. Abajo, sobre las aguas, los muelles repletos de barcos estaban cerrados, pues no se permitía la navegación nocturna: Debía encontrar un barquero que lo llevara hasta la ciudad y, si todo iba bien, lo sacara de allí al terminar el trabajo.
En ese momento percibió movimiento, y observó como el pequeño hombre, que había reconocido como hombre de mar, o de río en este caso, andaba nervioso por la calle central. Comenzó pues la persecución por los tejados, moviéndose con la agilidad de un felino, sin hacer ruido alguno.
El barquero no tardó en llegar a su destino, pues las ciudades puente no eran excesivamente grandes ni tortuosas, y el ladrón observó como se introducía en un hogar vigilado. En la entrada, dos matones se rieron por lo bajo al ver llegar a su preso, y en el acceso trasero dos más guardaban el paso sin conocer todavía las novedades.
La casa era mediana, destartalada: al observar el tejado el ladrón pudo ver que su aterrizaje no sería silencioso, pero no le importaba matar a unos cuantos humanos si era preciso, por lo que le pareció tan buena opción como cualquier otra. Esperó pacientemente a que se establecieran los puestos: los guardas permanecieron en las puertas, y una ventana se iluminó. Dedujo que allí se encontraba el barquero y planeó la ruta de entrada.
Normalmente su rumbo no se desviaba, pues era de los mejores pícaros que se conocieran y su destreza era notable, pero, de vez en cuando, prefería dejar las cosas al azar. Cuando su cuerpo le pedía acción no era nadie para detenerlo, y el sigilo extremo era prescindible: Si alguien escuchaba algo no viviría mucho para contarlo.
Así pues saltó sin un punto de aterrizaje pensado, yendo a caer sobre la techumbre de un leñero poco más alto que él. Una teja se rompió bajo sus pies, y el serelyan sonrió bajo su máscara al escuchar reaccionar a los guardas de la puerta trasera. Sigilosamente, se ocultó entre las sombras del edificio y observó a los patanes: Aún no los mataría, prefería disfrutar de su actuación antes de sesgar sus cuellos infectos.
Comenzó a trepar la casa con la maestría de un simio y se refugió en el tejado observando, una vez más, su alrededor. Dos matones, uno de la entrada frontal y otro de la trasera, se habían reunido para comentar las nuevas: El de la entrada frontal explicaba la llegada del barquero y la noticia de que, quizás, aquella noche sería la última de vigilancia. El del acceso trasero comentaba que quizás sería la última noche de vigilancia por que parecía haber un intruso por los alrededores. Tras aquello, las cuatro sabandijas cambiaron su rutina y empezaron a otear desde sus puestos, pensando que con aquellos inútiles ojos podrían darse cuenta de lo que pasaba a su alrededor.
El ladrón se dispuso entonces a introducirse en la vivienda; la chimenea estaba apagada, y no se observaban resquicios de calor en el fondo. Así pues se deslizó por ella, frenando su descenso con manos y pies contra las paredes, y aterrizó suavemente en el fondo. Una nube de ceniza y polvo se elevó unos centímetros, alrededor de sus pies, y él sonrió para sus adentros. Era en aquellas cosas en las que sus ojos se detenían un segundo más; en la perfección de los elementos dando una reacción a cada una de sus acciones, al fino humo creando olas de ceniza en miniatura cuando sus pies se posaban en el suelo con la delicadeza de un depredador, tras una caída muda. En completo silencio, la negrura de sus ojos recorrió la habitación, inspeccionando el espacio que más tarde recorrería su cuerpo. Allí, observó el rostro de una niña. Ésta, en brazos de su madre, abrazaba algo entre sollozos quietos. La adulta se mordía el labio en un intento desesperado de aguantarse las lágrimas, pues la entereza de su pequeña dependía de la suya propia. El ladrón acarició el filo de sus puñales arrojadizos y observó, esperando que el metal le susurrara acciones en el alma: su principal guía era su instinto, no su mente, por lo que sus actos estaban manchados de la perfección de su ser. Una vez más su paciencia se vio recompensada, pues pudo escuchar a los guardas entrando violentamente en la casa: la mujer no pudo evitar un chillido, y su hija la siguió. El momento perfecto para que sus manos lanzaran el acero con la velocidad, suavidad y certeza de un profesional. La pequeña lo recibió directamente en el corazón, muriendo al instante y en paz, y su madre llegó a ver el abismo negro de los ojos de su asesino justo antes de que su proyectil atravesara su rechoncho cuello y su cuerpo comenzara a desangrarse. Los gritos terminaron y ambas cayeron al suelo con un golpe sordo: Todo quedaba encubierto y excusado con las acciones de los bravucones invasores.
