Claro que si, las vacunas son inutiles, solo son unnegociado de las grandes farmaceuticas, es por eso que la viruela, la poliomielitis y la difteria siguen matando e incapacitando a millones de personas al año...
Oh, un momento, no, en realidad no ocurre asi.
Y si esos tipejos, los padres del año, se les ocurre mencionar lo del mercurio y el autismo, pues no es asi, no hay una pu** evidencia que relaciona la vacunacion con el autismo, por otro lado ¿Prefieres que tu hijo este muerto a que sea autista?
Perdonene la rabia pero soy biologo y este tipo de ignorancia -que puede llegar a ser criminar- me molesta mucho por su irracionalidad.
Holas forero/as, tengo terminado mi libro ( por fin, ahora estan en el la parte gramatical, estilo etcc..) y vengo a deciros mis temores...que son muchos. Solo tiene 260 paginas en formato un poco más grande que los libros de warhammer, ya que en principio... y por dinero, cuantas más paginas mas caro sale la fiesta. Lo bueno, esque si gustasé, he dejado cinco hilos de historia abiertos, por si hay que continuar, ya que tengo muhcos más matrial en la cabeza.
Conoceis alguna editorial que sea cercana? ( por pedir que no sea, que sea cerca de mi zona, BCN.
Tengo más dudas, pero no os voy a dar más la lata.
Esta es mi segunda historia basada en el Ciclo del Sol Negro, el mundo que originalmente fue creado para mis campañas de D&D pero que he ido modificando en el transcurso de este año para crear mi historia original. La historia del Ouroboros se centra en la guerra de los Caudillos, una rebelión que por cuarenta años ha ido fragmentando al Imperio Teloniano, y los efectos que esta violenta confrontación tendrán para el Ciclo del Mundo, una poderosa magia que fuerza al Mundo a repetir la línea de tiempo despues de que ocurra cierto evento.
Decidí abrir otro post para esto puesto que la historia original que iba en el otro post está tan cambiada con la versión final que he estado publicando en Wattpad, que ya no siento que tengan que ver. Si los mods ven problemas, puedo combinar los dos post, Para los interesados en leer la nueva versión de la primera historia (un cuento corto en el cual hago introducción de algunos personajes que aparecen en esta historia, y algunos conceptos como tal del mundo), les dejaré su dirección de wattpad.
Año 999 del Cómputo de Akron.
El último año del milenio.
Son tiempos adversos para el Imperio. Con la muerte del Emperador Philene III, los Caudillos de las fuerzas rebeldes han aprovechado el caos político entre las casas nobles y el conflicto de los príncipes herederos por el trono para expandir su influencia por todo el territorio imperial.
Mientras las fuerzas imperiales se debilitan luchando en una guerra de desgaste contra los rebeldes, los ejércitos del reino magócrata de Argenta marchan a las fronteras sureñas, esperando recuperar los territorios que algunas vez les fueron arrebatados, forzando al Imperio a dividir sus ejércitos para enfrentarse a ambos bandos, augurando la más cruenta de las batallas en la historia del Imperio…
Ocultos en las sombras, ciertos seres de la oscuridad, a quienes esta era de caos y guerras ha llamado la atención, esperan el momento adecuado para intervenir en la batalla...
Prologo:
Renacimiento
«La historia del mundo no es más que el eterno show de marionetas de una contienda interminable.» J. Mishley
La realidad se distorsionaba frente a él por primera vez desde que llegó allí, a su prisión amebiana, gelatinosa. Antes de dicha eventualidad había estado en letargo durante mucho tiempo. Tanto que había comenzado a olvidar. «¿Cómo había terminado así?», se había preguntado infinitas veces. Recordaba una batalla borrosa, lejana… sus amigos se habían vuelto contra él, le habían traicionado. Pero, ¿por qué? Eso no podía recordarlo por más que lo intentaba. Aunque luchó con valentía, sus antiguos camaradas lograron derrotarlo y lo expulsaron del mundo material, sellándolo en los abismos que existen más allá del cosmos con una magia muy poderosa. Incluso hasta para él, uno de los magos más grandes de todos los tiempos, si no es que el más grande de todos.
Y ahora estaba por salir de allí. De donde fuera que “allí” fuese. Podía sentir como la realidad se resquebrajaba a su alrededor, cómo las paredes del espacio se hacían añicos ante sus incrédulos ojos y se partían como si se tratase de un cristal que se venía abajo; fue expulsado de su prisión y regurgitado en el mundo mortal como si una madre lo estuviese dando a luz. El líquido gelatinoso que lo envolvía empezó a evaporarse tan pronto como el mago tocó tierra, y vio como la distorsión en la realidad desaparecía, como si nunca hubiera ocurrido en primer lugar. Al tocar sus ropas se dio cuenta de que no estaban siquiera mojadas. Respiró profundamente, saboreando el aire como aquel que come después de varios días de no haber probado bocado, y sintió como las corrientes arcanas invadían su cuerpo una vez más. El poder que antaño poseía comenzó a regresar poco a poco, con un torturante pero placentero cosquilleo por toda su piel. Se fijó en uno de los anillos que llevaba en su mano derecha. Era muy simple, una sencilla banda de oro con un rubí miniatura de forma hexagonal incrustado en su centro. No recordaba porqué ese anillo era más importante que todos los demás que poseía.