Salió entonces el ladrón por la única puerta de la habitación y observó a los dos guardas que había dejado para luego subiendo estrepitosamente las escaleras: Uno no llegó a pisar el último escalón, y el otro apenas consiguió ver a su agresor antes de caer al suelo con el cuello abierto. Sin alterarse lo más mínimo, el sin nombre recorrió el pasillo y atravesó las puertas con la mirada. Al final de éste, mirándole de frente, una puerta cerrada no lograba disimular la luz que ardía en su interior. El serelyan se detuvo enfrente. Sabiendo que aquella no era la entrada que estaba buscando, observó a su derecha una ventana: la suave brisa acariciaba sus cortinajes y sus portezuelas abiertas le observaban, cómplices. El ladrón, con un gesto ágil, saltó al alfeizar en busca de aquel ventanal iluminado que guardaba a su presa...
Rae: No necesita presentación. Creo que la conoce todo el mundo.
Wikilengua: Portal de gramática y ortografía, abierto a la participación ciudadana.
Goodrae: Mi favorito. Un diccionario un poco "especial". Si tienes que estar buscando continuamente palabras esta página os ayudará a ahorrar mucho tiempo.
Ideas afines: Si repites muchas palabras en tu relato, usa este diccionario. Te dice de otras posibles palabras por las que puedes sustituir.
Sinónimo.es: Diccionario de sinónimos con mas de 50.000 palabras. También busca antónimos y su definición.
Vengo ya desde hace días sumida en estas materias, pues siento que aún no puedo dominar bien el tema. Así que ayer me puse manos a la obra (o mejor dicho, ojos, neuronas y bolsillo a la obra), y me compré un libro por amazon que se llama: 'Las estrategias del narrador' de Silvia Adela Kohan. Me ha ayudado una enormidad a aclarar varios asuntos. Ya llevo medio libro leído y no me he aguantado de abrir este hilo.
Pongo aquí las anotaciones que he hecho de lo leído, frases e ideas textuales, y algunas mías, para que escritores despistados (como yo), que nunca nos habíamos tomado el tiempo para estudiar este aspecto de la escritura, tengamos una visión renovada del asunto:
De los tipos de narradores y puntos de vista:
Narrador:
-Es la voz que se oye al leer un libro, una personalidad acorde con el relato, que no es el autor.
-El primer contacto con el lector es a través del narrador. Si el narrador sabe contar, lo mantendrá atrapado en la historia.
-Escoger la voz narrativa es instaurar el eje de la novela o foco del cuento. Es una cuestión ineludible. Si el narrador no está bien definido, el autor se infiltrará en la obra.
- El narrador cuenta la historia: sabe qué ocurre o qué ocurrió y ofrece la información sobre estos acontecimientos. ¿Cómo lo hace? Enfoca desde un punto de vista seleccionando lo que ve y dice con una entonación de voz.
Tipos de Narrador:
-Omnisciente: Todo lo sabe. Es más que el personaje, conoce cosas de él que el mismo personaje ignora.
-Limitado: Solo tiene acceso a lo que el personaje conoce, ve y siente.
-Deficiente: Solo observa y narra los hechos, sabe menos que el personaje, no sabe qué hará el personaje. Es el caso del narrador testigo. -Interno a la acción: El narrador es un personaje y cuenta en primera persona. El lector tiene acceso a su mente, sus sueños, sus recuerdos. No puede penetrar en la mente de otro personaje. No puede saber cosas que el personaje no conozca, directa o indirectamente. (No podría ser omnisciente) -Externo a la acción: No es un personaje, relata en tercera persona, puede saber o todo(omnisciente); o, es un personaje secundario, y en este caso, no puede entrar en la mente de los otros personajes (limitado/testigo).
Características del Narrador:
-La voz: Toma una entonación particular y adopta un modo (diálogo, narración, descripción) para relatar. -Punto de Vista (POV): Adopta una perspectiva (un foco, una óptica), un lugar desde donde se coloca, más pegado o alejado de los hechos y/o de los personajes. -La organización: Jerarquiza y ordena los acontecimientos en el tiempo y el espacio. -Característica intrínseca: No explica por su cuenta sin implicar a los interesados en el relato. Muestra, presenta, sugiere lo que ellos necesitan mostrar.
Herramientas del Narrador:
-Lente: cristal que mejora la visión de la realidad. Pone a tu alcance la distancia, la luz, el ángulo (como en la fotografía). ¿Desde dónde estará vista la escena? ¿Desde qué ángulo y desde qué sentimiento? ¿Qué momento elijo? ¿Necesito alejarme en el tiempo o adelantarme? -Lupa: Aumenta la visión de lo que enfoca, amplía lo minúsculo. Ampliar un detalle, observar su minuciosidad y plasmarlo en la novela. Sirve para ambientar, contraponer detalles, etc. -Brújula: Con ella tomas la actitud del lector, la curiosidad que lo lleva a seguir leyendo, página a página. Averiguas qué pasa, tal vez sea tu personaje quién te guía hacia algo que no tenías pensado. Úsala para orientarte hacia el mejor destino de tu historia. -Mapa: El esquema. Despliega tu mapa de los hitos por los que tu narrador pasará: nudos, desvíos, punto de partida, punto de llegada.