—Levántate —escuchó de repente.
El mago levantó su rostro y se sintió fascinado y a la vez temeroso por lo que vio. Allí, frente a él, se encontraba su propio reflejo. Había cobrado vida propia y le miraba fijamente. Alto, de tez pálida y azulada, cabello dorado, vistiendo su misma túnica azul celeste. La única diferencia entre los dos era el color de sus ojos, dos orbes perlinos y opalescentes sin pupilas. Los de él eran azules, los del reflejo eran complemente rojos. Un rojo ardiente y maligno.
—Fascinante, sencillamente fascinante —murmuró el mago—. ¿Qué eres tú, que osas tomar mi forma? ¿A quién debo agradecerle mi repentina libertad?
—A nadie más que a ti —respondió el reflejo—. Yo no soy más que tu reflejo, un hechizo que dejaste en éste mundo en caso de que lograses salir de tu prisión. Estoy aquí como tu guía para que te adaptes al paso de la historia. Tu magia ha funcionado bien, solo que ha sido lenta. Han pasado casi mil años desde que fuiste encerrado.
El mago se mostró perplejo al principio. Usando su voluntad manipuló las corrientes mágicas para leer las memorias recientes del mundo. Era un ritual complejo, que tardaba normalmente días y requería cientos de materiales alquímicos e implementos exóticos para su ejecución. Pero el anillo de rubí era un objeto poderoso que le permitía superar las barreras impuestas por cualquier clase de hechizo. Inconscientemente lo usó y en solo unos segundos supo cuanto quería saber. En efecto, habían pasado mil años desde que fue encerrado. Sus viejos compañeros de aventuras no habían ensuciado su nombre, por lo que las leyendas de sus hazañas lo mostraban como un benefactor para los mortales, un héroe que había sacrificado su vida para salvar al mundo de un antiguo mal. Mientras estuvo atrapado en su prisión fuera del cosmos planeaba vengarse con los descendientes de sus traidores amigos, pero esto lo hizo cambiar de idea. Por ahora, los dejaría vivir.
—¿Sabes dónde estoy? —preguntó al reflejo una vez hubo regresado de su trance.
—En el reino magocrático de Argenta. Una nación pequeña, sin importancia en el orden de la historia actual. Nos encontramos dentro de una de sus fortalezas más antiguas, en la frontera meridional.
—¡Una nación gobernada por magos! Eso es algo que no existía en mi época. ¿Y me dices que es poco importante en esta era? ¿Qué clase de idiotas la gobiernan?
—Los magos de Argenta son gente pacífica y su nación es muy joven aún. Pronto usted verá todo con sus propios ojos. Ahora que ha regresado, mi función ha llegado a su fin. Una vez mi esencia se reúna de nuevo con usted, tendrá acceso a todos los recuerdos que almacenó en mi, así como a los nuevos conocimientos que he adquirido en su ausencia.
El reflejo se desvaneció de repente en una nube de polvo arcano que se fusionó con el cuerpo del mago. Nabu, pues así se llamaba aquel milenario mago, abrió los ojos con admiración y confusión al ver como aquellos conocimientos se despertaban en su mente. Era como si siempre hubieran estado ahí, como si nunca hubiera olvidado nada. Miles de conocimientos, sensaciones e imágenes afloraron en su mente en tan solo unos segundos.
—¡Al fin he regresado…! —sonrió eufórico. Y no se percató del ominoso brillo carmesí que emitía su anillo mágico.
Este cuento es una version corregida del que presente para el reto "Una imagen, varias historias"
El final del viaje
Descifrar los antiguos pergaminos era una labor difícil, en parte porque estaban muy deteriorados, amarillentos y quebradizos por el paso del tiempo, y la vacilante luz de la lámpara no ayudaba, por otro lado los símbolos habían mutado con el tiempo y los alfabetos habían cambiado, así como el significado de las palabras. Pese a todo eso Valko-maar realizó una traducción que lo dejó medianamente satisfecho.
“Y algunos titanes fueron requeridos para una nueva labor cuando el trabajo en Ihbn estuvo concluido. Fueron llamados aquellos que ejercían dominio sobre el agua y ellos caminaron con sus múltiples brazos y piernas, y fueron llevados a la Cima del Mundo, donde el hielo domina y el sol no calienta”
Alguien golpeó la puerta de su camarote y sin esperar respuesta entró, era Mazhar, el capitán del barco, un viejo y experimentado marino con la piel curtida por décadas de sol y vientos oceánicos. Sin embargo se veía casi joven comparado con Valko-maar, quien era muy alto, muy flaco, con las manos delgadas y huesudas con manchas de la edad, el rostro arrugado y el pelo y la barba totalmente blancos.
—¿Qué es lo que quieres? —dijo Valko-maar, molesto por la interrupción. Su camarote era para él un santuario, repleto de libros, pergaminos, papiros, mapas y grandes losas de piedra grabadas con extraños símbolos en relieve.
—Esto le interesara —le contestó Mazhar— Suba, debe verlo con sus propios ojos.
Ambos subieron a cubierta, y lo que vieron era una pequeña isla, rocosa, desolada, sin nada creciendo en ella salvo, quizás, líquenes y musgos. Su costa era abrupta y escabrosa y las olas golpeaban violentamente contra ella en remolinos de espuma.
Pero había una pequeña playa de arenas negras, un lugar donde se podría desembarcar, de no ser por la batalla que se libraba allí en aquel momento.
Uno de los bandos era un centenar o más de criaturas similares a focas o lobos marinos, pero con un cuerno en espiral en la frente, como los narvales. Algunos eran enormes como morsas y valientemente movían sus toneladas de grasa para abalanzarse sobre sus enemigos y aplastarlos. Y sus contrincantes eran aun más extraños, a medio camino entre un pez, una rana y un hombre, con pieles escamosas y multicolores y dedos palmeados, estas criaturas luchaban ferozmente con armas que no parecían de hierro sino de hueso y piedra.
Unos herían y cortaban, otros aplastaban y perforaban, las arenas se teñían de rojo y era imposible saber quien triunfaría al final.
—Criaturas de los abismos —murmuró Mazhar— solo las he visto dos… tres veces en mi vida.
Pero eso a Valko-maar no le interesaba, sus ojos estaban fijos en un lugar donde la costa se elevaba en una enorme mole rocosa. Ordeno que el barco se acercara a la costa pero el capitán se negó.
—Demasiado peligroso —y dejó que el anciano rabiara y amenazara todo cuanto quisiera, pero en cambio ordenó que el navío bordeara la isla a prudente distancia, y así con catalejos pudieron ver que un lado del promontorio era totalmente plano, de un modo que no parecía natural. Y que allí había un símbolo gigantesco, tallado en la roca y de al menos 30 varas de altura. Parecía una mezcla de una cruz y un tridente, y todos los tripulantes la miraban intrigados, excepto Valko-maar, el sonreía, y era porque conocía aquel símbolo de antiguos pergaminos estudiados hace décadas.
Tres meses atrás el barco —un pesado dromon de borda alta— fue contratado en el puerto de Vallegris para una expedición, el oro era bueno —aunque solo la mitad se les pagaría por adelantado y el resto una vez finalizado el viaje— , el pasajero uno solo y el propósito misterioso. Durante semanas viajaron al sur y luego, siguiendo las indicaciones de aquel antipático anciano, fueron de aquí hacia allá visitando pequeñas islas, algunas de las cuales no aparecían en los mapas.
Sufrieron varias vicisitudes: fueron atacados por un pulpo-hydra, perdiendo varios tripulantes, también fueron abordados por varios barcos de guerra que los acusaron de contrabando o piratería, pero que los dejaron en paz una vez pagado un soborno. Y en una ocasión estuvieron a punto de ser atacados por piratas, de no ser por la astucia del capitán quien izó la bandera roja en jirones, para fingir que el barco era víctima de la peste.
Y en ningún momento Valko-maar se molestó en decir cuál era su destino final, tan solo explicó que él buscaba señales en el mar para combinarlas con la posición de ciertas estrellas y planetas, y nada más.
Ahora, tras consultar sus raros mapas astronómicos, dio órdenes de seguir rumbo tres cuartos al sudoeste.
Días después, cuando aparecieron los primeros témpanos en el horizonte, Mazhar interrogó nuevamente al anciano, sus hombres estaban inquietos, el estaba inquieto y definitivamente querían saber a dónde se dirigían.
—Ustedes no lo entenderían… son simple escoria de mar, incapaces de entender mas allá de sus sentidos, incapaces de verdadera grandeza —y le ordenó a Mazhar que saliera, como si fuera un simple criado.
El capitán, en otro tiempo y lugar, le habría dado su merecido, pero prefirió retirarse calmadamente.
Transcurrió una semana más, los días se hicieron sorprendentemente cortos y a la vez muy fríos, el sol apenas se alzaba en el horizonte y los témpanos se multiplicaban. De vez en cuando veían grandes peces que resoplaban altas columnas de vapor y agua cuando surgían a la superficie.
Una noche, los hombres que estaban de guardia dijeron ver algo en el cielo, una luz, una figura luminosa, mitad oro y plata, que atravesó velozmente por el horizonte dejando detrás una franja luminosa, la cual desapareció lentamente como una cascada de polvillo luminoso. Los hombres también dijeron sentir un aroma agradable, leve, suave, de hierbas fragantes que tardó mucho más tiempo en desvanecerse. Según algunos lo que vieron fue a un ángel, un custodio de los cielos, y quizás eso era una señal de que no debían seguir avanzando al sur, por mares desconocidos. Pero Mazhar dio órdenes de que no se hablara mas de eso, y toda nueva mención a los ángeles sería castigado severamente con un encierro por una semana a media ración de comida.
Pronto una alta barrera de hielo se alzó frente a ellos y Valko-maar ordenó continuar por un estrecho paso que se abría en el muro, mientras la tripulación se mostraba aprensiva y empezaba a murmurar.
Una noche que Valko-maar observaba las estrellas, Thelius, el segundo al mando, ingreso secretamente a su camarote y reviso entre sus libros y rollos, procurando dejar todo ordenado después. No pudo enterarse de mucho, ya que muchas cosas estaban en idiomas y alfabetos desconocidos y el resto era demasiado críptico, pero logro entender que se relacionaba con los Titanes y su creación por parte de Los Antiguos.