Si la voz narrativa funciona bien, los personajes ocupan su lugar en el relato y el mapa se cambia por la brújula. -Audífono: Debes estar atento a todo lo que escuchas, tanto en tu mundo, en tu música, en los diálogos a tu alrededor, y también escucha a tu personajes. Puedes clarificar grandes cosas de esto, encontrar inspiración, o un nuevo camino revelado.
El Punto de Vista o enfoque del narrador:
-Es el o los ángulos desde los cuáles el narrador crea y ordena, inventa y fabula, adorna y dosifica el discurso de una historia.
-Para construir el punto de vista, hazte la siguiente pregunta: ¿Quién, desde dónde, mira la escena?
A su vez, esta pregunta implica otras: ¿Quién habla? ¿A quién? ¿Cómo? ¿A qué distancia de la acción? ¿Con qué limitaciones? ¿De parte de qué personaje se coloca?
-La elección de un punto de vista implica la elección de un foco en la historia, que puede ser único y permanecer constante en la historia, o variar.
El foco:
¿En qué personaje estás enfocado? ¿Desde cuál contarás la historia? Escoge el que sea más poderoso para la historia.
Las voces de los personajes
-Quienes sufren los acontecimientos son los personajes. Sus voces no solo se escuchan en los diálogos, se escuchan también a través del narrador.
-A cada personaje su lenguaje y su voz narrativa, el enfoque desde el punto de vista más adecuado, sin perder el foco(personaje protagonista) de la historia.
-Si se emplea el mismo narrador para todos los personajes (la misma voz), dará la sensación al lector que los personajes son similares o los mismos, aunque los concibas diferentes. Lo mismo ocurre si utilizas la misma voz narrativa para diferentes relatos.
El narrador debe conseguir que:
-Los personajes se expresen desde sus propias individualidades.
-Que abran expectativas sobre sus posibles actuaciones, sobre sus sentimientos o lo que les pasa.
-Que aparezcan bien cohesionados con los restantes elementos del relato.
-Que el relato en su totalidad constituya una unidad y no un inventario de informaciones no pertinentes.
Si encuentro más frases o ideas interesantes, las añado a este post
No es fantasía épica, ni si quiera fantasía, pero quería saber cual es vuestra opinión sobre la saga "los hijos de la tierra" de Jean M. Auel.
Para quien no la conozca los libros son los siguientes:
El clan del oso cavernario
El valle de los caballos
Los cazadores de mamuts
Las llanuras del tránsito
Los refugios de piedra
La tierra de las cuevas pintadas.
Realmente no sabía donde poner esto, así que si lo puse donde no era... mis disculpas y espero que lo pongan en el foro que corresponda.
Inkarnate es una aplicación para crear mapas para juegos de rol, pero se me hace util también para aquellos que escribimos fantasía y andamos creando nuestros propios mundos. El aplicativo es gratis, al menos por ahora, y por el momento está en versión beta.
Este es un mapa hecho para la demostración del aplicativo:
Y este es el que yo ando haciendo (menos profesional, )
Normalmente uso OpenOffice para escribir pequecuentos. Pero hace unos pocos días bajé el programa Scrivener, de prueba por 3 meses. https://www.literatureandlatte.com/scrivener.php Hay para Windows y Mac, en algún sitio leí que también había para Linux pero no me acuerdo donde. En la página oficial no lo mencionan.
El problema es que me hago un lío patatero. Hay algún usuari@ del foro que use este programa, tan recomendado (y alabado) por personas que se dedican a la escritura. Dicen que es muy simple y tienes toda la información de tu novela en único programa.
¿Cómo os organizáis? ¿Por capítulos o actos, y luego hacéis sub-capítulos? ¿Cómo lo hacéis?
26 minutos espectaculares. La cinemática de presentación de Elders Scroll Online.
Como dice el título Espada y brujería sin una palabra ni oral ni escrita.
Sé que estas cosas en un foro literario como es este se ven a veces como algo menor o peor aún como la competencia. No es mi caso yo busco la fantasía en cualquier medio que sea capaz de entregarla. La única condición es que rinda culto a la imaginación.
Bueno a qui os lo dejo por si alguien siente curiosidad. La historia, cualquiera de las mil posibles, es toda vuestra.
Mirarla si os es posible en Youtube con la máxima resolución que vuestra máquina sea capaz, vale la pena.
Queridos y queridas escritores/as, me dispongo a compartirles otra obra de mi autoría para que puedan leerla completa, si esta es de su agrado. Peca de ser bastante larga, así que mis pretensiones de que la lean toda no son tan altas, pero aun así les pido que le den una oportunidad y me dejen, en caso afirmativo, su valiosa opinión. Desde ya, muchas gracias; y sin más, les dejo el relato.