—Esperemos —dijo Mazhar cuando su hombre de confianza le informó.
—¿Crees que… está buscando la sepultura de un titán? —le pregunto Thelius.
—Como dije, esperaremos, el dice que falta muy poco.
Durante tres días avanzaron rodeados de enormes murallones blancos en medio de un eterno crepúsculo, con el silencio roto sólo por los gritos ocasionales de aves marinas. De pronto, anocheció bruscamente y al mismo tiempo los hielos se abrieron y el dromon desembocó en un enorme lago, carente de hielo y perfectamente circular. Y allí, en medio del silencio y de un mar tan calmo que parecía un oscuro espejo, estaba Eso.
No era posible confundirlo con un simple islote o con cualquier cosa natural, parecía un esquelético barco cincelado en piedra o un castillo desmembrado, enorme, ominoso, al observarlo con el catalejo no se distinguían piedras individuales en sus muros. Como si todo el hubiera sido tallado una sola y colosal roca.
Y Valko-maar estaba feliz, derrochaba entusiasmo, y si sus huesos se lo hubieran permitido, habría bailado.
Un bote y un remero, eso es todo lo que pudo conseguir, porque el dromon no se acercaría a aquella cosa surgida del mar, menos ahora que al salir la luna empezara a brillar de modo antinatural, reflejando enfermizamente su luz plateada. Al anciano no le importó, mas allá de murmurar por lo bajo sobre la limitada inteligencia y falta de visión de los tripulantes, de modo que, cargando varios rollos en sus brazos, abordara el bote y este enfilara hacia el navío-castillo-cosa horrible de piedra.
—Mantengan un ojo en eso —ordenó el capitán, y junto con Thelius ingresaron al camarote prohibido y buscaron nuevamente respuestas, esta vez sin preocuparse de ocultar sus manos intrusas.
El bote rodeó la base de aquella grotesca torre —o lo que fuera— hasta hallar un lugar adecuado donde desembarcar, y justo allí también había una estrecha y peligrosamente empinada escalera, que subía a las alturas de la torre. Allí puso pie Valko-maar, y tras respirar con deleite el aire marino —por alguna extraña razón la torre en si no parecía tener olor alguno— empezó a subir lentamente la escalera, pero sin vacilación alguna.
El remero se quedo en el bote y desde allí lo vio subir poco a poco, hasta quedar oculto por un ángulo en el muro, entonces empezó a remar con todas sus fuerzas para alejarse de aquel lugar terrible, del que no sabía qué era lo más espantoso, su apariencia y tamaño antinatural o lo increíblemente antigua que se veía.
Entonces Los Antiguos reflexionaron, decidieron esperar y pensar muy antes de hacer un nuevo intento, porque no soportarían el dolor de un nuevo fracaso. Y su silencio se prologo por eras enteras, pero no importaba, porque ellos eran eternos y no había otras criaturas a las cuales el peso de los años agobiara o impacientara.
—¿Recuerdas las antiguas leyendas sobre los titanes? —preguntó Thelius a su capitán.
—Si, las recuerdo… y ahora entiendo lo que buscaba este viejo loco.
Poco a poco, entre los viejos libros y pergaminos de Valko-maar, ambos hombres fueron reuniendo las pistas de lo que buscaba ese anciano, quien había estudiado, al parecer durante décadas, una sabiduría ya casi olvidada por todos en el mundo.
—Los Antiguos crearon varios mundos antes de este, el nuestro… mundos fallidos, pero cuyos restos aun vagan perdidos en el vacio… —Mazhar reflexiono un momento— Pero él cree que no se detuvieron allí, el cree que Los Antiguos volvieron a intentarlo, y que esta vez tuvieron éxito.
—Y el quiere encontrarlos, encontrar una puerta hacia esos otros mundos —Thelius sacudió su cabeza con escepticismo—… Viejo loco, viejo demente.
—No ¿Cómo sabemos si en realidad está loco o no?, piensa en este lugar, piensa en aquello en donde desembarcó, no parece hecho por manos humanas… —su frente se arrugo pensando, algo estaba en conflicto en el— Tengo… deseos de quedarme, y ver si algo de esto es verdad, por otro lado, también deseo huir, sabes que no soy un cobarde, pero no sabemos si hay o no un real peligro.
—Mi esposa y mis seis hijos, mas uno en camino, me esperan en Vallegris —dijo Thelius— Yo voto por abandonarlo, de él no hemos recibido más que desprecio y mentiras.
—Tal vez… tienes razón, tal vez solo baste con mantenernos alejados de esa isla… o puerta, si lo que leímos es verdad… Por el momento noso…
Aquí Mazhar fue interrumpido por los gritos de sus hombres.
—¡Capitán, capitán! ¡Tiene que ver esto, suba!
Ambos hombres subieron a cubierta, pero no pudieron ver nada: de pronto todo había desaparecido, todo el mundo se había vuelto blanco, todo era una neblina impenetrable, los ojos eran inútiles en aquella opaca blancura, y todo fue inundado por el miedo.
—¡Tranquilos, tranquilos! —llamó el capitán a la calma— ¡No estamos siendo atacados! Debemos alejarnos de aquí, las velas deben ser izadas y—pero sus ordenes no sirvieron de nada, el viento había desaparecido junto con todo el resto del mundo, el silencio era aun más profundo que antes, sin el mas mínimo rumor. Los marineros empezaban a perder el control de sí mismos, presas del miedo y la angustia, se oyeron gritos, plegarias a los Titanes, Los Antiguos, a los ángeles y a todos los dioses que conocían de sus viajes. También el ruido chapoteante de cuando alguno decidió saltar por la borda para terminar con esta angustia, o temerosos de que algo peor pudiera venir de la niebla.
Tan solo Mazhar y su segundo de a bordo mantenían el control y procuraban evitar que sus hombres enloquecieran, ladrando órdenes para empezar a mover el barco, algunos los marineros obedecieron, pero antes de conseguir nada, todos se sintieron caer a un abismo, el navío, los hombres, el mar entero, todo perdió pie y cayó hacia el vacio.
La neblina desapareció poco a poco, y su opaca blancura fue reemplazada por la oscuridad de una noche sin luna. Tan solo unas pocas estrellas en el cielo, débiles y de luz agónica. Todos estaban vivos, el dromon estaba sin daño alguno, y a muchas varas de distancia la torre, navío o puerta de piedra antigua continuaba igual, silenciosa, aterradora.
Pero ya no estaban en el mismo lugar, el mar había desaparecido, los altos murallones blancos habían desaparecido, y el mismo aire que respiran era delgado, escaso y dolía al respirar, dejando un regusto a cenizas en la boca.
Hasta donde se extendía la vista, a la débil luz de las estrellas, todo era una carcasa quemada, cenizas, rocas ennegrecidas, desolación, muerte.
Pero eran criaturas efímeras cuyo resplandor no podía durar mucho, fue así como ardieron y se consumieron, volviéndose en cenizas negras. Y el mundo ardió con ellas, y pronto no hubo más luz que el agónico brillo rojizo de los rescoldos, y solo quedo un cascaron quebradizo de rocas ennegrecidas, cuyo calor desaparecía rápidamente, esfumándose bajo un cielo negro y silencioso.
Esto lo publiqué en el antiguo foro y creo que estaría bien que estuviera aquí.
Ábside: cubierta con bóveda y generalmente en forma de medio círculo, que sobresale en la parte de atrás del edificio. Abaluartado: sistema de fortificación que emplea los baluartes como sus principales elementos. Adarve: conjunto de dispositivos en la parte superior de las murallas, compuesto básicamente de parapeto, paradós y camino de ronda, normalmente al descubierto y destinado a facilitar la defensa y el desplazamiento de los combatientes. Llamada también camino de ronda. Adarve volado: pasillo aéreo que comunica dos torres. Adobe: masa de barro y paja en forma de ladrillo secado al aire, sin cocción, empleado como material de construcción. Ajimez: ventana dividida por una columna en la que se apoyan los arcos. Alambor: desviación de la vertical de la cara frontal de una piedra u otro elemento de construcción. Es el talud exterior en la zona baja de las murallas y torres para reforzarlas, mantener a distancia a las máquinas de asalto, provocar el rebote de los proyectiles y reducir ángulos muertos. Alamborado: castillo construido dentro de un foso, con lo que manteniendo la altura, ofrece un blanco menor para la artillería. Alamud: barra de atrancar puertas, de sección cuadrada. Albacara: recinto amurallado con la misión de resguardar ganados, población del entorno y tropas en tránsito o no fiables, en ocasiones contiguo a una fortificación de mayor entidad y con accesos a ella a través de la liza. Albarrada: muro hecho de piedras superpuestas sin cemento. Alcazaba: recinto amurallado, parte de un núcleo urbano mayor al que suele dominar en altura. Alcázar: fortaleza dentro de un recinto amurallado. Alcazaba. Alfiz: moldura o elemento decorativo que enmarca el vano de una puerta o ventana. Aljibe: construcción subterránea donde se recoge y conserva el agua de la lluvia o la que se lleva de algún río o manantial. Cisterna. Almena: cada una de las piedras rectangulares que, a modo de defensa, rematan los muros de una fortaleza. Almenaje: conjunto de bloques (merlones) y huecos (almenas) que coronan castillos y murallas. Aproches: terreno inmediato al perímetro exterior de una fortificación. Arco: elemento arquitectónico que reparte el empuje vertical de un muro hacia los laterales, le que permite abrir espacios. Arco conopial: arco en forma invertida. Arco elíptico: arco en forma de media elipse. Arco escarzano: de medio punto rebajado. Arco fajón: el que ciñe la bóveda de tramo a tramo. Arco de medio punto: en forma de media circunferencia. Arco túmido: en forma de herradura apuntado. Argamasa: mezcla de cal, arena y agua que se emplea en las obras de albañilería. Arquitrabado: vano con el cierre superior horizontal. Artesonado: techo adornado con madera tallada (artesones) de influencia mudéjar. Aspillera: pequeño vano estrecho y alargado, que al interior tiene las paredes en derrame, es decir, sesgadas. Atalaya: torre de vigilancia. Baluarte: obra de fortificación de figura pentagonal que sobresale del muro exterior al objeto de permitir a la guarnición disponer de ángulos de tiro que cubran todos los puntos por los que pueda atacar el enemigo. Barbacana: construcción adelantada para proteger una puerta o el acceso a un puente y, en general, galería saliente en la parte superior de un muro o torre. Bóveda de cañón: obra de fábrica, de superficie cilíndrica, que sirve para cubrir el espacio comprendido entre dos muros o pilares. Buhedera: abertura practicada en el techo de una entrada por la que se arrojaba agua, aceite, proyectiles, etc. Cadalso: fortificación o defensa hecha de madera. Camino de ronda: véase adarve. Parte superior de una muralla por la que se puede pasar. Camisa: muro o refuerzo bajo que rodea totalmente o en gran parte la torre del homenaje. Cantero: persona que labra las piedras. Cañonera: abertura en el lienzo de la muralla para disparar cañones. Castro: antigua fortificación celtíbera. Catastro: censo estadístico de la propiedad territorial urbana y rústica. Cava: excavación profunda que rodea un castillo o fortaleza. Foso. Cisterna: depósito, generalmente subterráneo, en donde se recoge el agua de lluvia o de un río o manantial. Aljibe. Condado: territorio o lugar bajo la jurisdicción de un conde. Condestable: en la Edad media, persona que ejercía en nombre del rey la primera autoridad en la milicia. Contraescarpa: pared en talud del foso enfrente de la escarpa. Coracha (1): muralla perpendicular al recinto, recta o en zigzag, que acaba en una torre y cubre un punto esencial para la defensa o el aprovisionamiento. Coracha (2): muralla que partiendo del recinto fortificado permite el acceso protegido a un punto no muy lejano, normalmente para procurar la aguada, y con adarve de doble antepecho cuando puede ser hostigada por ambas caras. Cortina: lienzo. Crestería cuadrilobulada: conjunto de almenas o parte superior de las antiguas fortificaciones. Crujía: espacio comprendido entre dos muros de carga. Corredor largo de un edificio que da acceso a piezas situadas a ambos lados. Cubo: torre circular o poligonal que se alterna con los lienzos de la muralla o castillo. Torreón. Chapitel: remate de una torre, generalmente cónico. Dominio: otro término para designar la tierra propiedad de un señor feudal. Donjon: torre del homenaje en algunos castillos. Dovela: cada una de las piezas talladas en forma de cuña que forman un arco o bóveda. Esbirro: persona que sirve a quien le paga para ejercer violencias o desafueros. Escaraguaita: torrecilla que se coloca en las esquinas de las torres y a veces también en un punto intermedio de los lienzos, cuya misión es la defensa y la decoración. Escarpa: pared inclinada del foso en el lado de la muralla. Facho: atalaya, o torre de vigilancia costera, que se ubica en una localización topográfica. Falsabraga: muralla más baja que la principal y que se levanta frente a ella. Fábrica: edificio, construcción, edificación. Feudalismo: sistema de organización política, económica y social propia de la Edad Media, basado en una serie de lazos y dependencias que vinculaban a señores y vasallos. Flanqueo: elemento de la seguridad de una tropa cuya misión es evitar las acciones por sorpresa sobre los flancos (laterales) de las columnas en marcha. Foso: zanja profunda construida alrededor del castillo para dificultar su acceso. Se podía llenar de agua y sólo se salvaba a través de un puente levadizo. Friso: elemento arquitectónico en forma de franja decorada, situado entre el arquitrabe y la cornisa. Galería: balcón interior que domina el gran salón de un castillo. Galga: grandes piedras que utilizaban los defensores de una fortaleza para arrojárselas a los atacantes. Garita: torrecilla con ventanas largas y estrechas, que se coloca en puntos salientes de las fortificaciones para abrigo y defensa de los centinelas. Hachón: brasero colocado en los muros, donde se quemaba incienso u otras sustancias, en grandes celebraciones o banquetes. Haha: pequeño foso que corta inesperadamente un pasadizo, cuyo interior mal iluminado, y que habitualmente está cubierto por tablones, que se retiran todos o en parte cuando las circunstancias lo aconsejan. Jamba: lateral de una puerta o ventana. Ladronera: construcción cubierta saliente en torres o lienzos, soportada por varios canes o repisas entre los que quedan huecos. Lienzo: porción de muralla entre dos torres de flanqueo. Liza: el espacio más o menos ancho que uno encuentra nada más atravesar el puente levadizo a derecha e izquierda, entre la muralla que rodea el castillo y el edificio. Lonja: edificios para el comercio, mercados especiales de un solo tipo de producto. Mampostería: construcción en piedras dispuestas de modo irregular. Matacán: parapeto en saledizo en los lienzos de un castillo, sostenido por ménsulas. Mazmorra: cárcel o prisión subterránea. Mayorazgo: conjunto de bienes de una familia pertenecientes al primogénito. Mechinal: agujero para colocar el palo horizontal del andamio, y, en general, hueco donde apoyan las vigas. Ménsula: elemento de construcción que se coloca en la parte inferior de un saliente del edificio para sostenerlo. Merlón: parte del muro elevado entre dos almenas. Modillón: elemento con que se adorna y sustenta un saliente por la parte inferior. Mota: colina de tierra sobre la que se levanta un castillo. Mudéjar: estilo arquitectónico, con influencias árabes que floreció en la península Ibérica entre los siglos XIII al XV. Ochavada: con ocho ángulos iguales, que tiene cuatro lados alternados iguales y otros cuatro también iguales entre sí. Órgano: variedad de rastrillo en la que los travesaños verticales descienden sin traba horizontal, independientemente, para evitar que un obstáculo puntual impida la bajada del conjunto del peine. Oubliette: angosta mazmorra con una trampilla en el techo como única abertura; utilizada para los criminales rematados de los cuales, como insinúa el nombre, deseaba olvidarse. Patín: escalera o rampa de mampostería, exenta o adosada al muro, para acceder a un acceso elevado. Patio de armas: espacio central del castillo en torno al que se distribuyen las estancias principales, así como la entrada. Peine: rastrillo. Peraltada: que tiene una elevación sobre el ángulo recto. Pizarra: roca de color generalmente grisáceo, que se emplea en construcción para techar. Plaza de armas: lugar de una fortaleza donde forman las tropas de guardia. Plinto: cuadrado sobre el que se asienta la base de una columna. Portada: ornamento arquitectónico en las fachadas de los edificios suntuosos. Pósito: establecimiento que servía para almacenar grano a fin de remediar en determinadas épocas la falta de alimentos, así como para suministrar a los labradores el grano y dinero suficientes para promover las cosechas, fomentar el cultivo y combatir la escasez de alimentos. Poterna: puerta falsa o disimulada de una fortaleza. Puerta menor. Puente levadizo: el puente que hay en los fosos de los castillos y puede levantarse o bajarse a voluntad. Qasr: fortaleza, castillo, alcázar. Rastrillo: verja o puerta de hierro móvil que defiende la entrada de un castillo. Roca: sinónimo genérico de castillo o torre-refugio de época temprana en algunas zonas. Saetera: ventanilla o pequeño vano estrecho que permite disparar resguardándose. Sayal: tela de lana burda. Señoría: territorio perteneciente al “señor”. Silo: lugar convenientemente seco y preparado para guardar grano o semillas. Sillarejo: piedra semilabrada de terminación tosca. Sillería: obra de bloques de piedra cuidadosamente labrados. Solar: las habitaciones privadas de un castillo. Talud: inclinación de un terreno o del paramento de un muro. Tapial: molde compuesto por dos tablas, en que se hacen las tapias. Tapia: pared o trozo de pared. Torre de albarrana: la construida fuera del recinto fortificado, a mayor o menor distancia del mismo y con el que suele estar unida por medio de un puente, coracha o mina, asumiendo una función poliorcética particular y distintiva según su ubicación en el dispositivo general de defensa de la posición. Torre de almenara: atalaya que, en emplazamiento topográficamente adecuado, percibe y transmite señales ópticas vinculadas a la seguridad del territorio. Torre del Homenaje: torre principal y lugar fortificado del castillo, que su pone el último reducto en caso de ataque. Torre de tambor: una torre construida en la muralla, normalmente cilíndrica. Tranca: palo grueso y fuerte que se pone atravesado detrás de una puerta o ventana cerrada para mayor seguridad. Tronera: abertura practicada en la muralla para disparar. Villa: población que tiene algunos privilegios o cierta importancia histórica. Vano: hueco de puerta, ventana o de otra abertura, en un muro o pared.
abro este tema el cual es muy popular en un foro que visito esporádicamente. Es un tema anual, y la idea es tener un post para cada uno, el cual iremos editando cada vez que hayamos terminado de leer un libro. Se escribirá el nombre del libro (opcionalmente puedes poner si pertenece a una saga o no), el nombre del autor, y si uno lo desea también se puede escribir una puntuación. Asimismo se aceptan cómics y mangas leídos.
Por dar un ejemplo:
1. La voz de las espadas - Trilogía de la primera ley. Joe Abercrombie. 8.8 2. Juego de tronos - Canción de hielo y fuego. George R. R. Martin 9.0 3. Harry Potter y el prisionero de Azkaban. J. K. Rowling 8.5
Q tal? Aquí os dejo un nuevo micro-relato, aunque lo voy a subir en tres partes para no provocar indigestiones
El doble objetivo de este relato, igual que el otro que colgué 'Una historia de enanos' es por una parte practicar algo la escritura (porque todavia me considero un novato en esto y prefiero dar pequeños pasitos) y por otra profundizar en un personaje al que llevo un tiempo dando vueltas para convertirlo en protagonista de unas cuantas aventurillas...
Pues nada más, muchísimas gracias por leer y espero vuestras críticas/opiniones/sugerencias
No sé si a algún otro le pasa, pero por lo general el cierre de año suele coincidir con una etapa introspectiva en la que uno analiza las cosas que le han pasado durante los últimos doce meses, las experiencias vividas, los claros y los oscuros, etc, llegando incluso a reflexionar sobre cuáles son los momentos que más ha disfrutado, los libros que más le han gustado y ¿por qué no? las películas con las que más se ha apasionado.
En mi caso en particular sobre estas fechas suelo pensar en cuál ha sido la película en cuestión que mejor representa mi año. No necesariamente tiene que haber sido proyectada en el año en curso, a veces se me da por mirar películas antiquísimas, pero sí tiene que haberme trasmitido algo, una curiosa sensación que no consiguen darme las demás.
Este año, en particular, la película que vi y que llegó a enloquecerme fue "Mr. Nobody"; el año pasado "Boyhood"; el anterior, por distintos motivos, "Silver Linings Playbook"; en el 2012 (mierda que pasa el tiempo) "Lost in Traslation"; en el 2011 "Jeux d'Enfants y, finalmente, en el 2010 "Inception".
Después, si tengo tiempo, trataré de desarrollar punto por punto el porqué de estas elecciones, pero lo importante ahora es saber cuáles son las películas que ustedes consideran las más importantes en sus vidas.
Quote:Hijo del comandante naval Harry Ross Hubbard y de Ledora May Hubbard, L. Ronald Hubbard nació el 13 de marzo de 1911 en Tilden, Nebraska. A la edad de dos años, la familia fijó su residencia en un rancho en las afueras de Kalispell, en Montana, y desde ahí se trasladaron a Helena, la capital del estado.
De joven aprendió mucho acerca de la supervivencia en el tosco y difícil lejano Oeste, lo que él llamaba: “sus actitudes de jugarse el todo por el todo, su humor desdeñosamente irónico, sus bromas de vaqueros, y el no darle importancia a lo peor ni a lo más peligroso”. No sólo podía montar caballos a la edad de tres años y medio, sino que pronto fue capaz de lazar y domar potros salvajes como el mejor de los vaqueros.
La madre de L. Ronald Hubbard fue una persona poco común para su tiempo. Mujer educada a conciencia, que había ido a la Escuela de Magisterio antes de su matrimonio con el padre de Ronald, estaba adecuadamente capacitada para instruir a su hijo. Bajo su dirección, Ronald leía y escribía a temprana edad y pronto satisfizo su insaciable curiosidad sobre la vida, con las obras de Shakespeare, los filósofos griegos y otros clásicos.
Cuando la carrera naval de su padre exigió que la familia dejara Montana y viajara por todo el país, la madre de Ronald estuvo cerca para completar los estudios que perdía al no asistir a la escuela.
Fue también en estos años, cuando Ronald conoció otra cultura, la de los indios Pies Negros, que aún vivían en comunidades aisladas en las cercanías de Helena. Un viejo hechicero, comúnmente conocido como el “Viejo Tom”, fue un amigo muy especial.
Estableció una amistad única con el indio, quien por lo general era taciturno, y pronto Ronald se inició en los diversos secretos de la tribu, sus leyendas, costumbres y métodos de supervivencia en un entorno difícil. A la edad de seis años se convirtió en hermano de sangre de los indios Pies Negros, un honor sólo otorgado a muy pocos hombres blancos.
A principios de 1923, cuando Ronald tenía doce años, él y su familia se trasladaron a Seattle, en Washington, donde su padre tuvo un puesto en la base naval local. Se unió a los Boy Scouts y ese año logró con orgullo el rango de Boy Scout de Primera Clase. Al año siguiente se convirtió en el Scout Águila (el rango más alto que se puede lograr en los Boy Scouts) más joven de toda la historia, un indicio precoz de que no planeaba vivir una vida ordinaria.
Al final de ese año, el joven Ronald viajó a la capital de la nación por el Canal de Panamá. Conoció al Comandante Joseph C. Thompson del Cuerpo Médico de la Marina de los Estados Unidos, que fue el primer oficial que la Marina de los Estados Unidos envió a estudiar con Sigmund Freud. El Comandante Thompson se propuso transmitir los elementos esenciales de la teoría freudiana a su joven amigo. Aunque estaba profundamente interesado en las lecciones del Comandante, muchas preguntas de Ronald quedaron sin respuesta.
Etc., etc.
La biografia "oficial" de Ronald Hubbard, segun la "iglesia" de la cienciologia.
Lian Hearn es una escritora inglesa radicada en Australia, quien desde siempre estuvo fascinada por la cultura nipona.
Leyendas de los Otori consta de una trilogía:
1 - El suelo del ruiseñor
2 - Con la hierba de almohada
3 - El brillo de la luna
Una secuela:
4 - El lamento de la garza
Y una precuela:
0 - La red del cielo es amplia
(gracias NemO por el aporte)
Las novelas se sitúan en un japón feudal, en donde el protagonista, Takeo, se ve inmerso en las interminables luchas y conspiraciones entre los señores de los diferentes clanes que luchan por el dominio de la nación.
La autora posee un extraordinario don para la descripción, aunque esta no se hace pesada y casi siempre está ligada a lo lírico. Los personajes, tanto principales como secundarios están bien desarrollados.
Curiosamente se narra en primera persona (Takeo), y en tercera con los demás personajes. Esto no molesta ni trastorna la narrativa; todo lo contrario, pues le da cierto encanto y perspectiva. Uno termina agradeciendo esos puntos de vista tan variados.
Es importante destacar que Takeo heredó de su padre biológico dones extraordinarios, por lo que la historia no carece de fantasía.
Por si alguien quiero probar con esta saga, tengo los libros en formato electrónico.